Descubriendo talento desde la base. Atravesamos un «momento clave» en el que la sociedad española ha de afrontar grandes problemas y retos de cara al futuro…
Una coyuntura durante la cual la tasa de desempleo en España ha alcanzado un nivel insostenible (24%, de manera general) y (54%, de desempleo joven).
Se prefigura, además, un cambio de era; y lo preocupante es que, por primera vez en muchos años, buena parte de los ciudadanos pensamos que nuestros hijos pueden vivir peor que nosotros, si las cosas no cambian.
Descubriendo talento desde las bases
Aspectos como la nueva era tecnológica y de Internet, la alta temporalidad y la falta de calidad de los nuevos empleos que se crean, constituyen ejemplos que ponen de relieve la urgente necesidad de pasar de la «pre-ocupación» a la «ocupación»; es decir, tenemos que trabajar duro para que nuestra realidad mejore.
Una de las claves más importante para lograr resultados efectivos, a medio y largo plazo, es cambiar y optimizar la cultura y la instrucción de nuestro país. (En efecto, NO ES UN SUEÑO BARATO).
Y para cambiar y mejorar la cultura, necesitamos cambiar, mejorar y adaptar nuestro sistema educativo; necesitamos construir una nueva escuela, una escuela que funcione como germen Descubriendo talento».
Necesitamos «vivir» una escuela que apueste –de manera seria y consciente– por el talento y por la educación emprendedora; entendida siempre como proceso, nunca por un resultado final.
La nueva escuela debe ser el preciado fruto de colaboración que nace del trabajo conjunto realizado por centros, familias y sociedad en general.
Vivimos en un mundo en constante cambio y evolución, sabemos que nuestros hijos necesitan adquirir nuevas competencias para afrontar los retos que se les van a plantear a lo largo de su vida.
Se trata de interiorizar nuevos conocimientos, actitudes y habilidades para alcanzar un estado de personas «proactivas»: con una actitud más positiva, más colaborativa (‘conectiva’), y con un espíritu emprendedor que les haga capaces de:
- Enfrentarse y dar soluciones a los problemas.
- Crearse sus propios puestos de trabajo.
- Generar y desarrollar nuevas profesiones.
Ergo, ¿para qué necesitamos un nuevo modelo educativo en el s. XXI? Para mejorar la vida y la felicidad de las personas. Sin más.
Y es que –hoy más que nunca– pienso y siento la necesidad de formar, entrenar y educar a nuestros hijos con el fin de que lleguen a ser emprendedores.
¡Ojo!, no solamente desde la perspectiva de hacer negocios, sino también desde el punto de vista de ciudadanos proactivos que afrontan retos y poseen una determinada escala de valores.
«España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores (…) la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político».
Por tanto, construir la escuela del talento es fundamental como palanca de cambio y transformación social y económica.
Una escuela para generar buenos profesionales y buenas personas.
Una educación con principios éticos y valores para construir una sociedad mejor, más justa, más solidaria y que pueda vivir en paz.
Una sociedad donde ser bueno no significa ser tonto.
Una nueva escuela para construir una nueva mentalidad social más activa y transformadora.
Algunos aspectos como sacar buenas notas para ir a la Universidad o hacer una carrera que nos asegure un futuro próspero y lleno de oportunidades, ya no funcionan; si no es que, además de ello –claro–, hemos adquirido COMPETENCIAS EMPRENDEDORAS.
Necesitamos –insisto– una nueva escuela, una nueva educación, pero sin duda esto no será posible sin ayuda de las instituciones y de las personas que ejercen la potestad de gobierno. Si queremos una sociedad con valores tenemos que aspirar a que los que nos gobiernan inspiren esos valores:
Que no sean corruptos.
Que no roben.
Que el dinero y el poder estén al servicio de las personas.
LA PIEDRA ANGULAR DE ESTE CAMBIO ES LA EDUCACIÓN.
