Más allá del universo neuronal, la #escrituracolectiva explora posibles multiversos sistémicos y, en ese intento, quizás nos digan que trazamos (plasmamos?, moldeamos?, configuramos?, dibujamos?, diseñamos?, impregnamos?) las huellas de la utopía; pero siguiendo la estela de Eduardo Galeano, nuestro pasos nos conducen hacia un #horizonteneurosocial digitalmente humano @iRaquelEscabias.
Somos una huella del universo @atlante83, #HuellasComunes @drotorrent, en la “Galaxia Internet” de Castells, que nos conducen a inercias y sinergias, orquestadas por la doble dimensionalidad del Factor R by @jgabelas, con sus riesgos y potencialidades relacionales. Todo fluctuando según el #FactorR #interioR @jblasgarcia, pues las emociones son el ritmo de nuestras acciones, y como resuelve Castells, de cómo se interconectan a partir de la empatía cognitiva, en un conjunto destacado de sistemas de #teoríaecológica @cmartalazo.
En una sinfonía multinodal entrelazada con “silencios constructivos” @crisvillalonga, cerebro y universo, cognición y emoción, danzan creando una partitura educomunicativa reticular, constructora de identidades y gestora de intimidades @jgabelas.
Horizonte #neurosocial y ética del don http://t.co/CP7KwdWQ3P ¿Espiritualidad o egocentrismo? #estoesloquehay
— jose antonio gabelas (@jgabelas) julio 1, 2015
Damasio nos marca el ritmo, de las neuronas al organismo, ¿egocentrismo o ecocentrismo?
Apostamos por la dieta digital ‘eco’ más que por la ‘ego’, por su viralidad (resonancia de nuestras voces,’ oces’, oces’…), por su naturaleza rizomática y por su fuerza innovadora, creativa y transformadora.
Esa fuerza inspiradora resuena con ecos neuro∙digitales personales, cómplices, íntimos y subjetivos, donde los límites del hemisferio izquierdo y derecho se difuminan, reinventando un nuevo concepto de espiritualidad @ladyhalcon2012, lejos de los convencionalismos religiosos y próximos a nuevos horizontes de creencias y vivencias en sus múltiples expresiones, de creatividad artística, activismo social e investigación en constante verificación. Así, el espacio digital es un encuentro de almas ‘enREDadas’, un ecosistema de goce estético, emocional e intelectual, de conexión con lo natural, de entrega a un Todo, a partir de la simbiosis de sus partes.
Cada nodo musical, policromático o cinestésico, cada cerebro emocional, dice Ferrés, sintoniza, proyecta y vibra a partir de su propia esencia en un pentagrama colaborativo; el nuestro, con momentos de gravitación y de flotación inspiradora.
Pasamos a una comunicación de imágenes más que de letras. El impacto en el conocimiento? #horizonteneurosocial #escrituracolectiva
— Noelle Acheson (@NoelleInMadrid) junio 10, 2015
¿Qué impacto representa el horizonte neurosocial en nuestra inteligencia heliocéntrica y constelada? En un #cuartoentorno, en @_INED21, las #TRIC posibilitan la #fotosíntesis del aprendizaje, a través de la exploración, activando el “botón del estímulo competente emocional” (EEC Ferrés). @jgabelas @elisahergueta @Luz10Mary #Fotosíntesisvirtual Conversión de tuits sinópticos en aprendizaje #dialecticatwitter #FactorRUNED — Patricia_C_Mazzu (@0ndina8) abril 23, 2015
De esta forma, según el paradigma de las ZDP de Vygotsky, raíces y ramas, horizontalmente, conforman un mandala educomunicativo, donde la tierra y el cielo se fusionan, donde las huellas (que son el nivel real de desarrollo) se alquimizan en estelas, (que constituyen el nivel potencial evolutivo), en esa línea donde cerebro y universo se convierten en Uno.
Y es en ese horizonte neurogenético, conectivo e interactivo, donde nos alquimizamos, donde las dimensiones on/off line se reconcilian. Nodos de estrellas sinergiadas y visibilizadas con los que trazar nuevas constelaciones, al estilo libremente elegido, deslizando el ratón por la interfaz o conectando con nuestros dedos alzados al cielo, cada uno de los destellos, construyendo redes de empoderamiento.
En el #horizonteneurosocial emerge la naturaleza fractal; estrellas, neuronas y nodos se mimetizan en circuitos estelares, cerebrales y digitales, confluyendo en procesos educomunicativos líquidos y cristalizados. Núcleos celulares de entrada -dendritas- y salida -axones- de estímulos, circulando a través de puentes virtuales -neurotransmisores-, dinamizan la #inteligenciacolectiva, mediante redes de sinapsis sociales en constante fluctuación. Un destello en el firmamento, una descarga químicoeléctrica y un clic, pueden neuro∙emocionar y neuro∙trascender en experiencias como la de #escrituracolectiva, que va dejando huellas y estelas en éste, nuestro multiverso tecnológico.
En conclusión, la #tecnología se puede adoptar para un uso humanitario: CREAR PUENTES ? #ThePowerOfTech ✌ pic.twitter.com/PH0NKRCtbO
— Raquel ✵♫ (@iRaquelEscabias) julio 9, 2015
Autora: Patricia C. Mazzucchelli