Máster oficial y título propio: aprende a diferenciarlos

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Hay muchas decisiones que tomar a la hora elegir el itinerario de formación adecuado. Se puede recurrir a un amplio catálogo de opciones para seguir aprendiendo y acotando el campo de saber hasta la especialización. Un ejemplo son las titulaciones de másteres que podemos encontrar entre el catálogo formativo de muchas escuelas de negocios y universidades. Según la titulación emitida por la institución educativa, podemos encontrar masters oficiales o másteres título propio.

Diferentes textos legislativos regulan la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, como el Real Decreto 1393/2007 que fue modificado luego por el RD 861/2010. También la Ley Orgánica 6/2001.

Según estos, el máster oficial universitario es un tipo de formación que se engloba en los estudios de postgrado pensado para la especialización, pero con un perfil más científico y técnico que abre la puerta a la investigación. Es necesario cursar un máster oficial para inscribirse en un programa de tesis doctoral con posterioridad.

El título propio, en cambio, se considera una actividad de formación permanente dirigida a adquirir ciertas competencias, proporcionando un contenido más concreto y específico que no necesariamente esté enfocada a la investigación.

Si uno engloba la investigación y el tecnicismo, el otro se caracteriza por la practicidad y la profundización, aunque desde una visión general. Veamos con detalle factores que podrían hacer que te decantaras por uno u otro.

¿De dónde partes?

Lo habitual es que quien se plantee estudiar un máster haya pasado por el grado universitario de rigor. Este es el requisito indispensable para acceder a la formación de máster oficial.

Sin embargo, este no es un requisito imprescindible para los títulos propios. Para acceder a un máster título propio suele bastar con demostrar experiencia laboral en el sector, este requisito puede ser suficiente aunque el interesado no tenga un grado universitario.

En ambos casos, serán sus comités de admisión los que estimen cada solicitud.

Qué quieres aprender

El máster oficial está pensado para que el alumnado que proviene de un grado universitario pueda orientar su aprendizaje hacia contenidos más específicos. Por lo general, sus programas son bastante teóricos y científicos, pues, entre quienes los cursen, habrá muchos interesados en realizar estudios de doctorado y orientar su perfil a la investigación.

Esto no quiere decir que no haya másteres oficiales que no vayan orientados al desempeño profesional. De hecho, encontramos muchas titulaciones oficiales que aúnan estos contenidos teóricos con una formación completamente orientada a la práctica para que los conocimientos adquiridos sean fácilmente trasladables al desempeño laboral. Si necesitas ejemplos, aquí puedes realizar un máster oficial online.

Por otro lado, los títulos propios no están sujetos a esa necesidad de introducir al alumnado en un perfil de investigación. Sus programas son desarrollados directamente por el profesorado, y suelen contar con doctores y catedráticos para hacerlos más atractivo. También con expertos del sector, de manera que están muy orientados a la práctica.

Qué quieres hacer después

Es una de las cuestiones más relevantes. Partimos de que el máster oficial está regulado por ANECA, es decir, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación.

Se trata de un órgano dependiente del Ministerio de Educación que vela por la calidad del sistema, y es el que da oficialidad al máster y lo que permite su homologación en la Unión Europea, por lo que también se tiene en cuenta en los procesos de empleo público. En unas oposiciones, te contará con los puntos que se recojan en las bases de la convocatoria.

Los títulos propios, en cambio, no están regulados por ANECA, así que no están homologados. Solo son válidos el territorio nacional, luego no te darían acceso a estudios oficiales ni en España ni en otro país integrado en el EEES. Sin embargo, hay instituciones muy reputadas ofreciendo títulos de esta índole, y que sí son reconocidas internacionalmente en el mercado laboral.

De cuánto tiempo y presupuesto dispones

No todas las familias tienen los mismos recursos económicos, así que es realista plantearse esta cuestión. Los másteres oficiales tienen tasas más asequibles, aprobadas año a año por el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas. Los títulos propios, en cambio, son más caros con frecuencia, más aún si se dirigen a un público específico como expertos del sector.

Es relevante también preguntarse por el sistema de becas, que sí incluye a los másteres oficiales. Los títulos propios, en cambio, quedan excluidos de las ayudas estatales, y solo les alcanzan los planes propios que tenga la universidad que los organizan.

En cuanto al tiempo, el máster universitario debe estar dotado, de forma obligatoria, con entre 60 y 120 créditos, lo que corresponde a un año académico o dos. Los títulos propios son más flexibles a la hora de configurarse, pues pueden contener 60, 90 o 120 créditos.

En resumen: si buscas un título que te abra la puerta a la investigación, te cuente para procesos de empleo público como las oposiciones y cuentes con un presupuesto algo limitado, lo ideal es un máster oficial. Pero si tu único afán es formarte para adquirir un perfil competitivo y tener ventajas en el mercado laboral, puede que te interese más un título propio, aunque uno oficial profesionalizante también podría servirte. La cuestión es que, en ese caso, lo mejor será mirar el programa y la institución que lo ofrece.

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