I TECNOLOGÍAS EMERGENTES
Las tecnologías emergentes ¿han cambiado la Educación? Pensamos que NO. Ahora bien, ¿sabemos por qué?
El objetivo del –desde nuestro punto de vista, mal llamado– «proceso educativo» es el reconocimiento de los logros de aprendizaje. Esta premisa nos conduce al concepto de «acreditación», que no es más que la certificación de un reconocimiento emitida por una institución, una organización, un gobierno, etc. En este sentido, como sabemos, hay una serie de métodos evaluativos mediante los cuales –teóricamente– se puede establecer el grado de aprendizaje (examen, práctica, etc.) a efectos de reconocimiento y acreditación.
A medida que nuestro mundo «se mueve» desde una economía industrial hacia una sociedad del conocimiento, aparecen nuevas habilidades que surgen con este cambio. Ello implica que las tecnologías sociales de la web ofrezcan nuevas oportunidades para el aprendizaje, y permitan, al tiempo, la concepción de nuevas formas de evaluar.
El método de «Aprendizaje entre en iguales» Peer to peer (i.e.: ‘producción entre iguales’ –P2P, por sus siglas en inglés–) permite la gestión de comunidades en línea y la elaboración de diferentes herramientas, por ejemplo:
- Portafolios digitales.
- Rastros digitales
- Valoraciones (opiniones individuales y clasificaciones).
Que contribuyen a una evaluación fiable, de calidad y a tiempo real.
LA EVALUACIÓN NO FORMAL
Debemos reparar en el hecho –a veces, poco considerado– de que el reconocimiento por parte de nuestros compañeros de trabajo, de entornos compartidos, de redes sociales, etc., puede tener una función similar a la acreditación formal; y, además, debe ser tenido en cuenta como una de las vías para formalizar el reconocimiento de dichos compañeros (peers) en créditos oficiales.
La educación en abierto es, pues, un escenario de evaluación y acreditación, que se basa en los atributos de las comunidades de software de código abierto:
Son los BADGES del trabajo-aprendizaje del futuro.
Tales ecosistemas suelen ser descritos como una combinación de tres áreas: contenido, apoyo al aprendizaje y acreditación (integrada con evaluación).
NUEVOS ENTORNOS DE APRENDIZAJE
Los escenarios de formación han evolucionado al amparo de los avances tecnológicos. De hecho, hay algunos ejemplos que merecen ser analizados. Los entornos simulados se han utilizado en capacitaciones de venta, de atención al cliente, en arquitectura y en medicina.
En este último ámbito, el entorno de simulación se ha usado para reproducir una operación muy compleja, algo imposible de pensar antes. En algunas universidades, se está experimentando con clases demostrativas de cirugía virtual. Es un mundo virtual que representa un quirófano virtual al completo, en el que se recogen las mejores técnicas quirúrgicas de distintos médicos de cualquier parte del mundo; esta información podría servir de aprendizaje para los estudiantes de medicina y también para otros médicos. La utilización de este tipo de entorno hace que los estudiantes sean protagonistas de su aprendizaje, ya que el proceso cobra una dinámica más activa, donde se aúnan práctica e interacción.
«Los estudiantes de arquitectura también pueden beneficiarse de la realidad virtual a través de programas educativos para el aprendizaje del diseño de diferentes tipos de edificios. Además, la integración de herramientas de diseño, como AutoCAD, con herramientas de animación tridimensional, como 3DStudio, y los editores del lenguaje de modelado de la realidad virtual permiten la construcción, en Internet, de edificios virtuales de gran complejidad en los que una persona puede introducirse para recorrerlos hasta el último rincón y observar hasta el mínimo detalle de su construcción y decoración.»
Guillermo Choque Aspiazu
Otro ejemplo, popularizado –casi como si de un videojuego se tratase– es el conocido simulador de vuelo. Y tampoco nos son ajenas sus aplicaciones en el campo de la psicología.