Aprender es hacer
Una escuela para aprender a emprender no quiere decir –solamente– ‘crear empresas’, sino también, ‘adquirir las habilidades y competencias que requerimos para el siglo que nos toca vivir’ y, especialmente, pensando en nuestros hijos.
Reto y oportunidad
Nos referimos a desarrollar el sentido de la iniciativa y el espíritu emprendedor para transformar las ideas en actos. Resolver y elegir. Aprender a emprender con valores para una sociedad mejor.
Semillero de talento
Emprender, al igual que la vida, es un proceso de aprendizaje, un itinerario formativo que se mensura desde la cuna hasta la tumba.
Infancia
Familia, colegio.
Juventud
Familia, amigos, instituto.
Madurez
Familia, amigos, entorno laboral (Learning is the work).
En definitiva, una escuela más humanista (sensu lato) para «sacar» el espíritu emprendedor desde las edades más tempranas de nuestros hijos: educación primaria, secundaria y, luego, en bachillerato.
Una escuela para generar una mejor conciencia de nosotros mismos y de los demás, para aprender a enfrentar los miedos, los retos y que nos ayude a ser personas valientes. Hace falta mucha generosidad, frenar mucho egoísmo y poner de acuerdo a muchas personas para avanzar.
Amor y coraje
Sabemos que, en los últimos años, se ha destruido una parte muy importante de puestos de trabajo –que se habían creado en el siglo XX–; y, creemos que, en los próximos 10 años, se destruirán otros tantos.
Por esta razón, lo más importante es pensar que se crearán nuevas profesiones y nuevos puestos de trabajo en el futuro.
Preparados
Si de verdad estamos dispuestos a ayudarnos a nosotros mismos y a las generaciones futuras es necesario construir una nueva escuela que trabaje y desarrolle las nuevas competencias en el sistema educativo; tales como el talento emprendedor, el espíritu emprendedor y una educación basada en valores.
Esa escuela es la Escuela de tAlento.
MOTIVACIÓN
Por otra parte, queremos abordar la importancia que tiene la motivación, especialmente para las personas jóvenes.
Como padre, y como emprendedor y formador, siento –con especial sensibilidad– que la educación de nuestros jóvenes adolece de una cierta incapacidad para empoderar a los estudiantes; y, de manera clara, necesita mejorar esa capacidad de motivarles; para que encuentren su propio camino, y puedan comenzar su andadura lo antes que sea posible.
Y es que nuestros jóvenes tienen un gran potencial, pero muchos de ellos están viviendo momentos de dificultades para los que nunca se habían preparado.
Y es por ellos que lo que puede ser un reto o una oportunidad se ha convertido en ira, miedo y mucho dolor: tanto para ellos y sus familias, como para el resto de la comunidad educativa. Estamos en un momento en el que muchas personas no sabemos qué hacer para motivar a nuestros jóvenes y sentimos mucha impotencia por ello.
NOS PREGUNTAMOS
¿Qué podemos hacer por nuestros hijos para motivarlos?
¿Qué podemos hacer para ayudarles a combatir los miedos y las incertidumbres?
¿Cómo podemos influir positivamente en su educación?
La clave de todo esto, es que muchos de nuestros jóvenes no tienen los motivos suficientes para pasar a la acción, porque no saben hacia dónde ir, porque les faltan raíces, sentido a sus vidas y, por tanto, iniciativa.
Además, lo que ven fuera y, sobre todo, en los mayores y en la sociedad, muchas veces no les convence.
Nuestros jóvenes necesitan cambiar sus emociones por otras que les den la fuerza necesaria para poder iniciar y ponerse en marcha, para andar su propio camino.
Motivación es motivo+acción y, por tanto, gAsolina para movernos.
Es necesario, por tanto, trabajar mucho con nuestros jóvenes para motivarlos, tanto en el ámbito personal y familiar, como en los centros educativos.
ALGUNAS CLAVES
Tenemos que empatizar con ellos
Preguntarles mucho para conocerlos y que ellos mismo se conozcan, en definitiva para sacar su voz interior.
