Si tienes un sitio web, es más que probable que con el paso del tiempo hayas comprobado que no ofrece el rendimiento más adecuado. Es posible que se trate de una estrategia SEO errónea, pero por lo general puede deberse a un problema con el servicio de alojamiento web. Analizamos por que y cómo solucionarlo.
¿En qué consiste un buen servicio de hosting?
Para identificar un buen servicio de hosting debes comprobar la fiabilidad de la empresa que lo ofrece. La más adecuada es la que añade a sus servicios planes de precios a medida para que solo pagues por lo que utilizas. Además, sus propuestas son escalables y se van adaptando a tus necesidades a medida que va creciendo tu página. Al mismo tiempo, en el contrato se especifican las coberturas incluidas, su duración y todo lo relativo al servicio técnico.
Otros consejos eficaces son conocer el tipo de disco duro utilizado, mejor si es SSD por la rapidez, la localización de los servidores y todo lo relacionado con la cantidad de espacio disponible son complementos ideales para elegir una alternativa a tu medida que te ayude a alcanzar tus objetivos. No olvides que la seguridad de los usuarios es indispensable para proteger sus datos personales y para certificar el cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos.
¿Qué debes evitar al contratar los servicios de alojamiento web?
No debes olvidar que tu sitio web se podrá cargar, ver y utilizar más fácilmente si el hosting es bueno. Si bien el diseño tiene que ser eficaz y no sobrecargado, cualquier diseñador gráfico siempre te aconsejará que dispongas de la capacidad suficiente para que los apartados se puedan ver con normalidad y acelerar así el tiempo de carga. Es muy recomendable no caer en reclamos publicitarios que garantizan un espacio de almacenamiento ilimitado, algo imposible porque ninguna empresa dispone una cantidad infinita de discos duros, o en los que garantizan un precio irrisorio por un servicio que tiene un coste de mantenimiento relativamente elevado. Ahorrar en el alojamiento web de tu sitio es como hacerlo en las ruedas de tu coche o en el motor. De hecho, cuanto menor capacidad contrates, menor será la velocidad de carga y peor la experiencia del usuario. Solo las empresas fiables presentan distintas alternativas que se adaptan a las necesidades reales de los usuarios y no paquetes únicos. Considera que un sitio web estándar va a necesitar un mínimo de 15 GB en un primer momento. A medida que vaya aumentando el tráfico y los apartados, habrás de contratar más espacio.
Por lo tanto, el buen alojamiento web es el que presenta tanto capacidad como un buen servicio de atención al cliente. El resto de propuestas no son ni eficaces, ni adecuadas para conseguir que tu sitio se convierta en esa puerta de entrada a tu clientela potencial. Tras probar la mejor opción posible, no tardarás mucho en comprobar cómo tu sitio comienza a ofrecer los resultados esperados progresivamente.