Nace el Colectivo DIME: Docentes Unidos por la Mejora Educativa

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Estos últimos compases del año llegan marcados por una estupenda noticia para las comunidades educativas: el nacimiento de DIME (‘Colectivo de Docentes por la Inclusión y la Mejora Educativa’).

Vinculados por la intención de trabajar y cooperar por la calidad educativa, en términos de equidad e igualdad de oportunidades, este grupo de docentes se une bajo la premisa de combatir las injusticias en la escuela, con el fin de convertirla en un espacio para la socialización y la innovación a partir de las investigaciones del campo de las Ciencias de la Educación, compromiso que ya venimos adoptando miles de docentes de todo el mundo desde hace años.

Colectivo DIME

El Colectivo DIME, que acaba de publicar su Manifiesto para presentar sus principios ante la opinión pública y las comunidades educativas, irrumpió el pasado noviembre en la esfera mediática con un contundente artículo publicado en la Revista Contexto, titulado:

«El discurso rojipardo en educación»

En el que se defendían de ciertas posturas reaccionarias e inmovilistas que, a la vez, desacreditan el trabajo de muchos profesionales de la Pedagogía y la Enseñanza, además de indagar, mediante el texto propuesto, en determinados mantras que perjudican los valores de todo acto educativo, tal y como constatan multitud de investigaciones de la comunidad internacional.

colectivo dime

La segunda incursión del Colectivo DIME en los medios de comunicación se produce a través de un artículo titulado:

«DUA: cómo salir del callejón de las almas perdidas»

Publicado en El Diario de la Educación. En él, se posicionaban sobre uno de los principios vertebradores de los Derechos Humanos, la aplicación del Diseño Universal en la escuela (DUA), cuya base se puede encontrar en la Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad (2006).

En el artículo, procuran desmontar creencias sobre el DUA y demostrar su necesidad, que se apoya en el trabajo que muchos docentes realizan desde hace décadas, como mínimo en sus pilares fundamentales, al intentar elaborar sus propuestas de aprendizaje en función de la diversidad de su alumnado.

Un Manifiesto para la Inclusión y la Equidad

La publicación, en el blog del Colectivo, del Manifiesto con diez principios, supone el «pistoletazo de salida» de este grupo de profesionales de la educación, empujados por la intención de que muchas personas más de todo el mundo se adhieran al compartir los presupuestos contemplados (se ha puesto a disposición del público un formulario para ello).

colectivo dime

A partir del primer principio, con el cual se sentirán identificados multitud de profesionales vinculados a la educación, se van desgranando los demás:

«La educación es un derecho inalienable —consagrado en la legislación nacional e internacional— y la escuela pública es su garante; la escuela y educación públicas deben detectar dificultades, ofrecer oportunidades a aquellas personas que parten en situación de desigualdad —sea cual sea el motivo de esta—, y garantizar una educación de calidad a todo el alumnado».

El segundo principio, por su parte, está centrado en la relevancia de «una educación integral para todos y todas», lo que le confiere a la escuela un valor social más allá de su tradicional concepción como guardadora y transmisora de los conocimientos.

Si seguimos avanzando en el manifiesto, vemos que los fines tres, cuatro y cinco se centran en la importancia de la labor del profesorado de todas las comunidades escolares. Configurado como «pieza clave» del sistema, se destaca en el texto la importancia de su formación, así como la relevancia que tiene el hecho de que puedan contar con todos los recursos humanos y materiales para poder llevar a cabo su trabajo, en las mejores condiciones.

Mientras que en el principio sexto se refieren, por un lado, a la participación escolar y, por otro, a la relevancia que las tecnologías digitales, usadas de forma racional y eficaz, tienen para el acto educativo, el séptimo está dedicado al rechazo de cualquier forma de discriminación en la escuela o presencia del discurso del odio, posiciones en las que, dicho sea de paso, debe asentarse cualquier democracia avanzada en un país desarrollado.

El octavo principio encierra una crucial llamada de alerta a las administraciones, para que ofrezcan a las comunidades docentes la “protección institucional” que precisan con el fin de desempeñar su labor con eficacia, mientras que en el noveno se alertan de las consecuencias de “la presión creciente del sector privado sobre los sistemas educativos”, factor que acreciente brechas de diversa naturaleza.

Por último, el principio de cierre menciona la importancia de la colaboración y la voluntad de diálogo, pilares fundamentales para esa mejora que se defiende por parte del Colectivo DIME desde el momento en que nació.

colectivo dime

En definitiva, DIME representa un aliento de esperanza para un colectivo diverso —el de docentes— que tiene una trascendencia vital para el bienestar y la calidad de vida de la población, especialmente para aquellos y aquellas que más han sufrido históricamente los embates de la injusticia social, que también se refleja diariamente en la escuela.


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Es, reitero, una buena noticia observar el nacimiento de un movimiento de colectivización docente de estas características que aboga por encima de todo por la defensa de los Derechos de la Infancia y que no deja atrás tampoco en sus reivindicaciones a las familias como parte crucial (no lo olvidemos) del proceso educativo. Ya era hora.

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