La era TRIC: Factor R-elacional y Educomunicación es un libro de Carmen Marta-Lazo y José Antonio Gabelas que nos lleva a entender la importancia que debe existir entre las tecnologías y las relaciones sociales de forma que no se conviertan en meras máquinas que instrumentalizan los contenidos.
Sinopsis de La era TRIC: Factor R-elacional y Educomunicación
El añadido de la “R” (relaciones) a las TIC, nos presenta la era TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación), un nuevo paradigma que humaniza la comunicación y que se centra en optimizar las relaciones que se producen en las redes con una visión positiva y holística, abarcando las tres dimensiones del ser humano (cognitiva, emocional y social).
Este Factor R-elacional contempla una doble vertiente, por una parte podemos verla como aquella que nos hace crear y mantener vínculos sociales y por otra como la “R” de riesgos que nos pueden llevar al mal uso o al abuso de dichas comunicaciones en red.
Nos presentan así el modelo educomunicativo, en el que la comunicación y la educación están en permanente interrelación, beneficiándose cada una de las partes y haciendo que la comunicación nos lleve a caminos más relacionales.
Autores
Carmen Marta-Lazo es licenciada en Periodismo, profesora de la Universidad de Zaragoza, especializada en educación y competencia mediáticas, audiencias e interacciones, periodismo, medios audiovisuales y comunicación digital. Investigadora Principal del Grupo de Investigación en Comunicación e Información Digital (GICID) de la Universidad de Zaragoza.
José Antonio Gabelas es Profesor de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad de Zaragoza. Licenciado en Historia del Arte, Diplomado en Educación General Básica por la Universidad de Zaragoza.
En su amplia experiencia docente ha pasado por todas las etapas educativas. Miembro fundador de GICID; a finales de los años ochenta inició la didáctica de la educación para los medios, con el grupo Spectus, cuyos miembros diseñaron una de las primeras páginas web educomunicativas en lengua española, publicaron el primer libro escrito en español para la educación mediática en la enseñanza obligatoria, “La televisión en el centro educativo”.
Reseña
Joan Ferrés, en el prólogo del libro, reconoce la importancia del “Factor R” aunque en un principio discutió con los autores que esa relación estaba comprendida en la “C” de comunicación. Piensa que hay necesidad de prestar atención a la dimensión de la relación en toda experiencia humana y especialmente, en las interacciones mediante la tecnología.
Nos reconoce Ferrés que las tecnologías ofrecen unas posibilidades inéditas hasta hoy de realización personal, a partir de la amplificación de las oportunidades de relación.
McLuhan decía que en la esencia de toda tecnología está latente la oportunidad de optimizar la relación de la persona consigo misma, con los demás y con la realidad cercana.
Hoy las relaciones sociales que se dan a través de las redes sociales llegan a ser parte de nuestras vidas. Nos enteramos de todos los acontecimientos y además podemos contactar con gente a las que les habíamos perdido la pista, incluso manteniendo amistad con ellas. Así satisfacemos nuestras necesidades de relación, a veces con informaciones irrelevantes.
El Factor Relacional cobra importancia también en prácticas comunicativas, consumimos vídeos, series, programas… para estar en comunión con los que nos rodean.
Es la sensación de quedarse marginado, sin saber de qué hablar, si no ves lo que los demás. Es decir, hay una tendencia globalizada a ver lo que la mayoría ve para no quedarte «fuera de juego» y si además lo ves con espíritu crítico parece que eres el bicho raro que lo critica todo.
Hace falta mucha educación mediática, la educomunicación tiene un largo camino por recorrer.
A través de estas relaciones y el “Factor R”, con las tecnologías, podemos acceder:
- Al trabajo colaborativo.
- A compartir conocimientos.
- A la creación de la inteligencia colectiva.
- A la movilización social.
- A la mejora de la cultura.
- …
Comenta Ferrés que el “Factor R” está, de alguna manera, en la base tanto de lo mejor como de lo peor en el uso social de las tecnologías de la información y la comunicación.
También tenemos la “R” de riesgos cuando en las redes se da el acoso, la adicción, los problemas de seguridad… que hacen que las personas se sientan atrapadas en circunstancias que no favorecen su desarrollo personal y que caen en las redes del miedo, llegando, en ocasiones, a consecuencias muy graves.
