Os quiero hablar de educación emprendedora como si de un
viaje transformador de aprendizaje se tratase.
Y es que emprender es un proceso y una experiencia, a través de los cuales –sin duda– nos transformamos.
Ocurre que tod@s somos emprendedores y seres creativos en potencia; pero, realmente, el viaje transformador tiene lugar cuando nos ponemos en marcha y pasamos a la acción. Tod@s alguna vez hemos emprendido algo en nuestra vida, hemos iniciado algún proyecto; y, por tanto, lo primero que tenemos que hacer es atrevernos a empezar algo.
A pesar de que lo difícil es seguir caminando, necesitamos motivación para ponernos en marcha y para no abandonar nuestro camino. Y esa motivación es la clave: ¡sin motivación no hay acción!
PARA EMPRENDER LO PRIMERO ES ATREVERNOS, PERO ¿A QUÉ?
A recorrer un camino, con curvas, piedras y, a veces, un camino largo y lleno de subidas y bajadas, otros con tramos más fáciles, más difíciles; pero que, pese a todo, merece la pena iniciar y seguir el camino.
Necesitamos movernos y dejar atrás la zona conocida. Y eso nos cuesta, nos da pereza, nos da miedo e implica que debemos aprender a tomar nuestras propias decisiones.
¿A DÓNDE QUEREMOS IR? ¿QUÉ QUEREMOS HACER?
Muchas veces empezamos a caminar porque no nos queda más remedio y no por propia iniciativa. Y una vez que lo hacemos y nos hemos puesto en ruta, nos enfrentamos a un mundo desconocido y mágico hacia un sueño y una meta (montaña).
NOS CUESTA MUCHO EMPEZAR A CAMINAR ¿HACIA DÓNDE ENFOCARNOS?
Para emprender este viaje emprendedor es fundamental creer en nuestro proyecto y creer en nosotros mismos, sin duda fe y la confianza nos va a hacer falta de ahora en adelante.
Y es que somos somos soñadores en busca de algo imposible, pero que deseamos y nos ponemos en marcha. Ahora ya estamos en el camino, ya hemos iniciado el viaje emprendedor.
POR FIN, ¡YA SOMOS EMPRENDEDORES!
Los días pasan y las fuerzas se van desgastando y necesitamos «tirar de motivación» para seguir caminando, para no desesperarnos cuando vemos la cruda realidad, cuando nos vemos tan pequeños. Nos vemos caminando y de repente nos surgen los miedos…
¿Y SI FRACASAMOS? ¿Y SI NOS EQUIVOCAMOS?
Al igual que en nuestra vida, mientras tanto van apareciendo piedras en el camino, las cosas a veces se empiezan a torcer y nos llevamos algunas sorpresas, algunos desengaños con la gente que nos encontramos en el camino: descubrimos cosas y personas que no nos gustan. Nadie es perfecto.
Nos encontramos a los encantadores de serpientes, a buenas personas, a buenos profesionales, a los vendedores de humo, los listos que van a ver «si te la dan» y gente del más diverso pelaje.
De todos ellos puedes aprender, y son elementos indispensables que te ayudarán a ir creciendo en el camino. Aquí hay que desarrollar el olfato y saber elegir a tus compañeros de viaje, y darte cuenta de que los eliges TÚ y no son ellos los que te eligen a TI.
Y seguimos en el camino, seguimos caminando, aprendiendo, conviviendo con las dudas y con los miedos; pero tenemos que seguir, NO podemos abandonar, sabíamos que no iba a ser fácil, pero que iba a merecer la pena.
Merece la pena disfrutar del viaje.
Y en este viaje emprendedor necesitamos encontrar las personas más importantes en nuestra vida, nuestros mentores: amigos, familiares y maestros, que nos van a ayudar en el proceso.
Hoy os quiero hablar de un sueño. En este sueño, aparece en nuestra vida un buen maestro: es un maestro del corazón. Es un maestro mentor que nos van a enseñar herramientas y valores para encontrar y seguir nuestro camino. Un maestro que nos va a inspirar para encontrar nuestro tAlento, cuya huella jamás va a desaparecer de nosotros.
MAESTROS DEL CORAZÓN
Es una persona capaz de enamorase y de poner pasión por su trabajo, que nos enseña, sino del que aprendemos –y que aprende, también, de nosotros–. Una persona capaz de acompañarnos, guiarnos e inspirarnos en el proceso y en el camino de la vida.
Un maestro de una nueva escuela: #EscuelaDeltalento donde aprendemos a tomar decisiones, sacar nuestro máximo potencial y al que le preocupa –y ocupa– nuestra felicidad.
