A continuación, siguiendo la serie: gestión y control del aula I y gestión y control del aula II, quisiera desarrollar tres errores frecuentes en las prácticas educativas que, explícita o implícitamente, se suceden y repiten sin advertirlo el maestro o profesor en su control y gestión de aula. Para ello seguiré la línea de investigación de un clásico en esta temática didáctica: Jacob S. Kounin, «Discipline and management in classrooms». Aplicaré varios de sus hallazgos a situaciones de aula para que pueda servir de ejemplificación de lo que expongo. Un autor imprescindible y que, muchas veces, se minimiza o se desconoce directamente en la formación docente en español. Concienciarnos de estos errores es iniciar un cambio necesario. Una atmósfera de aprendizaje es consecuencia, entre otras competencias, de saber controlar y gestionar un aula de forma eficaz.
Primer error: la fragmentación en la dinámica de aula. Cuántas veces se pide a una parte de la clase ciertas acciones, cuando era pertinente pedírselo al grupo en general. Cuántas veces desaprovechamos ciertas acciones en el aula por dirigirlas a un alumno, cuando nos podían servir de dinámica para el grupo en su totalidad. Cuántas veces focalizamos nuestra atención en hechos o sucesos secundarios, perdiendo aquello que estaba siendo una buena dirección didáctica para el grupo. Fragmentar una dinámica hace que se multipliquen innecesariamente las posibilidades de interrupciones y/o malas inercias que podían manejarse mucho mejor con una visión panorámica y pautada para todo el grupo. Fragmentar frente a una visión total de las dinámicas del aula.
Segundo error: no poder simultanear y resolver en consecuencia la gestión de los hechos que ocurren en el aula. Aquí todos tenemos experiencia de lo que acabo de enunciar. No es lo mismo intentar afrontar una por una las incidencias y acciones en la dinámica de aula perdiendo una visión simultánea de lo que está ocurriendo, que hacerlo con eficacia y rapidez manteniendo la dinámica en la que estamos, sabiendo en todo momento lo que está pasando en el aula. Sí, simultanear nuestro control y gestión en el aula es una estrategia que nos mejorará. Jacob S. Kounin señala agudamente la importancia de mantener el flujo de actividad en el aula. Comprender esta visión simultánea del control y gestión de aula, una opinión personal, me parece fundamental. Simultaneidad y totalidad se retroalimentan: esa es la idea que me gustaría subrayar. No puede perderse la visión de la totalidad de ese microcosmos social tan denso y complejo que es un aula. Hacerlo es perpetuar una mala práctica docente, lo sepamos o no. Por eso es tan importante la formación actualizada y realista que siempre insistimos desde INED21.
Tercer error: no estar atentos y no ser regulares en nuestra gestión y control de aula. Aplicado al aula: atención continuada y uniforme para poder dinamizar y rectificar a tiempo aquello que puede romper una buena actividad en el aula; regularidad en los tiempos y a nivel individual y de grupo para mantener aquello que debe justificar una buena clase: ser una oportunidad y tiempo de aprendizaje. Lo que acabo de explicar, a veces, no lo cumplimos y nos enfrentamos a situaciones que podíamos haber evitado. Jacob S. Kounin nos desarrolla el famoso estilo de alerta: cuando un maestro o profesor es capaz de mostrar a sus alumnos que sabe lo que está sucediendo. Resumidamente: prevenir antes que ocurra lo que queremos evitar.
Dos apreciaciones finales. La primera es que desconfiemos del voluntarismo cuando no está basado en evidencia o investigación asentada. Dicho de otro modo: cualquier maestro o profesor quiere tener un buen control y gestión de aula, pero esa voluntad debe formarse adecuadamente y actualizarse periódicamente. Las instituciones públicas y privadas deberían replantearse la eficacia y eficiencia de muchos de sus programas de formación. No lo hacen, hay excepciones, y mantienen inercias equivocadas que no mejoran a sus maestros y profesores en su mayoría. Un detalle: es triste la demanda de docentes de todos los niveles que nos llega a INED21 para mejorar en sus prácticas a través de dudas y/o preguntas específicas, desde la resignación de haber tenido esa formación simulacro. Compartimos gran parte de sus críticas de la situación actual de la formación docente. La segunda es que la propuesta pedagógica y didáctica de equilibrio metodológico de INED21, tiene una raíz histórica y actualizada en su desarrollo. Sintetizar aquello que las corrientes pedagógicas y los grandes autores aún nos tienen que decir en la educación del s.XXI, junto a las transformaciones inevitables que nuestra sociedad del conocimiento nos demanda.