Está claro que las tecnologías, con sus luces y sus sombras, han llegado para quedarse.
Familias y profesorado deben acompañar a los jóvenes para que el camino no sea tortuoso y vaya hacia su educación integral, también con las relaciones que establecen las tecnologías.
Ferrés sigue diciendo que en la educación mediática no se puede atender solo la tecnología, hay que atender la interacción, hay que prestar atención a la mente que recibe el mensaje y que interacciona con ellos.
El sentido crítico, que está en la base de la competencia mediática, ha de incorporar la autocrítica.
“Este refuerzo por atender la experiencia mediática como relación, como interacción, comporta que los educadores y las educadoras mediáticos no presten atención solo a las novedades que aportan las innovaciones tecnológicas. Deben atender también las novedades que surgen, a partir de la neurociencia, en torno al conocimiento de la mente que interacciona con las tecnologías”.
Joan Ferrés.
Gabelas y Marta-Lazo son optimistas en la nueva era “TRIC”, considerando de vital importancia las relaciones que se establecen entre los usuarios de las tecnologías y el entorno tecnológico. Así lo plasman en su obra “La era TRIC: Factor R-elacional y Educomunicación”.
Nos dicen los autores que el propósito de este libro es reflexionar sobre diversas manifestaciones y efectos del uso de las TIC, especialmente en el ámbito de la educomunicación, con el fin de contribuir a la construcción de una teoría sobre la relación en los procesos de comunicación, que es, en definitiva, el eje de la nueva era.
La pandemia que estamos sufriendo nos da la oportunidad de revisar el sistema educativo y de la comunicación, no podemos cerrar los ojos ante las nuevas necesidades que se nos plantean.
Es el momento de dimensionar esta base humanista para plantear un diseño de mediación tecnológico que respete la esencia de la educación en la abierta bidireccionalidad entre profesorado y alumnado, hace falta construir espacios dialógicos que sustenten las redes humanas y sociales, nos dicen los autores.
Gabelas y Marta-Lazo llevan una larga experiencia en la plataforma colaborativa TRICLab donde han ido creando un espacio de investigaciones y reflexiones compartidas, un espacio de diseño, intercambio y exploración de prácticas culturales digitales, en el que intervienen diferentes profesionales de la educación y la comunicación de varias universidades españolas e internacionales.
La obra nos lleva a la reflexión sobre nuestras actuaciones con las tecnologías, tratando de desmitificar la propia tecnología en beneficio de las relaciones y a favor de la educomunicación, integrando las habilidades para la vida (según la OMS).
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Son nueve capítulos en los que se nos habla de: los mitos, las conexiones (y emociones sociales), los contenidos, TRIC (comunicar para educar, formación…), Educomunicación (y habilidades para la vida), prosumers( sobre la adolescencia y los jóvenes), emociones y hábitos de consumo.
El epílogo está escrito por personas que en diferentes ámbitos están llevando a la práctica todo este entramado de tecnología y relaciones que se proponen con las TRIC.
Me ha resultado muy interesante este epílogo coral donde, respondiendo al espíritu de la obra, podemos ver la conexión desde diferentes profesionales que participan del modelo educomunicativo relacional, en diferentes sectores y ámbitos de intervención educativa, comunitaria y sociocultural.
Es necesario que nos planteemos más espacios para investigar sobre educación y comunicación, es decir, asumir la educomunicación como algo que no puede separarse de nuestra práctica, teniendo en cuenta que las relaciones, el “Factor R”, es clave en la comunicación diaria que se da en los centros educativos y con los medios a nuestro alcance.
Se habla de humanizar las tecnologías, no de ponernos en contra de ellas, se habla de relaciones que vayan en beneficio de la comunidad, se habla de formar personas críticas que sepan relacionarse con las tecnologías en beneficio del entorno común en el que se desarrollan.
Libro recomendable para docentes y agentes sociales que quieran desarrollarse en una sociedad más democrática, más humana, más comprometida con los entornos y los bienes comunes. Un verdadero instrumento de reflexión muy necesario en la época en la que vivimos.
Por aquí podemos ver la presentación del libro en la Universidad de Zaragoza. ¡¡¡Apasionante!!!