Uno de los grandes problemas crónicos señalados respecto a la educación en España, es el partidismo político: cada nuevo gobierno implica una nueva ley educativa. Es verdad, pero tan preocupante como el anterior factor, es el partidismo ideológico a la hora de evaluar los resultados educativos en España. Para todos los fenómenos citados, Nietzsche tenía razón: no hay hechos, hay interpretaciones.
El realismo educativo que define nuestro trabajo nos obliga a una perspectiva diferente, en INED21 creemos en los hechos: sabiendo que su elaboración y consenso son interrelación de muchos factores. Nos definimos como un realismo contextual y matizado, lejano de un positivismo simplista y abstracto. Una de las características que nos impusimos a la hora de comenzar el proyecto INED21, es ofrecer soluciones posibles para los problemas que íbamos analizando. La crítica es un primer paso necesario, el siguiente es la construcción. Lo repetimos: podemos hacerlo y debemos intentarlo entre todos.
Queremos presentar una selección de hechos para el debate común, un debate donde el apriorismo ideológico no puede guiar el análisis: hemos matizado selección, sabiendo que ahí radica una primera interpretación. A la vez, afirmamos que lo que presentamos como hechos, no son discutibles en su evidencia. Como dijimos: realismo contextual y matizado. Estos hechos están basados en informes internacionales y nacionales ( Pisa, Talis, Mckinsey…). Que sean compartidos sería el inicio de que el diálogo es posible, un diálogo que no omite la discrepancia a la hora de las soluciones: no admitirlos nos devuelve a un debate ideológico falto de rigor, que tanto daño ha hecho al debate educativo en España.
Primer hecho: nuestro índice de fracaso escolar superaba el 30%, el último dato lo sitúa en un 26%. Es un récord europeo negativo, y un dato/hecho que nos define. Esta estadística guarda relación con el récord de ninis en nuestro país: otro récord europeo actual que acaba de reflejarse mediáticamente. Si nuestro país quiere construir otro modelo productivo, si quiere aumentar su nivel sociocultural, una sociedad no puede aceptar este dato: nuestro sistema educativo y la sociedad donde se desarrolla el mismo, deben cambiar.
Segundo hecho: en ninguna de las competencias que mide el informe Pisa (lectura, matemáticas y ciencias), llegamos a la media de la OCDE. Recuerdo quiénes son los componentes de la evaluación internacional Pisa: son los 33 países de la OCDE, más 32 países asociados. Un sistema y sociedad que tiene estos resultados deben cambiar.
Tercer hecho: la excelencia de nuestro sistema educativo queda reflejada en este dato. Si comparamos el 25% de los mejores alumnos de cada país, somos el peor país de Europa. Ahogamos cualquier tipo de excelencia. Un sistema que ha abandonado y no incentiva el esfuerzo y su mejor talento, es un sistema y una sociedad que deben cambiar.
Cuarto hecho: la calidad educativa no guarda una relación unívoca con la prosperidad de los países. Países como España son superados por otros donde este índice económico es peor: un ejemplo es Sanghai. Un sistema y una sociedad que permiten esta estadística, deben cambiar: la educación debe ser una prioridad política y social en España.
Quinto hecho: España es uno de los países donde la enseñanza tradicional de transmisión directa, es mayoritaria. Nos remitimos al informe Talis, con datos de la OCDE, donde queda reflejado este hecho. Consecuencia: una falta de renovación metodológica y pedagógica evidente. Debemos cambiar: qué se hace en el trabajo de aula, es fundamental para mejorar los resultados educativos.
Sexto hecho: España tiene uno de los índices más altos de interrupción escolar. Este hecho que nos dice el informe Pisa, ha pasado muy desapercibido en la opinión pública. Consecuencia: falta de condiciones y mal ambiente para el desarrollo del trabajo de aula. Debemos cambiar: la mayoría de alumnos que quieren estudiar, deben poder hacerlo.
Séptimo hecho: el sistema de selección y formación docente en España, es obsoleto e ineficaz comparado con el de los mejores sistemas. La docencia necesita de un prestigio social proporcional a la calidad de su sistema de selección y formación continua. Debemos cambiar: quién es el docente es un factor principal de la calidad de un sistema educativo.
Todo lo anterior, desde la perspectiva de INED21, nos da una fotografía de los problemas que la educación en España tiene: unos resultados mediocres que debemos cambiar. Queremos adelantarnos a varias objeciones: hay más hechos, estamos de acuerdo; que no hay soluciones rápidas, también, de ahí que nuestro informe: “Desde la igualdad a la excelencia”, indicará posibles soluciones de acuerdo a lo analizado. Lo que es una evidencia es la necesidad de un cambio del sistema educativo y de la sociedad donde se desarrolla: educación y contexto. Realismo educativo.