Nos enseña a pensar, a ver la vida con ojos nuevos y, sobre todo, a sentir desde el corazón; en eso consiste la activación de la inteligencia emocional de las personas.
Sin duda, existen personas que están dispuestas a dar lo mejor a los demás, para educarlas, para formarlas, para que adquieran, no solamente conocimientos, sino también herramientas eficaces que les permitan mejorar en todos los ámbitos de la vida, esto es: ser mejores personas, mejores profesionales, mejores emprendedores.
En este sueño, el maestro contribuye a la felicidad y los alumnos aprenden desde la experiencia, desde el juego, trabajan en equipo para resolver problemas, con una actitud más emprendedora, más positiva, y, en definitiva, en un ambiente donde los alumn@s se sienten más querid@s y válid@s para l@s demás.
VIAJE EMPRENDEDOR
Nos despertamos y el maestro mentor de la nueva escuela ha desaparecido.
Sin duda, el viaje que estamos haciendo es la mejor escuela para aprender y emprender en la vida. Ahora, nos damos cuenta de que podemos aplicar muchos recursos y herramientas que hemos aprendido a lo largo de nuestro periplo: valores, disciplina, creatividad, innovación, inteligencia y un montón de recursos que tenemos y que podemos aplicar. Con la confianza necesaria –en nosotros mismos– y las herramientas adecuadas, nos ponemos a crear: sí, somos creativos e innovadores.
Y nos lanzamos y pasamos a la acción: ¡Las cosas no salen como hemos planeado y nos dan calabazas! Entonces, seguimos afrontando retos y realizando pruebas, retocando lo que ya tenemos y lo que habíamos planeado.
Y nos surgen dudas…
¿A DÓNDE VAMOS? ¿DÓNDE ESTAMOS? ¿YO SERÉ CAPAZ DE LLEGAR?
Una de las «piedras» que tenemos que superar es la de dominarnos a nosotros mismos, a nuestra propia desgana. Necesitamos darle sentido a lo que hacemos. De hecho, es probable que, a lo largo de nuestro viaje, nos estemos transformando: ya NO somos los mismos que cuando empezamos.
Y seguimos caminando, a pesar de todo y del sueño del mentor sentimos que necesitamos más ayuda y apoyo.
Todo este viaje es como una «travesía en el desierto» que tenemos que realizar; y, además, siempre enfocad@s en ayudar y en dar valor antes que enfocarnos en «ir de víctimas». Siempre dando y sembrando para poder cosechar más pronto que tarde. Y nunca dejar de ser agradecid@.
Soy consciente de que para emprender necesitamos formarnos para tener conocimientos de aquello que queremos hacer; pero, sin duda, lo más importante es tener una buena actitud ante la vida.
Es más importante querer que saber, aunque sin duda saber también lo es…
Y seguimos caminado, nos levantamos cada mañana dispuestos a seguir y a no caer en el intento. Nos acordamos del maestro mentor que había aparecido en nuestro sueño.
Y sacamos, cada día, esa actitud que nos hace agradecer lo que somos y tenemos para no abandonar y encontrar nuestros motivos para seguir: lo hacemos por nosotros mismos, por nuestra familia, por nuestros hijos, llámalo X, lo importante es darle sentido a lo que hacemos.
Esa actitud de la que hablo se llama «corAje» –que viene de «corazón» desde donde nos emocionamos y «recargamos las pilas»–, que es lo mejor ante los miedos y las dudas que nos sobrevienen. Y seguimos caminado, tirando de valores y sacamos las ganas para avanzar.
Y seguimos aprendiendo, entrenado las habilidades y empezamos a conseguir pequeñas metas, pequeños resultados. Nos paramos y tomamos un descanso, un refrigerio para reponer fuerzas. Ahora estamos más motivados que antes; aunque, sin duda, el camino hacia la meta (montaña) es largo, la montaña es alta, pero lo importante es que la vemos.
Emprender es un proceso que no acaba nunca y en el que, sin duda, es fundamental la actitud ante la vida, para ponernos en marcha y recorrer nuestro propio camino.
Y no tener miedo.
Aparecerán retos que superar, pruebas que realizar e incluso personas con las que tendremos que lidiar. Aparecerán las piedras del camino que nos harán fuertes y tendremos que elegir el camino que nos lleva a nuestro sueño. Muchas veces nos equivocaremos y cometeremos errores de los que podremos aprender.
A la hora de elegir, atender a nuestro corazón es la mejor manera de NO equivocarnos y NUNCA perder la ilusión por conseguir nuestro sueño.
Los comentarios están cerrados.