Es fundamental trabajar las emociones
Para que sean capaces de gestionarlas y poner el foco en cómo se sienten.
Ayudarles a encontrar su talento
A focalizar sus fortalezas, para que se valoren y puedan encontrar sus recursos internos.
Ayudarles a que descubran para qué hacen las cosas
Darle sentido a lo que hacen para que encuentren sus pasiones y aficiones y para que puedan encontrar una profesión que les guste.
En definitiva, necesitamos trabajar con nuestros jóvenes para ayudarles a que encuentren sus talentos y un sentido a sus vidas, desde su interior. Lo mejor que podemos hacer es invertir tiempo con ellos, que disfruten lo que hacen y ayudarles a pasar a la acción.
ADEMÁS
Autonomía
Para que aprendan de sus errores y hagan cosas. La mejor manera para afrontar sus miedos y sus incertidumbres es dejarles hacer cosas.
Iniciativa
Dejarles que inicien y desarrollen sus propios proyectos y así puedan avanzar.
Necesitamos motivar y dejar que sean los jóvenes
los que encuentren su propia motivación.
COMPROMISO
Necesitamos impulsar una educación, una nueva escuela donde además Ell@s también puedan hacer muchas cosas por los demás, y donde –del mismo modo– se van a necesitar grandes dosis de Amor y Paciencia.
EMPRENDER DESDE LA ESCUELA
Sabemos la dificultad y el reto al que nos enfrentamos, pero será posible si somos capaces de fomentar y desarrollar el talento de nuestros hijos; así como el talento emprendedor dentro de las escuelas o centros educativos de nuestro país.
Además, el mantenimiento del sistema que tenemos requiere generar nuevos puestos de trabajo y cotizaciones sociales; y todo ello pasa por apostar –de manera resuelta– por una cultura emprendedora y romper, de una vez por todas, la percepción negativa que tiene nuestra sociedad hacia el emprendimiento.
Si de verdad estamos dispuestos a ayudarnos a nosotros mismos y a las generaciones futuras es necesario introducir la educación emprendedora en las aulas. Necesitamos aprender y emprender desde la escuela. Convertir a la escuela tradicional en una escuela más emprendedora en un centro emprendedor.
La escuela, Germen de Talento Emprendedor
1
Es fundamental convertir los centros educativos en centros educativos emprendedores con la implicación de padres, profesores y administración.
2
Los profesores y padres necesitan una formación adecuada para poder impartir las nuevas competencias de la educación emprendedora.
3
Necesitamos maestros del corazón, capaces de enamorase y poner pasión por su trabajo. Los maestros deben acompañar, guiar y evaluar a los alumnos en el proceso, pero siempre desde el protagonismo de los propios alumnos para que sean capaces de aprender a tomar decisiones.
4
Es necesario introducir las nuevas competencias para el desarrollo del talento emprendedor, tales como: autonomía personal, liderazgo, creatividad-innovación y habilidades empresariales.
5
Talento emprendedor no es solamente iniciativa empresarial –como hemos apuntado más arriba–. Estamos hablando de generar conocimiento que facilite a las personas «tomar la iniciativa», tanto si son emprendedores (‘crean su propio negocio’), como si son trabajadores de empresa (‘intra-emprendedores’).
6
Es fundamental generar aprendizajes mucho más motivadores para el alumno y basados en proyectos, en los que a partir de un proyecto el alumno va adquiriendo los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para sacar adelante el proyecto y, por tanto, producir un resultado final.
7
Es necesario introducir, desarrollar y medir las competencias emprendedoras en el aula trabajando habilidades/capacidades/actitudes/conocimientos tales como: el esfuerzo, la superación, la valentía, el riesgo, autoestima, empatía, inteligencia emocional, asumir riesgos, superar miedos, crear, elegir metas, planificar, comunicar, desarrollar proyectos, trabajar en equipo, la tenacidad, perseverancia, pasión, motivación al logro, resistencia al fracaso, compromiso, etc.
