Allá por el año 2012, el especialista en educación Mark Bullen destacaba ya algunas conclusiones de interés sobre e-learning, a las que se había llegado según los resultados de diferentes estudios de prestigio. De entre ellos, cabe destacar la interesante aportación de las autoras españolas Begoña Gros, Yolanda García y Anna Escofet. Pese al paso del tiempo, el artículo que recuperamos hoy no ha perdido un adarme de su frescor.
La abrumadora fama de los «nativos digitales-generación web» se ha acrecentado en los últimos meses y, afortunadamente, ha dado paso a un creciente número de estudios sólidos sobre cómo los alumnos usan las nuevas tecnologías y sobre el impacto que podrían causar sus crecientes usos sociales y educativos. Uno de los aspectos más positivos que revelan estos estudios es que estas novedades no surgen únicamente del entorno próximo a las universidades convencionales de América del Norte.
«Más allá del debate La generación web: una comparativa entre los estudiantes digitales en universidades presenciales y las universidades en línea» se basa en un estudio llevado a cabo por Begoña Gros, Yolanda García y Anna Escofet, quienes compararon el comportamiento y las preferencias en cuanto a las TICs de alumnos presenciales y de alumnos a distancia en cinco universidades españolas: una de ellas ofrece educación en línea, mientras que las otras cuatro ofrecen formación presencial con soporte LMS (i.e.: Learning Management System o ‘Sistema de Gestión del Aprendizaje’) por parte del profesorado. Su estudio ha intentado dar respuesta a las siguientes cuestiones:
¿En qué se diferencia el uso de las tecnologías del «día al día» y el de las tecnologías educativas, por parte de los alumnos más jóvenes y de los alumnos de más edad?
1
¿Hay alguna diferencia entre la «tecnología cotidiana» y la «tecnologías que se aplica a la educación»?
2
¿Qué clase de actividades admiten estas tecnologías en la vida cotidiana y en la vida académica –a alumnos jóvenes, y a alumnos no tan jóvenes–?
3
¿De qué forma afecta el modelo universitario a los alumnos en términos de uso y preferencia de TICs?
Sus conclusiones se parecen mucho a aquellas que aportaron otros muchos estudios que analizaban la educación en línea: la clave no está en la edad o en la generación del alumnado; estos –de hecho– no son los factores más importantes. Hay muchos otros a tener en cuenta:
«Aunque se haya amplificado bastante el acceso y el uso de las TICs, la influencia de la metodología de enseñanza es crucial. En términos de los objetivos académicos, los alumnos parecen cumplir con los requisitos, programas educativos y proyectos de trabajo, tal y como sugieren Brown and Czerniewicz (2008). En cualquier caso, existe una clara relación entre la percepción de los alumnos sobre la utilidad de ciertas TICs y el uso de estas, sugerido por los profesores.
EN ENTORNOS EDUCATIVOS PRESENCIALES
El modelo pedagógico parece basarse en un modelo tradicional. Las tecnologías de mejor apreciación corresponden a aquellas recomendadas por el profesorado mediante las cuales los profesores imparten el contenido de su asignatura y los alumnos valoran el uso en la presentación de dichos contenidos.
EN ENTORNOS EN LÍNEA
El alumnado percibe la tecnología como un medio de apoyo al aprendizaje, de comunicación y, a la vez, de estudio. En este caso, la utilidad de las TICs no está relacionada con el contenido, sino con el proceso de aprendizaje».
Estas conclusiones son notablemente parecidas a las del estudio «Estudiantes Digitales en la Educación Superior», basado en los siguientes interrogantes:
1
¿Los alumnos de educación postsecundaria hacen la diferencia entre el uso de las TICs con una finalidad educativa y su uso con un propósito social?
2
¿Qué impacto causa el uso social de las TIC en el entorno de formación postsecundaria?
3
¿Cuál es la relación entre los usos sociales y los usos académicos de las TICs en este tipo de formación?
Para profundizar más, véase el artículo «Aprendiendo digitalmente: un acercamiento a los alumnos en línea en el entorno UOC», que también ha examinado el uso de las tecnologías digitales en una universidad española en línea, y también el artículo «Alumnos digitales en la educación superior: la generación no es la clave», que ha analizado estos mismos temas en el contexto de formación institucional técnica/vocacional en Canadá.
MARK BULLEN
Mark Bullen es especialista en educación y e-learning (‘aprendizaje en línea’) en la Commonwealth of Learning (COL), donde dirige iniciativas relacionadas con el e-learning orientadas al desarrollo de políticas y el fomento de las tecnologías de aprendizaje. Del mismo modo, proporciona asesoramiento a los gobiernos de la Commonwealth y a sus instituciones educativas sobre e-learning, políticas sobre TICs y buenas prácticas.
Antes de trabajar para la COL, pasó siete años en el British Columbia Institute of Technology como decano adjunto y decano del Centro de Enseñanza y Aprendizaje.
Desde 1982 hasta 2005, trabajó en la University of British Columbia, en varios cargos relativos a la educación a distancia y a la importancia de la tecnología de la educación. Desempeñó las labores de Asociado y Director Interino de «Educación a distancia» y del Departamento de Tecnología: además de la de Director del Centro de Gestión y Planificación E-Learning (i.e.: Centre for Managing & Planning E-Learning: MAPLE). MAPLE se centró en los proyectos de investigación institucional y de planificación sobre gestión, política e impactos sociales y educativos del e-learning.
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