PARODIA Y DISEÑO

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PD

PARODIA Y DISEÑO

Parodia y diseño revisan la educomunicación.

SS&F

SEMANA SANTA Y FALLAS

Terminó la Semana Santa y acabaron las Fallas, la primera en y con su dimensión religiosa y popular, la segunda en su trazado popular, jocoso y paródico. Las Fallas como, fuego, ruido y reflexión: Mediterráneo. Son más que una prolongación cultural y simbólica,  extensión del arte, de un género del entretenimiento y de la burla de la actualidad.

Como recoge @NoelleInMadrid, la socióloga Linda Hutcheon, en Theory of Parody, define la parodia como “una forma de repetición con una distancia crítica e irónica, marcando la diferencia más que la similitud”. Pone énfasis en la relación sorprendente del potencial efecto conservador de la repetición, y, a su vez, del revolucionario efecto de la diferencia y la distancia.

Estimulante combinación de cercanía en la implicación emocional del artefacto, y distancia crítica de la realidad que se parodia y por tanto  distorsiona. La parodia tiene la capacidad de llevar un debate a la calle, de hacer que el público eche su mirada crítica, la vuelque, y se visibilice. 

¿Qué suscita, exige, redimensiona, remueve de la comunicación que siempre educa, y de la educación que a veces comunica?

PT

LA PARADOJA DE LAS TICS

La incoherencia entre educación en general, y escuela en particular con las TRIC, produce la paradoja de las TIC. Es decir, se introducen programas, soporte tecnológico y aplicaciones en las aulas, y al mismo tiempo se ignora o rechaza las prácticas culturales digitales de sus propios alumnos. El ocio digital, en su constante y fluido aprendizaje invisible es ajeno a los objetivos, actividades y evaluación curricular.

Se evidencia que uno de los aspectos de la brecha digital entre niños y jóvenes con sus educadores (maestros y padres) es la distancia intergeneracional que aumenta con la diferente percepción. Mientras que para los menores y jóvenes el entorno digital es una oportunidad, para los adultos es un riesgo o una amenaza.

Por tanto, la escuela tiene graves problemas para comunicar, para acceder a sus alumnos, para ofrecer una formación acorde a sus necesidades y sus intereses,  que responda a las exigencias de una sociedad en constante cambio, en la que se optimice la mediación de las TRIC.

¿De qué modo los tradicionales factores de la comunicación, hoy mediados por la tecnología han cambiado? ¿O lo han hecho sus funciones?

Según la perspectiva que adoptemos en nuestro análisis, bien desde la tradición alemana o estadounidense, llegaremos a diferentes conclusiones. para afrontar la investigación sobre la comunicación de masas, como señala Moragas Spa en sus estudios y teoría de la comunicación.  

Spa observa que los elementos que intervienen en el proceso de comunicación son los mismos (emisor, receptor, canal, mensaje), pero las relaciones que ellos establecen son las que han  cambiado. Estamos de acuerdo en la segunda parte de la premisa, pero cuestionamos la primera. El entorno digital, produce un fusión del online y offline, una zona de simbiosis y sinergias, que requiere un análisis y una praxis holística, que en nuestra opinión es un cuarto entorno

Un entorno que ha propiciado un emirec/prosumer en plataformas multicanales, multiformatos, multigéneros y subgéneros en un mensaje intertextual que expande multiples significados y recreaciones. Un cuarto entorno que se aprecia en las últimas obras de Castells, y en concreto en «Redes de indignación y esperanza«, donde se comprueba que el movimiento y la viralidad de las redes sociales, son organización y dinamismo en el tejido físico, social y  asociativo.

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NUEVO ENTORNO

Por tanto, un nuevo entorno, con  factores y agentes comunicativos mutantes, funciones nuevas que exigen una visión educativa, que cuestione la que nos legó la imprenta, a pesar de que se repite una y otra vez como la historia de un clon en  el discurso institucional.

¿Escuchamos la voz de los alumnos cuando su mirada está viendo en clase un OSNI?   

