En el presente ensayo se plantea un análisis comparativo de capítulos seleccionados de Libro de la Vida de Teresa de Jesús (1588) y de la película Teresa (2015) de Jorge Dorado.
Para ello se tendrá en cuenta cómo se construye la figura (y el cuerpo) de Teresa en la autobiografía y en la película:
- Los espacios y discursos.
- Las posibles implicaciones “feministas” de cada obra.
- Los públicos a los que se dirigen.
- Y los recursos utilizados para su captación.
«Libro de la Vida» y «Teresa»
El primer aspecto que conviene destacar de la película de Jorge Dorado con guion de Juanma Romero es el carácter metaficcional de la misma. Desde el inicio se plantean paralelismos significativos entre una joven del siglo XXI, interpretada por la actriz Carla Díaz, y Teresa de Jesús, llevada a la pantalla por Marian Álvarez:
- La chica que aparece en la película también se llama Teresa.
- Pasa su adolescencia con el padre porque su madre ha fallecido.
- Se medica debido a una enfermedad.
- Y en la escuela estudia la figura de Teresa de Jesús.
Ambas mujeres de idéntico nombre se enfrentan a un contexto hostil: en el segundo minuto de la película ya se nos muestra la agresión machista y xenófoba perpetrada –en la actualidad– por un compañero de Teresa contra una chica musulmana.
La joven intercede para evitar la agresión.
Este detalle, recreado en la atmósfera contemporánea de la película, ya anticipa el espacio también dominado por el patriarcado en el contexto histórico de Teresa de Jesús ante la Santa Inquisición.
Además, el compañero de instituto y el inquisidor tienen el mismo nombre (Salazar), aunque este detalle no se nos muestre hasta el final de la película, donde el diálogo entre el inquisidor (interpretado por David Luque) y la escritora abulense adquiere una gran fuerza dramática.
Un aspecto relevante en la película es el hecho de que la profesora de Literatura rescate características fundamentales de la figura de Teresa de Jesús que se aprecian en el Libro de la Vida:
- Su condición de escritora y el carácter emprendedor que la impulsa a fundar diecisiete conventos.
- Así como su capacidad para enfrentar al poder imperante de la época.
Después de la clase, la profesora recomienda a Teresa que lea sobre la vida de la escritora abulense y, tras una escena en la que se aprecia que la chica sufre acoso escolar, es encerrada por el propio Salazar en el almacén del instituto durante una nueva agresión machista en la que el compañero la llama “loca”, estableciéndose así una vez más un claro paralelismo entre la situación vivida por ambas mujeres.
En este encierro obligado, que enlaza con el de la mujer en el siglo XVI (casa o convento), la chica comienza a leer el prólogo de Libro de la Vida. A partir de ese instante el espectador se traslada directamente al libro de Teresa de Jesús y la película recoge diversos aspectos presentes en él.
En primer lugar, se plasma la entrada de Teresa en el convento de la Encarnación. Este aspecto puede apreciarse en los capítulos tres y cuatro de Libro de la Vida. Desde este instante se recrean numerosos aspectos recogidos en los capítulos/libros que abarcan del uno al diez:
- El momento en que el padre trae la patente y la dote.
- Los desmayos de Teresa como síntoma de su enfermedad, que aparecen plasmados de forma explícita en los capítulos cuarto y quinto, la dura convalecencia, el amor que profesa por Dios.
- Así como la forma en la que la escritora va forjando diversas amistades en su vida conventual.
Por tanto, la primera etapa de la película se centra en los diez primeros capítulos de Libro de la Vida.
La Teresa de Jesús del film también alude a las visiones de las llagas de Cristo, recreadas en el capítulo noveno, como se aprecia en la expresión del film “cuerpos llagados y luces blancas”. En relación a este aspecto, cabe destacar las siguientes palabras:
“Al igual que el cuerpo de Cristo, el de Teresa va a encontrarse atravesado por el sufrimiento, que, en su caso, se concreta en la enfermedad entendida como don” (Antón 61-62).
En este sentido es imprescindible establecer una clara similitud con Teresa de Cartagena, ya que nuevamente se recrean los tópicos “Imitatio Christi y consagración de la enfermedad” (62).
