STF
SENTIR, TRANSFORMARNOS… TRANSFORMACIÓN: FELICIDAD
Paul Naschy, el ejemplo
Necesitamos aprender muchas cosas en la vida, tales como, aprender a pensar; sin embargo, resulta fundamental aprender a sentir, aprender a utilizar la fuerza de nuestro corazón y de nuestra alma.
Y es que cuando aprendemos a sentir, cuando descubrimos que somos seres emocionales y que tenemos sentimientos, descubrimos algo muy importante.
Es una mina que podemos explorar y poner en valor. Cuando aprendemos a sentir, nos damos cuenta de que estamos vivos. Y ese día que descubrimos que podemos sentir nos cambiará la vida, si somos conscientes del poder que tienen nuestras emociones y las sabemos gestionar.
Todos podemos aprender a sentir y la mejor manera es
escuchar a nuestro corazón.
Como todo en la vida, se puede aprender y entrenar. La mejor manera de aprender a sentir es sintiendo. Se trata de aprender haciendo. Cuando aprendemos a sentir, activamos la inteligencia emocional. Ahora nos enfocamos en la energía emocional que emitimos y recibimos.
F&E
FUERZA Y ENERGÍA
¿Somos conscientes de esta fuerza, de esta energía?
Ahora nos damos cuenta de lo que nos pasa por dentro y eso no lo podemos disimular ni disfrazar,
El corazón no sabe
mentir
Cuando aprendemos a sentir, nos quitamos esa coraza que nos envuelve el corazón y que no deja transmitir la luz de nuestra alma.
Cuando aprendemos a sentir, abandonamos ese yo, ese egoísmo que tenemos y comenzamos a enfocarnos en los demás, emprendemos nuestra batalla final hacia nuestra simbólica «V«. Se trata de dar a los demás, nuestro tiempo, nuestro talento, nuestro amor… Se trata de enfrentarnos a… La Rebelión de las máquinas.
Cuando aprendemos a sentir somos capaces de captar y conectar con otras personas y emprender un nuevo camino de autorrealización, de Larga vida y prosperidad. Ahora sentimos las emociones de otras personas y muchas veces su dolor. Y eso puede ser positivo, si somos capaces de aprovechar todo lo bueno para potenciarnos y potenciar a los demás.
Pero eso si, siempre:
Alimentarnos
de la mejor manera posible
Lobos
Os quiero contar una historia que habla de lobos, que por cierto no la he inventado yo. Dice así:
Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas.
Él dijo, «Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros».
«Uno es Malvado — Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, soberbia, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego.
«El otro es Bueno — Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, amistad, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.
El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo:
“¿Qué lobo gana?”
El viejo Cherokee respondió: «Aquél al que tú alimentes.«
Cuando aprendemos a sentir y lo hacemos de manera adecuada alimentamos nuestra alma y nuestro corazón con esa fuerza que nos hace invencibles y podemos vencer los miedos.
Aquél al que tú
alimentes
Cuando aprendemos a sentir podemos sentir el cariño y el amor, el corazón se expande y cada vez tenemos más capacidad para amar.
Qué mejor en la vida que vivir para amar y amar para vivir. Cuando aprendemos a sentir disfrutamos más, aunque, a veces, no podamos controlar lo que sentimos, aunque eso que sentimos nos pueda hacer daño. Pese a todo, debemos estar preparados, preparados para el Juicio final.
Así, cuando enseñamos y aprendemos a sentir nos convertimos en maestros del corazón y pasamos del conocimiento a la sabiduría.
Por último, tenemos que aprender a sentir y tenemos que aprenderlo por nosotros mismos. A pesar de las dificultades, merece la pena sentir y hacer sentir a los demás que estamos, que cada día estamos más vivos que nunca.