Es preciso reinventar la educomunicación, y revisar las diferentes fronteras, y también murallas, como describe Baricco en sus bárbaros, que se han levantado en la comunicación y la educación. Proponemos la parodia y el diseño como factores que movilicen el horizonte neurosocial que necesitamos para encontrar el entorno, y el oxígeno que nos permita otear esa utopía que convierta la educación y la comunicación en un ecosistema, en un nuevo humanismo 3.0. Como exponemos en disrupción educomunicativa, la parodia es deconstrucción y reconstrucciónAnálisis (distancia) y creación (cercanía). El hecho paródico flirtea con la educación mediática, tanto en su tradición anglosajona “Media Literacy”, como latinoamericana educomunicación, porque recoge las dos dimensiones de la alfabetización digital: el análisis y la creación. Lo primero implica fragmentar, deconstruir, interpretar, valorar; lo segundo, expresar, reconstruir, crear.  

Así como el filósofo, el educador y comunicador buscan con su lámpara y su razón el sentido; el parodista provoca lo contrario, explora la inversión, lo contradictorio, el caos. La tradición literaria en el  packaging de la parodia muestra cómo es la crítica literaria, la novela y el ensayo; y los géneros periodísticos como el reportaje, la crónica o el documental, se manifiestan en un deconstrucción que obedece no siempre a unos códigos y cánones estilísticos, ideológicos y formales.

ED

EXPERIENCIA DISRUPTIVA

Pero,  ¿cómo invertir el tablero en el que se juega la partida de la educomunicación?

La experiencia disruptiva de varios colegios en Cataluña que funcionan sin pupitres, ni deberes, ni clases magistrales; sin asignaturas, ni exámenes, interpela. Es pronto para valorar, pues apenas tienen un año de rodaje. Sin embargo, destacamos que todo nació con una lluvia de más 50.000 ideas, en la que participaron más de 1000 alumnos y profesores, además de familias y otros agentes sociales. 

Esta iniciativa significa transformar las estructuras organizativas (espacios y tiempos), las relaciones docente-estudiante, estudiante-estudiante, docente-estudiante-procesos, estudiante-docente-comunidad educativa. Modelo pedagógico, trabajo por proyectos, protagonismo del equipo… son algunas claves. 

Es decir, un diseño diferente para una escuela diferente. El impacto de la parodia en la educación despierta interés por su propósito de avalar el diseño (parodia como imitación), mientras que cuestiona su metodología (parodia como crítica). En cuanto a la educación, nadie discute que es necesario, que tenemos la obligación y la responsabilidad de potenciar el  conocimiento a la próxima generación. El latido paródico invita a preguntarnos:  

¿Y si no tenemos la obligación de impartir conocimiento? ¿Impartir conocimiento debe ser el objetivo principal? ¿O tiene más importancia  generarlo? ¿La estructura rígida de las aulas, los horarios y los currículos son beneficiosos? ¿Qué habilidades serán las más importantes para los trabajadores del año 2020? ¿2030? ¿Si cambian nuestros cerebros, por qué no cambia el modelo? ¿Para qué clases de 55 minutos, si el máximo segmento de atención son 20 minutos, y de atención focalizada apenas 5 minutos?

La parodia tiene el poder de extender el debate, de conseguir que los padres empecemos a cuestionar los colegios, a hablar con nuestros hijos sobre su educación y de presionar a las autoridades y responsables para pensar más allá del currículo establecido. La parodia tiene el poder de hacernos reflexionar a todos sobre cómo hemos llegado a la situación actual, de un sistema educativo que no prioriza las necesidades de la futura generación de trabajadores y creativos. La parodia también tiene el poder de conseguir que apreciemos aún más el arte y la importancia del concepto.  

Fallas, parodia que es diseño, que son materiales, procesos. Interior para celebración exterior, visibilidad del pueblo para el pueblo. Iconos que se hacen, votan e indultan. Diseño que es estética y es belleza. Lo sugiere Kafka:

“Quien conserva la capacidad de ver la belleza,

no envejece

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