Los primeros nueve libros de Libro de la Vida constituyen una “parodia del sacrosanto modelo autobiográfico de las Confesiones agustinianas” (Carrión 152). Pero lo más relevante es que a través del ayuno y la enfermedad se va configurando en Teresa “el topos místico y literario del cuerpo como Edificio y Templo de Dios” (160).
En la película se plasman los sacrificios realizados por la escritora abulense en nombre de Dios a través de la escena en la que decide pasar tres días de ayuno y, posteriormente, se nos muestra a una monja en estado de éxtasis místico que aparece levitando al final de la primera media hora del film.
Por otra parte, un detalle interesante para entender el contexto extremadamente hostil y patriarcal en el que surge la producción literaria de Teresa de Jesús, plasmado en el capítulo cuarto de Libro de la Vida, se aprecia también en la película cuando Teresa afirma la incomprensión recibida por parte de sus confesores.
El momento de la confesión en el que se pide a Teresa que se aleje de las lecturas para evitar así las visiones es bastante significativo, ya que refleja uno de las múltiples maneras con las que se pretendía alejar a las mujeres del contexto intelectual.
Con respecto al espacio, en el caso de la joven del siglo XXI destaco el instituto en el que cursa sus estudios y, concretamente, el almacén en el que es recluida contra su voluntad. Con respecto al de Teresa de Jesús subrayo el convento de la Encarnación, donde transcurre la mayor parte de la película y en el que estará sometida a la supervisión constante de la priora.
Terele Pávez dará vida a este personaje y también interpretará a la jefa de estudios del instituto actual en la última escena del film. De igual manera, destaca especialmente el escenario inquisitorial recreado en la última media hora de la película y en el que se aprecia de forma explícita la violencia patriarcal.
Teresa de Jesús: El convento y la vida intelectual
El encierro de la Teresa actual constituye una metáfora del contexto histórico en el que transcurre la vida de Teresa de Jesús (siglo XVI).
La escritora abulense decide ingresar en el convento no solo por su amor a Dios, sino por considerarlo el único espacio que, paradójicamente, le permite dedicarse a la vida intelectual, aunque, como se verá más adelante en el film, el ruido y las labores que debe acometer la alejan de esa intención y la impulsarán a la fundación de conventos en los que impere el voto de silencio.
Este espacio constituye para Teresa de Jesús, al igual que para otras mujeres de la época, el lugar en el que va a encontrar “oportunidades para eludir la subordinación patriarcal” (Segura 123).
Si el encierro de la Teresa contemporánea es aprovechado por esta como una oportunidad para leer y reconocer en la biografía de la monja claros paralelismos con su situación actual, el de Teresa de Jesús supone no solo una oportunidad para encontrarse con la lectura e iniciarse en el proceso de escritura, sino también para fraguar su amistad con Guiomar de Ulloa, que está presente en la película desde el minuto dieciocho.
Mecenazgo
Se establece así el vínculo con el mecenazgo tan necesario para la escritora abulense. Este aspecto está desarrollado en el Libro de la Vida: Guiomar de Ulloa fue una figura clave para la fundación teresiana del convento de San José. Durante la conversación que ambas mujeres establecen en el minuto treinta del film, Teresa de Jesús cuenta a su amiga cómo ha percibido las palabras de Dios en sus sueños:
“No tengas miedo, que yo te daré libro vivo”.
Esta expresión aparece recogida también en el capítulo veintiséis de Libro de la Vida. De igual manera, plasma la necesidad de fundar el convento de San José a través de la comunicación directa con Dios en uno de sus sueños: “y luego soñé que el padre Nuestro señor San José me daba las llaves de una casa” (minuto treinta de la película).
Este aspecto se aprecia ya en el capítulo sexto de la autobiografía. Después, en el film, añade el carácter profético del sueño que la impulsará a la fundación de nuevos conventos: “sentí mi cuerpo troceado y repartido por distintas tierras”. En el capítulo treinta, Teresa de Jesús explicitará el apoyo recibido por Guiomar de Ulloa para esta misión de carácter divino:
La viuda sierva de Dios, que he dicho, y amiga mía, […] sabía mi necesidad, porque era testigo de mis aflicciones y me consolaba harto, porque era tanta su fe que no podía sino creer que era espíritu de Dios el que todos los más decían era del demonio, y como es persona de harto buen entendimiento y de mucho secreto y a quien el Señor hacía harta merced en la oración, quiso Su Majestad darla luz en lo que los letrados ignoraban.
