UN PROYECTO FELIZ
Aunque, en general, las metodologías basadas en proyectos se identifican con una baja organización, Proyectos Felices se basa en una alta organización y planificación que originan que el maestro esté seguro de lo que hace y de lo que tiene que hacer. Está también pensada para todos aquellos docentes que, por primera vez, se enfrentan a este cambio. Es una metodología totalmente libre, en la cual no hay que dar cuentas a nadie. La libertad de todos los factores es viable, incluido el estar menos organizado.
Los proyectos auténticos se basan en esa libertad de elección, y sobre esa elección, trabajar; pero eso, no es fácil para la mayoría de maestros que tienen que desarrollar un currículo y cambiar a la vez.
Nosotros tenemos un currículo prescriptivo que tener en cuenta y que debe ser muy organizado. Organizar no es sinónimo de matar la creatividad y la libertad de actuación del alumno, sino de preparar las condiciones para que esa creatividad y libertad puedan producirse dentro de un orden que él ordena.
Planificar de forma adecuada significa asegurarse un trabajo bien hecho y un descanso del docente ante algo que no domina, sobre todo, al principio, y que con esta planificación puede controlar y estar seguro de su actuación. Planificar es una característica que todo docente debe poseer, el problema es ¿qué planificar?
Planificar y secuenciar teniendo en cuenta tres grandes partes:
Parte 1. Diseño del proyecto.
Parte 2. Programación curricular del proyecto.
Parte 3. Parte práctica del proyecto: las actividades.
¿Cómo explicamos todo esto?
Parte 1
Diseño del Proyecto
Para poder diseñar Proyectos Felices es necesario partir siempre de lo que se cree más importante para el alumno:la felicidad. Esa felicidad es sinónimo de diseño del proyecto. No puede haber felicidad y por ende motivación si lo que vas a plantear al alumnado no la desprende. Por ello, siempre la primera parte de nuestros proyectos es el diseño del propio proyecto, entendiendo que lo que viene después, lo curricular, es secundario.
No se puede estar diseñando un proyecto y pensando en el currículo. Si se hace así, se desvirtúa el sentido del Proyecto Feliz. El proyecto no está al servicio de los elementos curriculares, estos están al servicio del proyecto y así lo tiene que notar, sentir e interiorizar cada alumno.
«Organizar no es sinónimo de matar la creatividad».
Bienvenido al mundo del disfrute, de la creatividad, de la pasión por la educación. Diseñar un proyecto es la base de todo lo que después harás en la práctica, esto significa que si eres muy creativo en tu diseño, luego serás creativo en la puesta en práctica a través de las actividades. Si no eres creativo en el diseño, tus actividades carecerán de esa misma creatividad. Así que entiende la importancia de esta primera fase.
Cualquier docente es capaz de conseguir un diseño interesante. Conforme tenemos experiencia, como en todo, los diseños serán espectaculares. En el próximo capítulo veremos los pasos para construir un diseño atractivo y que sea la base de un Proyecto Feliz de calidad.
Parte 2
Programación curricular del proyecto
Una vez que ya hayamos creado el diseño del proyecto, ya tenemos libertad para poder pensar en los elementos curriculares. No se puede empezar esta fase si no se ha cerrado por completo el diseño del proyecto. Cuando pensamos en currículo hay que pensar en los elementos curriculares que lo conforman: contenidos, criterios de evaluación y estándares de aprendizaje. Para empezar a realizar la programación curricular del proyecto se puede utilizar cualquiera de estos elementos. Nosotros utilizaremos los estándares de aprendizaje, que los pondremos al servicio del proyecto como recurso del mismo, y no al contrario.
Y ahora viene lo maravilloso de nuestra forma de trabajar. Aquellos estándares que odias, que no sabes qué hacer con ellos, que te han venido impuestos, que son demasiados y que muchos de ellos parece que se repiten, van a encajar perfectamente con el proyecto que has diseñado. Da igual cual sea el diseño del proyecto, cada uno de los estándares de aprendizaje están hechos para él y encajan perfectamente.
Parte 3
Práctica del proyecto: las actividades
La ultima fase del proyecto será la puesta en práctica de todo lo que hemos planificado a través de las actividades. Si importante es el diseño del currículo y la introducción natural de los elementos curriculares, aun más importante es su puesta en práctica. Al alumnado lo que realmente les importa es lo que hacen y sienten, aunque detrás de todo lo que van a realizar y sentir haya un trabajo muy minucioso de diseño y planificación, como ya hemos visto.
La puesta en práctica de cualquier proyecto de aprendizaje siempre tiene un toque muy personal del docente que la desarrolla, pues las propias actividades dividen su puesta en funcionamiento en una serie de partes que son específicas de los proyectos. Cada una de esas partes no está incluida de forma accidental, sino que hasta el propio nombre tiene un sentido en el global de la actividad.