«La experiencia virtual (mediante el diseño de la situación según los elementos clave de un problema concreto) es capaz de generar en la persona las mismas reacciones y emociones, que las que experimenta en una situación similar en el mundo real. Por ejemplo, en el caso de los trastornos de ansiedad, las personas sienten y expresan el mismo temor e inquietud ante el peligro virtual que en el caso del peligro real.»
Es decir, la realidad virtual brinda muchas alternativas, ya que es una herramienta de aprendizaje con amplios beneficios por su capacidad de inmersión y de interacción.
UNA NUEVA CONCEPCIÓN DE ONTOLOGÍA
Desde la década pasada, el entorno de la ontología se ha puesto de moda dentro del fascinante mundo de la ingeniería del conocimiento.
Aunque existen muchas definiciones de ontología, estas han ido evolucionando con el pasar del tiempo, desde las definiciones dadas por los griegos, hasta la época actual –vinculadas con el ámbito de la inteligencia artificial–.
Pero para el diseño, desarrollo e implementación de una ontología, en la cual se representa una determinada área del conocimiento, se tiene que «ir más allá» del mero concepto; esto es, se deben analizar algunas cuestiones básicas, a saber:
- Metodología(s).
- Herramientas.
- Lenguajes a utilizar durante el proceso de desarrollo.
METODOLOGÍAS
¿Pueden servir de uso para construir una ontología?
¿Conviene reutilizar ontologías previamente construidas?
¿Qué actividades se realizan dentro de este proceso?
¿Cuándo se puede construir una ontología utilizando una metodología?
¿Sirven de soporte en el diseño de la ontología?
¿Debemos contemplar el ciclo de vida de una ontología en relación a una metodología?
HERRAMIENTAS
¿Sirven de soporte durante el proceso de desarrollo de la ontología?
Con respecto al almacenamiento, ¿base de datos o archivos?
¿Deben poseer un motor de inferencia?
¿Se pueden traducir a diferentes formatos de lenguajes ontológicos?
¿Calidad de las traducciones?
¿Calidad de la interacción entre servidor y cliente –usuario de la ontología–?
LENGUAJE
¿Cuál debo utilizar para realizar la ontología?
¿Qué expresión debe tener ese lenguaje?
¿Cuáles son sus mecanismos de inferencia?
¿Es apropiado para intercambiar información entre las diferentes aplicaciones?
¿Facilita la integración entre ontología y aplicación?
¿Es compatible con otros lenguajes usados para representar conocimiento en la web?
«El verdadero genio de las organizaciones es la economía informal, a menudo, inspirada en formas espontáneas de las que han hecho uso las personas reales para resolver problemas reales; de este modo, los procesos formales no pueden preverse. Cuando estás compitiendo en el conocimiento, el nombre del juego es la improvisación, no la memoria.»
* * *
II EL ORIGEN DE LA DISRUPCIÓN
Confianza, transparencia, compartir experiencias… realmente, en esto consiste el aprendizaje, y se basa en el trabajo. (Learning is the work.)
La concepción de «Educación» como elemento aislado HA TERMINADO; en nuestros días –como sabemos ya–, debe «ir de la mano» del desarrollo del comercio, la cultura, el trabajo… pasamos a un estado de «meta-conectividad».
De hecho, cambiar «El fracaso no es una opción» por «El fracaso no es un problema» implica cambiar de cultura; implica cambiar la cultura de la RESILENCIA por la cultura de la superación, la adaptación, la transparencia y la confianza; lo que podríamos definir como: «cultura de REDARQUÍA».
A cada paso que damos, urge la adopción de un nuevo PARADIGMA más eficiente para el aprendizaje, con métodos:
- Más transparentes.
- Más confiables para la evaluación.
- Alentadores para los estudiantes. (Para explorar diversas ideas, experimentar con diversos formatos o construir puentes con diferentes comunidades.)
El mundo natural se compone de sistemas complejos y, por tanto, tiene sentido que las mejores estrategias para una población sean las que toman en cuenta esta complejidad. No hacerlo supone una limitación; una limitación de los modelos de organización jerárquicos, que no pueden hacer frente a altos niveles –i.e.: a gran escala– de complejidad. Las jerarquías amplifican la escala de comportamiento de un individuo, pero no aumentan su complejidad, en todo caso, la limitan y la disminuyen.
Para aumentar la complejidad de una sociedad y que este aumento permita encontrar diferentes caminos, se necesita transversalidad, se necesita REDARQUÍA. Es decir, se necesita adoptar un patrón que permita establecer planteamientos complejos abiertos; ya que, si los jerarquizamos, los cerramos y delimitamos, corremos el peligro de que pierdan su valor para la sociedad.
Si bien nos debemos «salir» de las jerarquías oficialistas, necesitamos redes sociales fuertes; pero no en el sentido ‘dogmático’ y ‘uniforme’; sino en el de redes ‘transparentes’ y ‘confiables’ para sus componentes.
PERSONALIZACIÓN Y SOCIALIZACIÓN
Stephen Downes me preguntó en Caracas si la personalización y la socialización podrían convivir o eran excluyentes. Desde mi punto de vista, está claro: deben ser convergentes. A mayor personalización (inclusividad, excelencia personalizada, diversidad…), mayores potencialidades sociales; ya que, si cada individuo consigue dar de sí mismo lo máximo que puede, su aportación al grueso de la sociedad será mucho mayor.
Recordemos los modelos de relaciones sociales que acuña Serge Moscovici (1969). Nos hablaba de un: «sistema de valores, ideas y prácticas con una doble función: en primer lugar, establecer un orden que permita a las personas orientarse en su mundo material y social –para dominarlo–; y, en segundo lugar, que la comunicación se produzca entre los miembros de una comunidad, proporcionándoles un código para el intercambio social y un código para nombrar y clasificar –sin ambigüedades– los diversos aspectos de su mundo y de su historia individual y de grupo.»
Serge se basa en dos planteamientos que establece de manera simultánea: CIENTÍFICO y EMPÍRICO. El universo consensual de la representación social, en el que el público lego elabora y difunde las formas de conocimiento lleva a constituir el contenido de sentido común, el aspecto más PERSONALIZADO y REDÁRQUICO. Esta dualidad, en situaciones sociales complejas, hace que, frente a cualquier INNOVACIÓN, surja lo que se ha convenido en denominar «SOCIO-GÉNESIS».
ETAPAS
- En primer lugar, se anclan viejos planteamientos adquiridos y conocidos –aspectos más conservadores–.
- En segundo lugar, se pasa a una objetivación más abstracta y, por tanto, más compleja (desconocida)… lo cual fortalecerá aún más el grupo de interacción; mientras cada individuo mantiene su posicionamiento propio.
Entonces, la identidad social y, por tanto, la personalización –dentro de la complejidad–, se construye mediante la identificación. Ahora bien, la gente no necesariamente se compromete con la identificación plena de una serie de aspectos, sino con la de aquellos que no se apartan de sus intereses, maneras de ser, etc. Así, cada individuo pueden utilizar su «débil grado de asintonía» para escindirse de los valores que definen la identidad grupal y resaltar su identidad personal –la libertad siempre tendrá prioridad–.
El bienestar dentro de una estructura social redárquica es netamente experimental. Por tanto, no hablamos de concepciones como la de «jerarquía de necesidades» de Maslow, que nos ocupa en la sociedad posmoderna. En su lugar, hacemos referencia a procesos intergrupales complejos e interpersonales.
Las personas son seres sociales que experimentan, que necesitan reflexión y motivación de apoyo en sus actividades diarias de construcción, representaciones y valores sociales propios.
Si siguiéramos ahondando, encontraríamos más referencias y similitudes, pero también elementos que, por diferentes cuestiones, se dispersan; pero, al fin y al cabo, de eso se trata. ¿Acaso no buscamos ideas complejas y conocimientos divergentes que enriquezcan formas nuevas de entender la sociedad?
El LEARNING IS THE WORK lo hace, ya que cambia –totalmente– el paradigma de la certidumbre y del conformismo por planteamientos abiertos que inhiben la proliferación de una sociedad estática y uniformizada, y favorecen la idea de que en la diversidad está la mejora.
EL APRENDIZAJE INFORMAL
El aprendizaje informal es muchas cosas, entre ellas, un nombre muy largo y muy investigado, además de un fenómeno descrito como un ‘aprendizaje sin descubrir’, sin explorar, de una «categoría residual». Pese a todo, representa casi el 90% de nuestra adquisición de conocimiento. Se trata de la tendencia a la que se orienta nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje.
Pero, ¿cómo puede ser descrito? John Dewey, filósofo y educador estadounidense – probablemente, el primero en utilizar el marbete de «aprendizaje informal»– lo describió como el «aprendizaje natural» que ocurre a lo largo de toda la vida («Lifelong learning»). Este punto de vista acuñado tras larga discusión para el aprendizaje informal, también se utilizó en el contexto de la educación de adultos y formación profesional continua. En estas áreas, el aprendizaje está más involucrado con las relaciones de trabajo y de vida, de modo que le adjudicamos otras funciones, como llegar a una conclusión, o la programación de contenidos funcionales.
Desde muchos ámbitos de la Educación 2.0, se están redefiniendo los nuevos intentos de construcción de Escenarios de aprendizaje.
Cristóbal Cobo, en su libro, El Aprendizaje Invisible, nos describe perfectamente qué se entiende por aprendizaje líquido –aunque él lo denomina «invisible»–. De igual relevancia nos parecen los artículos de Fernando Santamaría (Universidad de León), sobre los parámetros en que debería ubicarse y desarrollarse, aunque –ciertamente– queda mucho camino por recorrer; no solo hasta su puesta en acción, sino, incluso, para tener una concepción clara, generalizada y consensuada de este tipo de aprendizaje.
La irrupción de las Nuevas Tecnologías (TICs) ha producido en el mundo de la enseñanza-aprendizaje una situación de «descolocación». Primero, en las esferas político-administrativas; a continuación, en el conglomerado docente y, por «decantación», en los aprendientes y en el resto de la Comunidad Educativa.
La Educación ya nunca será lo que era, eso ya está admitido por toda la sociedad; lo que no tenemos tan claro es cómo utilizaremos este nuevo tipo de tecnología; y es en eso, precisamente, donde entra en escena nuestra propuesta: Un Escenario Inclusivo-Ubícuo (Juan Domingo Farnós).
Ocurre que la creciente disolución de las fronteras entre trabajo y aprendizaje –y entre trabajo y ocio– limita, cada vez más, la difícil tarea de trazar la línea divisoria entre el aprendizaje formal e informal. De hecho, ha habido numerosos enfoques sobre la definición que deberíamos adoptar; ninguno de los cuales ha parecido establecerse de manera paradigmática. Incluso para la Comisión Europea, la distinción entre el aprendizaje formal, no formal e informal aparece difusa. Probablemente, nunca podamos dar una definición definitiva, ya que el ángulo de análisis siempre será diferente para el aprendizaje informal.
A primera vista, lo que sí parece claro –dentro de esta nueva etapa en la historia de la educación–, es la disposición de los roles de jerarquía que venían desarrollándose en la concepción que se ha tenido hasta nuestros días; la cual parecía de obligado cumplimiento. Dicha disposición está cambiando hacia estructuras mucho más transversales y menos rígidas, con la entrada de nuevos actores.
MUTATIS MUTANDIS
Este nuevo Escenario –generado por la adquisición en nuestro ADN de las TICs, como un elemento más de nuestra manera de pensar y de actuar– obliga, de alguna manera, a trabajar con una mezcolanza de parámetros propios de la Formación reglada y la No reglada (aquella en la que nos formamos, sin darnos cuenta, a lo largo de nuestra vida). La puesta en valor de este fenómeno es la más importante en el ámbito educativo y la que cambiará el perfil de nuestra Sociedad por entero. Las tecnologías (y las personas que están detrás de ellas) hacen que la sucesión de las cosas acontezca de otra manera, que nada tiene que ver con lo que hacíamos antes de su surgimiento.
