Las clases comienzan en casa porque
no hay límite de edad para aprender
Pero siempre hay tiempo para echar la la culpa a la educación y, muchas veces, esto se traduce en responsabilizar solo a los docentes. Las instituciones son creaciones humanas y la familia es la primera institución que conocemos.
Últimamente, parece que la educación es un menú a la carta de todos no solo de los padres, de las autoridades, nosotros los docentes. Las habilidades sociales se aprenden de los padres y en la casas; pero hay muchos padres que ya no se sienten entusiasmados para aprender.
Todos quieren educarse pero a la manera de cada uno; no a la manera de lo que la sociedad en su conjunto quiere y demanda por lo tanto no sería una educación integral sino una educación demasiado particularizada y por lo tanto sería una educación fragmentaria y a pedido del consumidor como si estuviésemos en un restaurant mirando nuestro menú.
Si queremos empezar una verdadera reforma educativa que sea real esta sin dudas debe continuar en el aula pero me queda claro que esta se debe concebir en las casas de cada unos de esos estudiantes, luego crecerá en la comunidad educativa y se fortalecerá con la validación social.
Todos quieren educarse pero
a la manera de cada uno
Hay que elevar la demanda de la educación no bajarla, pienso a veces que los padres deberíamos todos comprometernos más y los menos sin dudas deberían comprarse un lavadero de manos móvil marca «Poncio Pilato» y dejarlo en las escuelas en forma permanente así se gana tiempo y convertimos nuestras instituciones educativas en guarderías abiertas las 24 horas o lo más tristes en depósitos de niños y adolescentes.
Todos estamos de acuerdo que la educación es lo importante en nuestras vidas, que la educación nos hará libre ahora me pregunto: ¿Qué educación queremos? ¿Qué educación estamos dispuestos a ejercer? ¿Qué compromisos hacemos en nombre de esa educación?
Actualmente hay muchos vicios educativos de parte de todos. En los años que llego de docente cada vez veo que se quiere lograr un menú educativo en vez de una verdadera política educativa:
A continuación, haga un muestreo incompleto de que lo que como docente observo:
En Argentina si son 190 días de clases se protesta y se ponen palos a esta premisa porque por ejemplo los agentes de turismo protestan si las clases deben empezar en el mes de febrero, verano por estos lares «no ganamos y el calendario docente perjudica a las ciudades turísticas».
Parece que sus hijos, nietos o hermanos no deben ir a la escuela. Damos problemas a las soluciones como, por ejemplo, más días de clases.
Si surge algún hecho nuevo en la sociedad como por ejemplo los delitos informáticos con menores; los docentes se tienen que hacer cargo de enseñarlo, delegando en ciudadanos docentes el problema de que la «escuela no enseña nada»; entonces, empezamos a hacer refritos conceptuales sin una previa capacitación y todo se actúa por la lógica del quilombo. Los chicos bien gracias. Corremos siempre muy atrás de los problemas.
Si los alumnos están cursando el secundario que es lo que a mí me atañe, se primariza en forma galopante su educación negándole la responsabilidad de conocer sus obligaciones.
Situación empírica: Los chicos se van de vacaciones cada vez más en fechas en que la se están dictando clases, esa es una decisión familiar que no tiene que recaer en las escuelas, los padres responden sale más económico.
Los padres se tienen que hacer cargo de estas faltas y de las actividades que normalmente se dictan en las escuelas, las clases no se suspenden por eso hay un calendario escolar que se debe cumplir porque se pauta así se trabaja ordenado.
Este año tuve que felicitar a una alumna porque cuando vino le tomé examen en la fecha que luego de 20 días de no asistir a clases sin chistar y lo respondió, era lo normal pero… no todos piensan así.
Todos, en el mundo valoramos mucho la educación como derecho pero de hecho no lo ejercemos, necesitamos que nuestros alumnos salgan de la escuela en lo posible siendo personas críticas y autónoma y no peones de ajedrez o títeres de los que quieren detentar el conocimiento.
La verdad es que la educación muchas veces no se trata de lo que se enseña, sino de lo que se aprende. No quiero que mis alumnos lleven el signo de la ineficiencia de los adultos, todos responsables y yo la primera.