La lengua de signos, otra gran herramienta de comunicación: Manos que hablan

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La lengua de signos es un tema muy relacionado con la Antigüedad Clásica ¿te lo crees? En Roma el paterfamilias  se casaba  para tener hijos, lo que no significaba  necesariamente que tuviera la obligación de aceptarlos. Cuando nacía un niño era depositado a los pies del padre y si este lo cogía y lo  subía en brazos, era señal  de que lo reconocía como hijo suyo.

La legislación y la costumbre concedían  al paterfamilias el derecho de vida y muerte  (ius vitae necisque) sobre sus hijos, por tanto, quienes nacían con un defecto físico o con alguna malformación eran arrojados al rio Tíber o llevados a la columna Lactaria, situada en la undécima región de Roma, lugar donde frecuentemente  se  abandonaba a todos los recién nacidos, cuyos padres no querían o no podían mantenerlos.

Según el poeta Juvenal  se daba la  circunstancia de que mujeres con posibilidades económicas  pudieran acogerlos para criarlos en su casa, en un ataque de misericordia.  Por tanto, ya en la Antigüedad clásica autores latinos escribieron sobre el rechazo social que podía producir una minusvalía física o psíquica.

que es la lengua de signos

Lucrecio, De rerum natura, L. V, 1052-55

No es fácil ni enseñar ni aconsejar de manera alguna a los sordos lo que es necesario hacer.

Nec ratione docere ulla suadereque surdis, quid sit opus facto, facilest:

Pero es Plinio el Viejo quien nos habla por primera vez, de manera indirecta  y sin él aún saberlo,  de una educación inclusiva que  garantiza el derecho a una educación  a un niño sordo como pintor, por estar en situación de exclusión, lo que resulta ciertamente llamativo.

Plinio, Historia Natural  35, 7,  21

«(…) No debemos olvidar el célebre consejo sobre pintura de los principales personajes, a propósito de  Quinto Pedio, nieto de Quinto Pedio, consular, recompensado con el triunfo, nombrado coheredero por el dictador Cesar con Augusto, que había nacido mudo (sordo) por naturaleza. El orador Messala, de cuya familia era la abuela del niño, aconsejó que se le enseñara pintura, cosa que también aprobó el divino Augusto.  Habiendo hecho grandes progresos  en ese arte, murió siendo niño».

… et principum virorum non omittendum de pictura celebre consilium, cum Q. Pedius, nepos Q. Pedii consularis triumphalisque et a Caesare dictatore coheredis Augusto dati, natura mutus esset. in eo Messala orator, ex cuius familia pueri avia fuerat, picturam docendum censuit, idque etiam divus Augustus comprobavit; puer magni profectus in ea arte obiit”.

la lengua de signos

Las manos hablan: la experiencia de usar la lengua de signos

La UNESCO  define  este tipo de educación como el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación.

Por tanto, la educación inclusiva está estrechamente relacionada con la discapacidad auditiva y esta, a su vez, con el uso de la Lengua de Signos  que se convierte,  no solo en un instrumento fundamental de comunicación  para la comunidad educativa, sino también, si se comienza en edad muy temprana,  una herramienta más para facilitar la comunicación de las personas sordas, lo que aumenta  la socialización con otros niños y niñas.

En qué consiste una lengua de signos

Una lengua de Signos es una lengua natural igual que cualquier otra lengua oral (Sandler y Lillo Martin, 2006). Son sistemas de comunicación visuales, cuyo desarrollo ha surgido ante la necesidad de comunicar entre individuos privados del canal auditivo (Baez y Cabeza, 2005).


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Cuando mis manos hablan

Los hados se pusieron de mi parte  y  a comienzos de este curso académico entré en el aula,  me presenté a mis alumnos  y en un momento que giré la cabeza, en una esquina vi a una chica, sentada en una silla con una botella de agua mineral  en sus pies. Era Lola, la intérprete de Lengua de Signos (ILSE).

He aprendido mucho de ella con el devenir de las semanas: cada vez que signa  y, para llevar a cabo una interpretación de calidad, debe estar concentrada  para no distraerse con ruidos,  o conversaciones ajenas a su interpretación, debe tener memoria para poder retener la información mientras se emite el mensaje anterior y sobre todo,  debe tener agilidad y fluidez verbal.

Enseguida recordé que hacía algunos años tuve una  intención clara de conocer más profundamente esta lengua.  Las circunstancias y el Fatum  han hecho que sea este año, tan complicado, el que  en mi aula haya una alumna con déficit auditivo.

Por eso, me he puesto manos a la obra para conocer y sobre todo, tomar conciencia de los características  culturales  propias de la comunidad de personas sordas signantes.

Personas sordas y sordociegas

Las personas sordas y sordociegas conviven y comparten una sociedad mayoritariamente oyente pero sus vidas pueden ser tan interesantes como las de cualquier otra persona, independientemente de su  discapacidad, como miembros que participan activamente en su familia, en sus amistades y  en definitiva,  en  la sociedad.

La lengua de signos es más que una lengua, es un modo de comunicar emociones y sentimientos, tales como el miedo, la ira, la sorpresa, la felicidad,  el asco,  la tristeza…  todo en silencio.

Desde que  he entrado en contacto  con la LSE,  admiro aún más nuestra lengua,  el castellano, por su riqueza idiomática,  llena de matices, pero, sobre todo, admiro a los intérpretes, a los sordos y sordas por la lucha por una educación inclusiva.

Y por supuesto que un alumno que se comunica con Lengua de Signos es bilingüe. La Ley 27/2007 la define como el proyecto educativo en el que el proceso de enseñanza-aprendizaje se lleva a cabo en un entorno en el que coexisten dos o más lenguas que se utilizan como lenguas vehiculares.

En el caso de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas,  se referirá a las lenguas orales reconocidas oficialmente y las lenguas de signos españolas.

Concluyendo,  para que la inclusión del alumnado sordo sea más real, se deberá  fomentar un mayor uso y conocimiento de la lengua de signos española para conseguir una educación bilingüe y bicultural que ofrezca al alumnado todo lo que necesite  para su completo aprendizaje curricular.

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