NO TE CAMBIARÍA…

/

Semana Santa

Escribo desde Zamora, una ciudad que no conocía y que enamora ya de entrada. Zamora, la capital del románico, me cuentan que es la ciudad europea con más arte románico,  que además tienen escrupulosamente cuidado. Y, si la ciudad, de por sí ya es preciosa, su Semana Santa es impresionante, con sus procesiones a lo largo de toda las semana.

El Viernes Santo en Zamora no tiene descanso, tras terminar la noche del Jueves Santo con la procesión que sale a las 5 de la madrugada, la actividad es incesante… un destino de Semana Santa extraordinario y más con un anfitrión maravilloso como Sergio, que nos muestra lo mejor de la ciudad.

Y, en unos días de descanso, entre tanta gente, me parece curioso observar determinados comportamientos. Observo delante de mí a un grupo de niñ@s que esperan la procesión, y piden sin ningún tipo de reparo lo que quieren: piden las «chuches» que les apetece, hablan y preguntan abiertamente a quiénes pasan por allí y comentan sin problemas lo que se les pasa por la cabeza. Es curioso cómo esa naturalidad desaparece con el paso del tiempo.

LAS COSAS QUE MÁS DESEAMOS

A partir de cierta edad… hacemos como que no nos importan las cosas que más deseamos.

No sé en qué momento pasa, pero sucede… dejamos de admitir que queremos algo, por prudencia, por temor, por miedo… no sé por qué. Y fingimos que todo está bien y que no aspiramos a nada más. Escondemos nuestro yo más real, nuestras aspiraciones más personales e incluso nos mentimos internamente para auto-convencernos de que no deseamos nada más… o de que, si lo deseamos, es una quimera a la que no debemos hacer demasiado caso.

Y piensas: fíjate… todos los demás están bien en una situación similar a la mía, a todos les gusta hacer lo que hacen –cosas que a ti no te dicen nada–,  la mayoría se conforma con determinadas circunstancias…

Es curiosa esa tendencia nuestra a mimetizarnos con la mayoría… a aparentar que somos iguales a la mayoría de la gente, que nos mueven los mismos impulsos y que aspiramos a lo mismo cuando la realidad es que somos tan diferentes.

DIFERENTES

Todos somos diferentes

Fragmento de mi libro ¡Vamos!

Hemos vivido, durante mucho tiempo, en un mundo que buscaba la uniformidad. Ya desde niños nos agrupan en clases por edades, debemos aprender los mismos contenidos, en el mismo período de tiempo… y, a partir de ahí, es muy probable que vayamos siguiendo las líneas que nos vienen marcadas, nos adaptamos a los grupos en los que nos debemos integrar y solemos imitar las pautas socialmente aceptadas. Se supone que debemos seguir un determinado patrón.

Sin embargo, entre tanta uniformidad, todos sentimos, de un modo u otro, que somos diferentes en algo. Sabemos qué nos apasiona, qué nos motiva y qué nos da alas. Y, probablemente, todos estemos en una situación similar: intentando parecernos al estándar, cuando en realidad todos somos distintos.

Este disfraz respecto a nuestra diferencia no tiene mucho sentido en una sociedad como la actual, puesto que la diferencia es un valor, que deberíamos desarrollar en positivo.

En un entorno cambiante como el que vivimos, se necesitan personas de muy diversos perfiles, capaces de satisfacer distintas necesidades y de solucionar nuevos problemas que van surgiendo.

La especialización es necesaria y, para conseguirla, se deben potenciar las diferencias de las personas.

La diferencia se puede convertir en un valioso activo en tu vida personal y profesional.

Por ello, debes permitirte ser diferente. Haz lo que quieres hacer sin pedir disculpas por hacerlo… Antes, en ocasiones, solía costarme expresar mi opinión, especialmente cuando mi punto de vista era distinto al de los demás. Hasta que me di cuenta que mi perspectiva no tiene por qué ser peor que la de otros… sencillamente es la mía.

Ser diferente a veces puede parecernos incómodo, pero no debería. Debemos aceptar con naturalidad la diferencia. Eres una persona única…

¡Deja que los demás podamos disfrutar

de aquello que te hace diferente!

EL PRIMER PASO

Aceptar tus diferencias y ponerlas en valor es el primer paso para permitirte ser como eres y aspirar a hacer lo que realmente quieres hacer. Camuflándote entre lo que te rodea y negando aquello que deseas no vas a conseguir estar donde quieres estar.

Hay sueños que parecen imposibles, la realidad que ves ante tus ojos, a veces, te parece una montaña inalcanzable… Crees que tus deseos y tus circunstancias son incompatibles. Ves mil límites ante ti, algunos límites que existen y otros que no… Pero, un día, no sabes por qué, te paras a pensar y descubres que son sueños que quizás no son tan difíciles de alcanzar, que es cuestión de dar el primer paso y, a partir de ahí, tener perseverancia… que solo hace falta ser un@ mism@ para conseguir lo que en realidad no es un sueño, sino:

Algo muy real por lo que

todavía no has peleado

Merece la pena ir a por ello,

merece la pena ser tú mism@

para llegar justamente donde quieres llegar…

sé tú mism@,

y piensa que siempre hay alguien que no te cambiaría…

No te cambiaría, una preciosa canción, de esas que te llegan y te derrites un poquito…

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)