En resumen, podemos decir que es fundamental y necesario construir una nueva sociedad más activa y con una educación basada en el talento de las personas; y, para ello, se requiere hacer un esfuerzo muy importante para fomentar la educación emprendedora de nuestro país.
BIENVENIDOS AL MUNDO DEL TALENTO
Tenemos la posibilidad de pasar, del nivel de la sociedad de la información y del conocimiento, a otro nivel superior: una sociedad más avanzada, basada en el talento.
Ya hemos dicho muchas veces que nos encontramos en un cambio de era, estamos en la era digital, la era de Internet, la era de la sociedad de la información y el conocimiento.
Una era apasionante, en la que se abren nuevas posibilidades para innovar y para transformar la sociedad en la que vivimos. Una era con gran cantidad de datos e información disponible y donde la intoxicación se produce por exceso de información y falta de capacidad de asimilar los contenidos. En definitiva, de saturación de la información y de tecnología.
Con todo, en una sociedad de la información, lo importante y lo realmente central es clasificar la información, asimilarla y por tanto digerirla para poderla utilizar. Y, por eso, aquí, Google emerge y se desarrolla como «pez en el agua»; y encontramos recursos y aplicaciones extraordinarias para leer, informarnos, aprender, entretenernos, etc.
¿Somos ahora más felices que antes?
¿Le damos sentido a lo que hacemos?
¿Estamos construyendo un mundo mejor?
¿Tienen sentido nuestras vidas?
Si la respuesta es positiva: bienvenidos al mundo del tAlento.
Y es que dentro de este proceso tecnológico y de información y conocimiento, hoy quiero dar un salto cualitativo y me atrevo a hablar de una nueva sociedad: La sociedad del tAlento.
Es un nuevo periodo que va más allá de la sociedad de la información y del conocimiento y, por tanto, de las tecnologías.
El mundo del talento es un mundo donde las tecnologías son muy importantes, pero –siempre– al servicio de las personas; por tanto, las personas son más importantes que las tecnologías.
Un periodo con un enfoque más humanista
Donde predomina y se hace fuerte una nueva educación más avanzada, más holística, más transformadora.
Un periodo donde nace y se desarrolla una nueva escuela: la Escuela del Talento.
QUÉ ES EL TALENTO
La capacidad de las personas para hacer lo que se propongan.
Por tanto, hablar de talento es hablar de habilidades, de inteligencias múltiples, de actitudes y conocimientos del ser humano. Son capacidades para tener una vida mejor. Es decir, nos referimos a las capacidades de las personas para innovar y para transformar la realidad de las cosas.
Talento es la suma de los recursos y herramientas que tiene todo ser humano para llevar a cabo una determinada actividad. Comprende:
Y todo ello se produce a través de la energía que es la que activa todos los recursos que hemos enumerado anteriormente.
Por consiguiente, si realmente queremos una sociedad mejor, más feliz y más plena, tenemos que transitar hacia el mundo del talento.
El éxito y la felicidad de las personas a lo largo de su vida, depende de poder encontrar, activar y desarrollar su talento.
Ya lo hemos dicho muchas veces, todos tenemos talentos excepcionales, pero no nos basta con saberlo.
TALENTO, PUESTA EN VALOR
Sin duda, el mundo y la Sociedad del Talento es lo que toca en este momento de la historia de la humanidad, donde el hombre se puede convertir en una auténtica obra de arte a lo largo de su vida.
Y es que las personas podemos sacar todo lo humano y todo lo divino que llevamos dentro para creer, para crear, para afrontar retos, hacer proyectos, para emprender y para hacer una mejor vida tanto a nosotros mismos como a los demás.
Un mundo mejor es posible si hacemos y sacamos de las personas la auténtica joya que llevamos dentro. En efecto, se avecina la era del talento, y, sin duda, será viable gracias a una educación y una escuela que impulse el talento, la belleza y la felicidad de las personas. En nosotros está la decisión de vivir una vida a lo grande o de pasar por la vida sin pena ni gloria.
Una vida más feliz es posible.
Imágenes de la serie Fama
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