“A corazón abierto” es un libro apasionante en el que Elvira Lindo se abre a sus lectores y nos cuenta la historia de su familia. Fundamentalmente, del padre y de la madre. Te mantiene la atención hasta la última página y las ideas que va transmitiendo te hacen reflexionar y no te dejan indiferente: experiencias vividas que te trasladan a tu propio transcurrir por la vida.
Sinopsis de A corazón abierto
Nos cuenta Elvira Lindo en su libro “A corazón abierto” la historia de su familia, fundamentalmente de su padre y su madre. Su padre con una personalidad fuerte que influye en la forma de ser de cada persona de la familia. Su madre, una mujer de corazón débil que se somete a las ideas del padre y lo cuida, a pesar de todo lo que debe vivir con él.
Nos muestra la sociedad de un país que vive la posguerra y que lucha por la subsistencia, y hace un homenaje a quienes permanecieron en España, abriéndose camino entre la pobreza y los grandes emprendimientos.
Desde la mirada empática y curiosa de una gran observadora que sabe transformar en ficción cada destello de la memoria, Elvira Lindo convierte a sus padres en personajes literarios para aproximarse a ellos con libertad, lucidez y sabiduría.
Deja claro que es su punto de vista, una visión muy personal y que no tiene por qué coincidir con los demás miembros de la familia.
Una apuesta valiente por narrar de forma magistral y personal sus sentimientos hacia familiares muy cercanos que han influido en su forma de ver la vida personal y profesionalmente.
Seix Barral, 2020
Elvira Lindo, autora
Nació en Cádiz (1962). Estudió periodismo en la Complutense de Madrid y en 1982 empezó a trabajar en Radio Nacional de España, Cadena Ser y televisión (guionista, locutora, comentarista y presentadora).
En los guiones radiofónicos, creó el personaje de Manolito Gafotas y después los pasó a una serie de libros con mucho éxito.
Su obra incluye las novelas El otro barrio (1998, 2019), Algo más inesperado que la muerte (2003), adaptada a los escenarios, Lo que me queda por vivir (2010), Lugares que no quiero compartir con nadie (2011), Noches sin dormir (2015) y A corazón abierto (2020), la obra de teatro La ley de la selva (1996), sus crónicas de El País en Tinto de verano (2001), Otro verano contigo (2002) y Don de gentes (2011), y 30 maneras de quitarse el sombrero (2018).
En 1998 fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, y en 2005 recibió el Premio Biblioteca Breve por la novela Una palabra tuya, llevada al cine con gran éxito por Ángeles González-Sinde.
También ha escrito numerosos guiones cinematográficos, como La vida inesperada (2014) o La primera noche de mi vida (1998), que cosechó varios premios en festivales nacionales e internacionales. Ganadora del Premio Internacional de Periodismo 2015 y del Premio Atlántida del Gremio de Editores de Cataluña en 2009.
Colabora habitualmente en el diario El País y en el programa «La Ventana» de Cadena Ser.
Reseña de A corazón abierto
A corazón abierto te deja atrapada desde el primer momento, la agilidad de Elvira Lindo al escribir te hace que el interés por la lectura no decaiga en ningún momento, te faltan horas en el día cuando lo lees porque quieres acabarlo y a su vez, cuando lo terminas, te quedas con ganas de más. Un disfrute de lectura, quizás por la época que narra que, en muchos momentos te sientes identificada con sus experiencias.
Ha sido valiente, sincera y reflexiva Elvira Lindo mostrándonos a los lectores sus intimidades familiares, nos describe sus vivencias con la madre y a la vez y fundamentalmente con su padre.
En ciertos momentos me ha recordado a otro libro que también fue reseñado en este mismo portal de INED21: Apegos feroces, de Vivian Gornick, cuando en los paseos con la madre le daba un repaso a todo lo que le rodeaba. En este caso, Elvira Lindo lo hace describiéndonos no solo unos personajes, sino una época en un país en construcción, después de una guerra.
