Volver a leer Historia de una maestra de Josefina R. Aldecoa ha supuesto un recuerdo de aquellas historias que fueron inundando y conformando mi forma de entender la educación.
Cuando relees un libro y te encuentras con anotaciones anteriores puedes comprobar tu propia progresión en la formación personal. Gabriela, protagonista de la historia, es una maestra de vocación que, de verdad, cree que la educación puede transformar la sociedad.
Sinopsis de Historia de una maestra
Una narración hecha desde el recuerdo, llena de verdad y de sentimientos auténticos.
En 1923 Gabriela recoge su título de maestra. Es el comienzo de un sueño que la llevará a trabajar en varias escuelas rurales en España y en Guinea Ecuatorial. Historia de una maestra es la narración, hecha desde la memoria, de la vida de Gabriela durante los años veinte y hasta el comienzo de la guerra civil.
Con el trasfondo de la República, la revolución de Octubre y la guerra, esta novela rememora aquella época de pobreza, ignorancia y opresión, y muestra el importante papel de la enseñanza y de aquellos maestros que lucharon por educar un país.
Contada desde la verdad del recuerdo, con sentimientos que apenas nos atrevemos a reconocer y desde una progresiva toma de conciencia, Josefina Aldecoa nos abre un camino a la esperanza y al idealismo. (Anagrama, 1990)
Josefina R. Aldecoa
(1926-2011) nació en La Robla, León. Estudió Filosofía y Letras en Madrid. Durante los años de facultad entró en contacto con un grupo de amigos que luego iban a formar parte de la llamada«generación de los cincuenta»:
- Rafael Sánchez Ferlosio
- Jesús Fernández Santos
- Alfonso Sastre
- Carmen Martín Gaite
- E Ignacio Aldecoa, con quien se casó en 1952.
En 1969 murió su marido y durante diez años permaneció alejada de la literatura, hasta que en 1981 apareció su edición crítica de una selección de cuentos de Ignacio Aldecoa.
A partir de ese momento reanudó su actividad literaria y desde entonces ha publicado la memoria generacional
- Los niños de la guerra (1983).
- El libro infantil Cuento para Susana (1988).
- Las novelas La enredadera (1984), Porque éramos jóvenes (1985), El vergel (1988; Alfaguara, 2003), Historia de una maestra (1990; Alfaguara, 2006), Mujeres de negro (1994), La fuerza del destino (1997), El enigma (Alfaguara, 2002), La Casa Gris (Alfaguara, 2005) y Hermanas (Alfaguara, 2008).
- Los libros de recuerdos Confesiones de una abuela (1998) y En la distancia (Alfaguara, 2004); y los relatos recogidos en Fiebre (2001).
También puede ser de tu interés:
Lo que mis alumnos me enseñaron. Por Carmen Guaita.
Inteligencia no verbal. Descubre tu potencial de comunicación más allá de la palabra, por Teresa Baró.
Esto lo hago yo, editado por Eva Morales Gómez.
Reseña
La historia de Gabriela nos muestra la vida cultural desde principios del siglo XX al comienzo de la Guerra Civil, pasando por la República en la que se le da a la enseñanza un protagonismo que no tenía, pero que fue un período corto y en el que no se pudieron lograr aquellos avances educativos que llevarían a una sociedad más formada y con identidad propia.
Gabriela pasa por distintos pueblos de la España más profunda, donde comer era un lujo (cocido y sopa de ajos, esas eran las comidas principales), y donde los niños tenían que ayudar a los padres en las tareas con el ganado o con el campo, algo de lo que en muchos casos se libraban las niñas que se dedicaban a ayudar en el hogar.
Pura tristeza, ambientes reacios a la cultura –porque eso no daba alimento–, ambientes desconfiados ante cualquier innovación.
Se vive con recelo la llegada de las Misiones Pedagógicas que hacían enriquecer la cultura de los pueblos con conferencias, bibliotecas, cine, arte, lecturas, música, teatro…
Estas Misiones pedagógicas estaban también destinadas a dar apoyo a los maestros rurales, se ampliaban las ideas y se aportaban recursos.
Entre sus objetivos también estaba la educación ciudadana en valores democráticos.
Los pueblos en los que estuvo destinada Gabriela eran muy pobres y muy serios, carácter quizás impuesto por las circunstancias de miseria en la que vivían.
Los maestros también pasaron por esa penuria, sus sueldos eran muy bajos y las condiciones de vida eran las mismas que las del pueblo, en algunos casos sin luz eléctrica ni agua corriente.
En uno de esos pueblos en los que estuvo destinada se enamoró de Ezequiel, se casaron y tuvieron una hija a la que pretendían educar con los valores democráticos que defendían.
Se casó con Ezequiel pero no olvidaba a Emile, un médico con el que entabló una amistad muy especial cuando estuvo en Guinea.
Este libro es un homenaje a los maestros de la República que trajeron un aperturismo a la escuela y consideraban que los maestros eran los verdaderos agentes activos que podrían llegar a transformar la sociedad.
A lo largo de la obra se nos va mostrando el amor de Gabriela y Ezequiel por la profesión.
Consideraban que también debían educar a las familias y montaban por la tarde la Escuela de Adultos donde se leía, se hablaba del pueblo, de derechos y deberes, de alimentación infantil… pero continuamente eran apercibidos porque transmitían ideas democráticas que no venían bien a los más conservadores.
Aprendían de los alumnos, se implicaban en el contexto social, intervenían con las familias, los hacían pensar, les hablaban de los derechos como personas, ponían de relieve los machismos que sufrían las madres y las niñas, daban importancia a la escuela pública, respetaban al alumnado, llevaban a los niños de excursión…
Nos dice la editorial en la contraportada, el sueño individual y colectivo, la lucha y las renuncias de los que entregaron su vida para conseguir despertar a un pueblo adormecido transcurren por las páginas de esta excelente novela, que se convierte así en un homenaje a unos personajes olvidados y sin embargo clave en la historia de España: los maestros de la República.
Es un libro muy comprometido con la educación de aquellos años. De lectura muy amena.
De los libros que te lees «de una sentada». Su lectura es muy amena. En esta obra, aprenderemos lecciones que quizás hoy no están en los manuales.
Muy recomendable para los docentes y agentes sociales dentro del mundo educativo porque en él se puede aprender mucho y ver cuáles son las circunstancias que han precedido a nuestra profesión.
En él podremos ver circunstancias que –a día de hoy– se siguen reivindicando. Cuenta la protagonista que en la Normal tenía un profesor que les decía:
“La joya más preciosa carece de valor si la comparamos con un niño. La planta más hermosa es solo una pincelada de verdor; la máquina más complicada es imperfecta al lado de ese pequeño ser que piensa, ríe y llora. Y ese ser maravilloso, ese hombre en potencia ante el cual se doblega la Naturaleza, os ha sido confiado, mejor dicho, os será confiado a vosotras…”
La vida de Josefina Aldecoa estuvo marcada por la escritura y la pedagogía y, desgraciadamente, por la Guerra Civil Española.
Los niños y las niñas pueden aprender desde muy pequeñitos por qué unas palabras son más bonitas que otras y disfrutar con ello.
Para ella, una niña de la guerra, simpatizante con la Institución Libre de Enseñanza, la educación tiene que estar llena de humanismo y de arte.
Esta entrevista fue realizada en el año 1999 para el programa Verano en la Internacional de Canal Sur 2, sobre los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía.