“No me tapes el sol” de Eduardo Infante es un libro de filosofía que te enseña a ser, a ser persona con tus pensamientos, a seguir tus ideas y no dejarte llevar por las de los demás.
Te enseña a enamorarte de tus pensamientos, a seguir las enseñanzas de la naturaleza y el bien común en beneficio de la comunidad.
Sinopsis de No me tapes el sol
En esta obra, Infante reivindica el verdadero pensamiento cínico, el que se opone a las ideas idealistas de Platón, reivindica el seguimiento de tus propios pensamientos sin dejarte llevar por la manada que siente y padece las normas establecidas por una sociedad que piensa en el tener y no en el ser.
Los mensajes de la filosofía cínica han sido ignorados porque se dan de cara con la verdad, porque los que la siguen se enfrentan al poder establecido, diciendo la verdad en beneficio de todos.
Platón defiende el ideal de hombre único, perfecto, un modelo de persona al que debemos someternos. Diógenes se enfrentó a sus ideas diciendo que no encontraba ese hombre por las calles. A Diógenes lo tacharon de loco y desde entonces las ideas de los cínicos fueron ridiculizadas y ocultadas.
“No me tapes el sol busca actualizar la filosofía cínica como salvavidas para subsistir con libertad, cordura y dignidad en un mundo pospandemia que parece navegar a la deriva”.
Eduardo Infante, autor
Es el autor del best seller internacional Filosofía en la calle, nació en Huelva en 1977, pero lleva media vida residiendo en Gijón. Licenciado en Humanidades, enseña Filosofía en bachillerato con métodos nada convencionales: narra la muerte de Sócrates en un juzgado, explica Aristóteles paseando por el parque, invita a practicar el cinismo en las calles comerciales y nos cuestiona con sus #FiloRetos en las redes sociales con el fin de invitarnos a pensar la vida y vivir el pensamiento. Su perro se llama Nietzsche. (Ariel, 2021)
Reseña
Con su primera obra, Filosofía en la calle, el autor ya nos hizo sentir un amor especial por la filosofía haciéndonos reflexionar con nuestras propias ideas y las establecidas en la sociedad…
En esta segunda obra, No me tapes el sol, Eduardo Infante nos hace reflexionar sobre la filosofía cínica, una buena forma de vivir en consonancia con tus ideas. Nos invita a denunciar los malos hábitos que se llevan en la sociedad actual y nos argumenta los pensamientos cínicos como seguimiento verdadero del bien común.
“Cuenta la leyenda que el joven Alejandro de Macedonia buscó un día a Diógenes, cuya fama había picado su curiosidad. Se lo encontró tomando el sol tumbado perezosamente de espaldas, quizá en las cercanías de un campo de deportes ateniense; otros dicen también que encolando un libro. El joven soberano, esforzado en demostrar su generosidad, concedió al filósofo expresar un deseo. A lo que parece que contestó: “No me tapes el sol” (Peter Sloterdijk).
Los filósofos cínicos tomaron como modelo de existencia la vida de los perros que pueden ignorar el pecado, la culpa, las reglas sociales, las modas , la fama, la gloria, el honor, la propiedad, la riqueza, el éxito, el resentimiento, el estrés, la ansiedad, la depresión…
Los cínicos actuales nada tienen que ver con los cínicos puros, la palabra actualmente se ha identificado con desvergonzado mientras que los filósofos cínicos eran conocidos por su búsqueda de la verdad y de la justicia, en beneficio de la sociedad, denunciando los abusos que frecuentemente se daban entre las clases más dominantes.
“En nuestro mundo actual, monocolor en cuanto a las formas, modos y estilos de vida, urge encontrar “héroes filosóficos” que asuman la tarea de encarnar la libertad de pensamiento, que se atrevan a pensar la vida y a vivir el pensamiento”.
Afirma Carlos García Gual en “La secta del perro” que corren buenos tiempos para el cinismo, inmejorables para el sarcasmo como crítica a una cultura que nos ha tocado en desgracia vivir y que ha reducido la felicidad a un simple “ser tonto y tener trabajo”.
Los filósofos cínicos fueron valientes y adoptaron una forma de vida que respetaba sus pensamientos, decían la verdad sin temor a los que gobernaban, se pronunciaban contra las normas injustas, los malos hábitos y las costumbres que ignoraban los pensamientos de los demás.
Me pregunto qué pasaría hoy si practicásemos una filosofía cínica. Hay muchas ataduras en la sociedad actual que no se discuten, que no se reflexionan, que se dan por sentadas y no hay lugar a discusión.
En el mundo educativo y de la cultura se da mucho esta forma de continuismo que sigue las tradiciones y no se enfrenta a las verdaderas necesidades. Se educa poco el pensamiento crítico, se ayuda poco a formar parte del grupo como uno más, con todas sus consecuencias, escuchando todas las opiniones, esto hace que la sociedad no cambie porque se perpetúan los modelos años tras años.
Atreverse con fórmulas no establecidas es una lucha de gigantes que están en boca de esos dominantes que esperan la continuación de las tradiciones, los hábitos, las costumbres, el mercantilismo… Esa sociedad de los poderosos que aplasta a los más débiles y a los que no les siguen.
Comenta Infante que el cinismo es un proyecto emancipador que nos invita a entrenarnos hasta obtener la capacidad de autogobierno con la que preservar la propia individualidad frente a la masa.
Es un libro ameno, lleno de anécdotas, para disfrutarlo con una lectura lenta y reflexiva. Yo lo recomendaría para los estudiantes de Bachillerato y para todas las personas que tengan su mente abierta a la reflexión, sin estar atadas a los poderes dominantes establecidos.
Su lectura es un ejercicio fresco de libertad y te puede dar argumentos para reconstruir tus propias ideas. Muy recomendable para personas que busquen la transformación de una sociedad más justa e igualitaria.
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Antístenes, Diógenes, Crates e Hiparquia son los principales representantes de esta filosofía cínica y de ellos nos hace una semblanza el autor.
“Ser un buen cínico, tanto antes como ahora, exige negarse a hacer de la existencia un producto estandarizado por el mercado y tener el coraje de hacer de la vida una obra de arte: dotar a cada acción, por cotidiana que esta sea, de un máximo de autonomía, originalidad y autenticidad. En un mundo de súbditos, un cínico se levanta libre, autárquico y plenamente feliz”.
En definitiva, una obra llena de reflexiones y pensamientos en beneficio de una sociedad mejor que nos invita a ejercer y cultivar nuestro pensamiento y examinar nuestra propia vida.
Eduardo Infante es entrevistado por Javier Castillo en el programa de RTVE, Página Dos.