Dábanme licencia mis confesores que descansase con ella algunas cosas, porque por hartas causas cabía en ella. Cabíale parte algunas veces de las mercedes que el Señor me hacía, con avisos harto provechosos para su alma (Jesús 30, 3).
De especial relevancia resulta también la expresión: “No tengas miedo, que yo te daré libro vivo”, que aparece en el minuto treinta de la película y está recogida en el capítulo veintiséis de la autobiografía.
Planteamiento feminista
Por otra parte, la frase que encontramos en el minuto cuarenta de la película (“el santo oficio necesita tener constancia por escrito de las visiones”) incide en una de las intenciones con las que la escritora abulense elaboró El Libro de la Vida.
Este constituye, entre otros aspectos, una justificación para Teresa sobre las visiones que se plasman en su obra literaria. En el discurso de la película es otra de las monjas la que advierte a Teresa:
“Los confesores no pueden leer esto. Te perseguirán por el simple hecho de ser mujer. Todo el rigor que no tienen para consigo lo tendrán contra ti” (minuto 42).
De esta manera, el planteamiento feminista queda subrayado en el film. Se añade:
“Otro gallo nos cantaría si Teresa hubiera sido cura”.
Otras expresiones que revelan el marcado tono feminista de la película son “fundar una casa”, vinculada esta al carácter autónomo y emprendedor de Teresa de Jesús, aspecto muy subrayado en la película; “tener un cuarto propio” (la alusión al texto de Virginia Woolf es evidente) y “recuperar la libertad de los fundadores del Carmelo”.
En el minuto sesenta de la película se hace más evidente la situación de la mujer en la época a través del diálogo entre Guiomar de Ulloa y la escritora abulense, ya que la primera subraya la necesidad de “disimulo” con la que la mujer debe enfrentar y abordar el discurso patriarcal imperante si quiere lograr sus objetivos. Por otra parte, en el film también se pone de relieve el enfrentamiento de Teresa de Jesús contra el poder ejercido por Ana de Mendoza de la Cerda (minuto setenta y cuatro).
No obstante, el juicio de la Santa inquisición, que se desarrolla casi al final de la película, aparece muy edulcorado. Sabemos que se trató de un proceso mucho más largo y farragoso que el que se nos plantea en el film.
De él solo se rescata el enfrentamiento entre el poder patriarcal imperante a través del argumento de autoridad con el que el inquisidor Salazar alude a una célebre frase de Tomás de Aquino. En el juego dialéctico la escritora demuestra conocer con mayor profundidad la obra del célebre filósofo.
Sí resultan relevantes los motivos por los que se la juzga: capítulos diez y dieciséis del Libro de la Vida. Se hace alusión al término “engolfada” empleado por Santa Teresa.
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Paralelismos
Como conclusiones, se puede apreciar que existen multitud de paralelismos entre Libro de la Vida y la película Teresa.
Teresa de Jesús escribe para legitimar “la experiencia de la conversión” (Celis np.) y justificar su necesidad como mujer de “encontrar las grietas desde las que contarse” (Antón 59) buscando, a través de los códigos y tópicos de la época, que su discurso sea validado y llegue a un público mayoritario.
En este sentido se puede hablar de una clara conciencia del papel de la mujer como escritora y religiosa dentro del contexto histórico.
De igual manera, la película, cuatro siglos después, pone el acento en estos aspectos, pero desde una perspectiva abiertamente feminista:
Los diálogos reproducidos están plasmados desde la perspectiva actual, se plantea un debate claramente feminista entre las propias mujeres que, por razones obvias, no se hace explícito en la biografía.
El elemento de la corporeidad y los escenarios discursivos han sido llevados al cine de manera magistral para que quede constancia de que, a día de hoy, las mujeres seguimos siendo silenciadas en diversos contextos.
Y, por miedo, en muchas ocasiones seguimos sin atrevernos a deslegitimar el discurso imperante como ocurre en la escena final del film:
La Teresa actual no es capaz de contar la verdad a la jefa de estudios por miedo a las represalias de “su inquisidor”.
N. del E.: Trabajo realizado por Ángela María Ramos Nieto para el módulo impartido por el doctor Jorge Luis Peralta en el Máster Avanzado en Literatura Española e Hispanoamericana (2020-2021).
Referencias consultadas
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