En la figura de su madre, una mujer delicada, inteligente, culta, nos muestra el papel de la mujer en la familia en una época en que los padres tenían un único objetivo: que sus hijas se casaran. Daba igual la inteligencia que tuvieran. Su madre tenía la misión de cuidar a la familia y de seguir al padre en sus diferentes traslados por la geografía española.
¿Cuántos talentos femeninos se han desperdiciado? No hay derecho a que ni se pensase en que la mujer pudiera estudiar y salir a un campo profesional, porque este terreno estaba pensado solo y únicamente para los hombres.
A pesar de todo, su madre era una mujer culta, leía la prensa y novelas, incluso, seguía las recomendaciones literarias que le enviaban a la hermana cuando estaba estudiando literatura en la universidad. En beneficio de la unidad familiar, su madre aguantaba los malos hábitos del padre: sus salidas, sus compañías, sus viajes… había que dar una imagen de unidad y en ningún momento se planteaba romper el compromiso del matrimonio. Algo que en aquella época era impensable y hacía que las mujeres aguantaran mucho porque, además, no tenían forma de subsistir por sí mismas, su acceso al trabajo estaba en precario.
Elvira Lindo tenía una especial relación con la madre y la cuidó en muchos momentos que estuvo enferma debido a la fragilidad de su corazón, motivo por el que falleció siendo ella pequeña. Piensa que le quedaron muchas charlas pendientes con su madre, algo que la autora ha percibido desde la lejanía y ya en la edad adulta.
De todas formas, es a la figura del padre a la que más páginas le dedica. Su padre era un hombre inteligente, autoritario, ambicioso, trabajador, inquieto y muy duro, aunque se mostraba especialmente tolerante con Elvira.
Refiriéndose al padre nos dice:
“Mi hermana y yo escuchamos, como hemos hecho siempre, escuchar y desconectar. Así fue nuestra vida familiar: mientras él monologaba, los cuatro hijos íbamos enriqueciendo nuestro mundo interior, y ésa debe ser la razón por la que tenemos una tendencia singular a abstraernos que nos hace parecer personas despistadas… En realidad, lo hemos escuchado siempre a la manera en que los súbditos escuchan a los dictadores, sometidos como estuvimos de niños a sus opiniones”.
Su padre era fuerte y autoritario y quizás estaba reflejando los problemas que tuvo en su propia infancia, al que se le obligó a defenderse desde muy pequeño y sin mostrar sus debilidades; su padre débil de carácter y su madre muy autoritaria.
A la vez que va describiendo a la familia se va retratando a la autora como niña dentro de un marco familiar y una época no muy boyante en España (Entrada de Francisco Franco y comienzo de la dictadura, mucha pobreza y niños sin escuelas tirados por las calles).
Una vez más podemos ver cómo las épocas, los contextos y las familias influyen en la niñez y cómo, en algunos casos, puede dejar huellas difíciles de superar en la vida adulta. De ahí que en los centros educativos insistamos tanto en la conexión necesaria entre los centros y las familias, para seguir unas mismas pautas en el proceso de desarrollo personal.
A corazón abierto es un libro recomendable para cualquier lector que quiera ver la situación de España a través de las vivencias de una familia. De ágil lectura, con lenguaje muy cercano y natural. Una historia de amor, con sus luces y sus sombras, pero también la historia viva de una época.
Muy entrañable la forma de describir psicológicamente a los personajes, las abuelas (la mala y la buena), el tío Paquito…
“Era mi tío un niño eterno ya entrado en los treinta, de piel blanquecina y carnes lechosas, el pelo cortado al cero (o a lo mejor es que ya estaba calvo) y vestido con camiseta de tirantes y pantalón de pijama a rayas, jamás con ropa de calle, destinado como estaba a vivir recluido para siempre en el patio de la casa. Su aspecto, por lo gordo y lo blanquito, por la sonrisa que achataba su cara como si no tuviera huesos, era el del muñeco de Michelín”.
Nada mejor que la propia Elvira Lindo presentándonos A corazón abierto:
Muy agradable escuchar: Club de lectura del Instituto Cervantes de Roma con Elvira Lindo