¿SON LOS CONSEJOS ESCOLARES “LA SOCIEDAD”?

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Se calcula que el fraude al Estado de bienestar cuesta a Hacienda alrededor de mil millones de libras al año. Pero, como han desvelado las detalladas investigaciones del auditor Richard Murphy, se pierden 70 mil millones de libras por fraude fiscal cada año, es decir, setenta veces más

Jones, Owen. “Chavs: la demonización de la clase obrera.” Capitán Swing, 2012

No voy a contestar la pregunta sino a dejarla en pie para irla pensando. Lo que viene son reflexiones sueltas para un discurso que tardaré en madurar y con las que pretendo animar a que alguien lo redondee antes que yo.

El otro día aludía a que hay personas muy inteligentes, pero poco conscientes, que piensan que no existe una cosa como “la Sociedad”. Entre ellos, muchos políticos. Volveré a definir inteligencia y conciencia en mi terminología particular.

Inteligencia: capacidad de centrarse en uno o varios problemas y resolverlos con brillantez, de sacar adelante proyectos de éxito (momentáneo).

Conciencia: capacidad de integrar la totalidad en cada cosa que uno hace, es decir, trabajar con mirada amplia y desechar soluciones aparentemente buenas para un fin si una mirada más amplia (que incluye lo que piensan, quieren y hacen los demás) les augura mal futuro. El concepto del BIEN se basa en eso. Ignorar la amplitud y la profundad de las cosas, ignorar lo que piensan, quieren y hacen los demás, no lleva al éxito a largo plazo. No es una buena estrategia evolutiva. A la larga, o ganan todos o pierden todos.

Yo creo que no es una estrategia de éxito ir incorporando individuo a individuo a la sociedad sólo a base de becas. Sólo eso y a largo plazo. Las políticas educativas, que en general pueden tener mucha inteligencia pero poca conciencia (que es una inteligencia superior y extensa), intentan recoger “picos” de inteligencia para incorporarlos a la sociedad “que decide” pero dejan atrás todo un mar de inteligencia desaprovechado en forma de suficiencia no mejorada y fracaso escolar. Y los consejos escolares, creo, lo reflejan. Muchos niños seguirán sin plantearse jamás acceder a una beca de estudios para la formación superior o la universidad.

Parece ser que la participación en los consejos escolares es baja, un 12 % de media si no me equivoco. Diría que hay poca gente que se siente muy concernida y mucha que se siente relativamente, poco o nada concernida.

Creo que la Educación, como todo en “la Sociedad” es cuestión de expectativas. Y las expectativas se reproducen. Un país con más participación escolar debe ser un país con más expectativas sociales. Y viceversa. Sospecho que la escuela es vista como el lugar de los que prosperan o quieren prosperar. También sospecho que hay bastante gente que se conforma con sobrevivir. Y lo más placenteramente posible.

Cuando lo que se trata es de conseguir una beca de comedor, creo que la participación aumenta. De hecho con la crisis, las escuelas también han asumido tareas de asistencia social. Ése es el meollo del asunto. ¿Por qué el estado usa la escuela para ayudar (en último extemo) a la sociedad y no fortalece la sociedad para ayudar a la escuela? Algunos sólo saben quejarse de que haya gente “listilla” que sabe recopilar todas las ayudas sociales, sin advertir que, sin saber nada más, al menos son doctores en supervivencia. Es verosímil pensar que dejarían esa “disciplina” si se les formara en otras más prometedoras.

Advierto que los políticos de derechas se llenan la boca de expresiones en favor de la familia, pero uno nota que sólo piensan en un tipo de familias. No te dirán que “la Sociedad” no existe (no pondrían a Thatcher en sus listas pero sí a Aguirre que es más resultona) pero la definirán de manera que no entran todos. Tienen un modelo de familia que conservar y para eso son conservadores. Su sociedad no es “la Sociedad”. Ese 12 % les es suficiente. Los políticos de izquierdas tienen la difícil tarea de incorporar conciencia y no lo consiguen. Creo que intentan pensar en “la Sociedad” con más amplitud, pero una cosa es pensar y otra poder hacer o saber hacer. Y encima se encuentran que a menudo la política se convierte en la guerra por otros medios. Pensar, hacer y luchar. Yo no podría ser político. Ni siquiera gestor.

Y recordemos que la Educación se sustenta en tres patas: escuelas, famílias y entorno social (como saben en Finlandia). De lo que llevo visto, me parece que las dos últimas padecen osteoporosis en España. Los informes demuestran que nuestra escuela no es mala para equilibrar diferencias sociales, pero hay cosas muy difíciles de equilibrar. Y sobre todo cuando tienes un gobierno exultante por el hecho de que la macroeconomía tire un pelín de la microeconomía. O no entienden “la Sociedad” o no la ven. Si el tren parece que se mueve, ellos contentos, se comprarán más vías para Reyes.

La asistencia social tiene un nombre dudoso, pero creo que es de las cosas más necesarias de este país. Es esa especie de suplemento vitamínico que permitiría que los huesos de todos pudieran apuntarse al maratón ciudadano. Yo multiplicaría su presupuesto por diez o por veinte. Tal vez nos saldría más barato que una línea de AVE y podría resultar mucho más rentable. ¿No hay quien dice que el parvulario es la inversión más rentable? ¿Alguien se lo ha dicho a Rajoy?

Eso enlaza con la idea de proteger la salud física y especialmente la mental de todos los niños que nacen. Todos. Huyendo del paternalismo (más fácil de decir que de hacer), estar atento a todas las famílias (del tipo que sean) para apoyar y corregir. Todo padre y madre mayor o menor de 18 años debe entender que su paternidad no es más un derecho que una responsabilidad. Una buena asistencia social (o como mejor se llame) debe apoyar a los nacidos con sus padres o a pesar de ellos (en casos extremos). Y debe hacerlo previendo antes que reaccionando. Ahí es donde me parece que el barrio es fundamenal. Y la administración debería apoyarse en el barrio. Los jueces resolverán más y más rápido con una fluida relación con los asistentes sociales y los concejales de barrio que con la infinidad de papeles que procesan.

Y al decir la palabra nacidos, me vienen a la cabeza los “protectores” de los “no-nacidos”. ¿Alguien está en contra de la vida? No conozco a nadie. Pero me pregunto si esos que se manifiestan delante de los paritorios se desviven después por mejorar las leyes sociales, o si seguirán apoyando a los “no-nacidos” una vez nacidos (y a sus “perversas” madres, espero que “perdonadas”).

Creo que en cuanto TODAS las familias deseen participar en la elección de consejos escolares, las escuelas del país estarán en condiciones de hacer verdaderos milagros.

Y no será fácil y no considero la pregunta inicial contestada. Porque… ¿para qué sirve un consejo escolar?

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