¿Escuela para padres o de padres? El mundo va rápido, muy rápido, tenemos pasión por superar etapas, pero, tarde o temprano, queremos hacer «eso» que dejamos de hacer y ocurre que para «eso» ya es tarde.
La crisis social que actualmente viven las familias las afecta directamente
Enfrentarnos a la tarea de educar puede convertirse en un gran reto para muchas familias. En la actualidad, son muchos los padres que se sienten desbordados ante la educación de sus hijos, pero ante este desborde «se sale» con límites; ahora bien, es necesario que esos límites se acuerden con hábitos de autoridad –no autoritarismo–.
La tarea de educar
Muchas veces, se nos olvida que nuestros hijos son niños que tienen que aprenderlo todo; y que ese aprendizaje conlleva muchas horas y no nos podemos dar el lujo de dejar de ser padres: ellos son nuestra responsabilidad, y ésta –claro está– no ha de delegarse en la escuela.
Nuestros hijos casi siempre imitarán el comportamiento que observen y vivan en el hogar, esto se reproduce en la escuela o en todos lados, ellos no andan con una careta –cual hipócrita de la antigua Grecia– todo el tiempo.
Escuela de padres
Desde el neolítico, cuando el hombre se hizo sedentario, es reconocida la importancia que tiene la familia en el proceso de desarrollo social y formativo de los hijos; pero esto ha cambiado desde hace unos años porque el concepto de familia y los objetivos de la misma están en constante «cambio».
La educación es el proceso en el cual se forma y define al ser humano como persona.
En un reportaje para la revista Julián Weich (en Argentina, animador y embajador de UNICEF) me dijo que el problema de la educación es que no hay escuela de padres, han pasado tiempo de esta proposición y digo sí hace falta escuela para padres, en donde yo debo ser la primera alumna.
Situación real contada «la nena no estudio porque tuvo un choque emocional al hacerse señorita», «bajo sus calificaciones porque tengo una nueva pareja y vos ¿Qué me aconsejas?
Porque yo no sé qué hacer como padre» o «la nena no pudo asistir a hacer el examen porque se quedó dormida y pobrecita está tan cansada que no la iba a despertar».
Escuela para padres o de padres, primeros educadores
«La educación es el proceso en el cual se forma y define al ser humano como persona».
A todos nos hubiera gustado que los niños vinieran al mundo con un manual de saberes debajo del brazo. Hoy la vida es muy acelerada y esto desemboca en la existencia de disparidad de valores sociales, familiares, culturales.
Sin embargo, educar a nuestros hijos, tanto dentro como fuera del contexto escolar, requiere, en primer lugar, de sensatez y sentido común como principales herramientas porque en esto de la educación no existen recetas mágicas.
Es imprescindible que no dejemos espacios vacíos, porque alguien o algo, lo ocuparán. Hoy todo se ve, se palpa. Los principales y primeros educadores de los hijos son sus padres, no importa si sus papás están separados. La escuela apoya y orienta a los padres en esa tarea, pero no los sustituye.
Si hubiese una ley que hablase de una escuela para padres:
- ¿Los padres tendríamos tiempo de acercarnos a la escuela a dialogar sobre nuestros hijos?
- ¿Los padres posibilitaríamos la valoración de los docentes?
- ¿Les daríamos el justo reconocimiento de su trabajo?
- ¿Facilitaríamos una actitud de solidaridad y de cooperación con ellos?
- ¿O nos dedicaríamos a criticarlos, por los grupos de wassapp y los veríamos siempre como a los culpables de nuestros propios errores –forzados o no–?
La carrera de ser padres
Hoy lo que veo es que la sociedad demanda a la escuela permanentemente que cumpla la función social de servir como «guardería» donde nuestros hijos permanezcan el mayor tiempo posible.
Como conclusión parece oportuno recordar que no hay universidades que generen especialistas en la carrera de ser padres porque la educación es un proceso continuo y sólo conjugando el papel formativo de las escuelas, con las responsabilidades de las familias, es posible garantizar a todos una buena educación.
La orientación que brindemos a sus hijos se ha de corresponder con su propia actuación, aprendizajes, valores y principios. También los docentes hemos de vivir actualizándonos constantemente y haciendo uso de herramientas como whatsapp web o kahoot.
Pero esto es cosa de todos, porque en esto reside el éxito de la escuela: padres y docentes tras un bien común, nuestros hijos, porque docentes y papás siempre estamos educando.
«Para educar a un niño hace falta la tribu entera». Proverbio africano