LA ESCUELA TAMBIÉN ES GITANA

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¿Has visto algún libro de texto donde se hablara de la cultura gitana?

¿Conoces alguna palabra del Caló-Romanó?

¿Sabes de algún personaje relevante de etnia gitana?

Estas y otras preguntas  nos hacíamos en unas jornadas sobre cultura gitana en nuestra escuela, impartida por FAKALI y AMURADI.

¿Gitanos?

!Qué lejos están estos personajes de la «realidad estigmatizada» que interiorizamos día a día! Sí, todos ellos son gitanos.

La persecución que ha sufrido este pueblo durante siglos mantiene de manera sutil el alejamiento social,  la marginación, la ignorancia.  El «olvido institucional» es una vuelta de tuerca más hacia el ostracismo y la desaparición de los gitanos. No solo se pierde una raza  también la lengua,  las costumbres, una manera de entender la vida, un pueblo que ha intentado sobrevivir durante siglos, de hecho muchos de ellos aún permanecen en la marginalidad de las chabolas y los asentamientos. !!Cuánto daño, cuanto sufrimiento durante años y años!!

Fotografía de Pierre Gonnord. Su web: http://www.pierregonnord.com/

Hasta hace poco  la Real Academia de la Lengua definía a los gitanos como trapaceros*  y  en la 4ª acepción lo explicitaba, “Gitano es aquel que  estafa u obra con engaño». Todos sabemos que el lenguaje no es nada arbitrario, que el lenguaje construye nuestras ideas. ¿Qué concepto de «gitano» estamos formando y diseñando en esta sociedad que presume de no ser  racista ni segregadora?

Fotografía de Pierre Gonnord. Su web: http://www.pierregonnord.com/

La distancia social permanece indeleble entre la comunidad  gitana y el pueblo payo mayoritario, la identidad gitana se hace cada vez más  invisible y  , lo que es aún peor, se convierte en una caricatura de estereotipos y clichés falsos que se potencian en los medios de comunicación. Solo hay que ver programas tipo «palabra de gitano» o «Gypsy Kings» y la repercusión en twitter y otras redes sociales.

Y lo que más duele es que el dolor se interioriza convirtiéndose en automarginación y autosegregación ante una sociedad que les ha maltratado, perpetuando el estigma y codificando modelos alejados de la auténtica identidad gitana.

Como comenta la psicóloga (gitana) María filigrana la complejidad del proceso trasciende al ámbito sociológico  y se extiende en procesos psicológicos y antropológicos que marcan una escala de valores negativa que daña  definitivamente la imagen y el concepto del pueblo gitano. La negación del otro (del payo) reafirma la exclusión social.

Sin territorio, sin vivienda, sin participación en la vida de la ciudad, difícilmente el gitano marginal puede acceder a los servicios de la comunidad, unos derechos que se les niega y se les devuelve en forma de ayudas, beneficencia y políticas asistenciales.

Es el momento de poner en valor sus derechos como personas, de darle en nuestro medio, el educativo, lo máximo para que crezcan como personas y perpetúen con garantías y dignidad su romipen (identidad) como gitanos.  Siempre comento que en educación los cambios son lentos, ojalá la gota de agua que podemos aportar vaya creciendo y generando nuevas expectativas  a nuestros niños y niñas.

¿Has encontrado en este vídeo a los niños gitanos y niñas gitanas?

Termino dejando un enlace de una unidad didáctica, un posible modelo de lo que puede ser el trabajo para el conocimiento y puesta en valor de la lengua de este pueblo. No está actualizado legislativamente hablando, pero su contenido es muy interesante.

Diicionario caló/romanó

 * “Trapacero: persona que con astucias, falsedades y mentiras procura engañar a alguien en un asunto”. Esta es quinta acepción de la palabra gitano que recoge la 23ª edición del Diccionario de la Real Academia.

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