Se produce un trasvase de los centros de poder de la Educación, es decir, la Universidad y la Escuela, dejan de ser los «acaparadores» legales y únicos, para pasar a ser un elemento más; ya que la Ubicuidad de las TICs ha provocado que tanto la Educación como los aprendizajes no tengan ya condicionantes espacio-temporales.
Todo el mundo dispondrá de la «oportunidad» y de la «posibilidad» de formarse, cuando y como quiera. Las brechas sociales y económicas se derrumbarán como un castillo de naipes.
De esta manera, las posibilidades ubicuas que tendrá la Educación (que hasta ahora era inmóvil y completamente rígida y estable), ejercerán una fuerza centrífuga hacia caminos personalizados y auto-formativos. Cada aprendiente buscará su formación –no la de otros–. Este fenómeno, llamado «INCLUSIVIDAD», hace que la búsqueda de la Excelencia de cada persona sea mucho más fácil de conseguir; ya que la propia «liquidez» de la Educación lo facilita, es más, lo hace casi esencial y de obligado cumplimiento.
PROSPECCIÓN EDUCATIVA
A partir de este escenario que hemos dibujado, debemos preguntarnos: ¿Cómo ejecutaremos todos estos planteamientos que son completamente disruptivos (y no innovadores, aunque algunos lo vean así)?
Sin duda, esa es la gran «batalla» que se presentará en breve y que debemos, al menos, definir, pensar y, de alguna manera, dar a conocer; para que la sociedad misma se pronuncie y nos indique las características reales que quiere para su desarrollo.
Frente a todo lo que hemos expuesto, lo que ya no tiene sentido es reponer posicionamientos REDUCCIONISTAS y PROTECCIONISTAS; puesto que no se sostendrían de ninguna manera, aunque nos pusiéramos pusilánimes en una concepción catastrofista de una sociedad «maquinizada» –que no viene al caso– o de una falta de preparación de las personas, lo cual aún es menos creíble desde el momento en el que las Tecnologías conviven con nosotros de una manera normal y generalizada.
Ya, ni siquiera los postulados de muchos «prohombres» de la pedagogía, que aclaman: «Más pedagogía y menos tecnología», tienen sentido. La Sociedad del conocimiento es un mashup de circunstancias y de acontecimientos, donde todo se produce por efectos varios y donde todo es necesario y nada puede ser excluido. Por todo ello, nada es superior a nada ni a nadie y cada aspecto es importante, según lo que se necesite, cómo y cuándo.
Del mismo modo, tampoco podemos caer en el «absolutismo» de autores como Kurzweil y el acatamiento del predominio de las máquinas sobre los hombres. Ni lo uno ni lo otro –naturalmente–; aunque, en determinados acontecimientos, pueden predominar unos y/u otros y tampoco debería pasar nada.
EPÍLOGO
El fenómeno de la Disrupción ayudará universalizar nuestro desarrollo –intelectual y científico–, y, además, contribuirá a humanizar la Educación; porque –aunque escape al entendimiento de muchos de nosotros–, nunca ha sido humana, siempre ha estado condicionada por normas impuestas no siempre de manera lógica, lo cual, de «humano», tiene poco. Se mire como se mire, todo ello hará que la transparencia y la confianza –otros dos caballos de batalla dentro del mundo 2.0– ya no serán ni reseñables, porque también serán connaturales a los contenidos y, por tanto, no hablaremos de ellos.
De hecho, autores como el propio Tim Berners-Lee, el padre de la web, o el mismo Roger Schank, el abanderado de la disrupción educativa (junto a David Warlick), cada día aparecen con menos frecuencia en la escena Educativa-TIC; no porque no sean importantes, sino porque sus planteamientos se «han ultrapasado», y no, precisamente, por otros más tecnológicos; sino porque la propia normalidad de las cosas da más protagonismo a toda la sociedad y a nadie –en concreto– en especial.
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