Hoy os quiero hablar de ilusión, de la chispa que nos permite prenderla
y obtener la motivAción para hacer las cosas.
GÉNESIS
Muchas veces me pregunto qué puedo hacer para motivarme y así poder motivar a otros. Me pregunto cómo puedo superar la desgana y la falta de ilusión que me tiene estancado, que me impide avanzar.
¿De dónde puedo sacar el estímulo, el motivo para caminar en la vida?
¿Qué puedo hacer para conseguir esa fuerza que me permita despegar?
Necesito esa energía que nos activa y nos hace pensar y sentir que podemos, que queremos superar los retos y las pruebas que se nos presentan:
Las piedras del camino.
Y es que la vida es un camino de curvas y rectas, con subidas y bajadas –un viaje transformador–, una aventura.
Por tanto, necesitamos re-ilusionarnos, esto es, volver a sentir el entusiasmo por las cosas que nos importan y por la gente que queremos: padres, hijos, familia, amigos, etc.
Somos como una locomotora: cuando nos paramos, todo se para a nuestro alrededor. De modo que necesitamos «nuestro combustible» para que no parar. ¿A qué combustible nos referimos? Pues, a esas herramientas, recursos y valores con las que contamos para provocar que aflore nuestro espíritu emprendedor y nuestra iniciativa (sí, esas ganas locas de hacer cosas, esa pasión que necesitamos para avanzar en el camino de la vida).
ACTITUD
La gran llave para encontrar esa chispa de la ilusión es la actitud. Si cambiamos la actitud, cambiaremos el mundo y nos transformaremos. Y, desde esa actitud positiva, podremos motivar a otras personas –i.e.: ‘empoderarlas’– para que se muevan, y continúen una inercia de movimiento, de avance en la vida.
Tenemos que pensar y sentir que
lo que NO avanza y NO crece está muerto.
Ergo, merece la pena esforzarnos por encontrar y seguir nuestro propio camino en la vida. Aunque no va a ser fácil y en el camino encontraremos pruebas y dificultades; esas piedras que, una vez superadas, sin duda, nos harán más fuertes. Con todo, NO podemos permitirnos el lujo de perder el foco de vista: qué queremos conseguir, a dónde queremos llegar y los motivos por los que estamos caminando.
Así pues, en los momentos de dificultades, tenemos que tirar de valores –son la raices que han forjado nuestra propia personalidad–: humildad, confianza, gratitud, grandeza, esfuerzo, superación, justica, amor, etc.
Necesitamos superar la desgana para poder avanzar en la vida,sacando toda la fuerza que viene de la gran mina que tenemos en nuestro interior, en nuestro corazón; sacando la energía en forma de Amor.
Vivimos en un mundo que necesita salir hacia adelante –siempre desde el amor–, dejando a un lado la división, las mentiras, la soberbia y el ego de las personas.
Superar la desgana implica que tenemos que encontrar todos los días motivos para avanzar y no rendirnos, motivos por lo que hacer lo que hacemos, lo que vamos a conseguir si nos movemos, para qué lo vamos a hacer.
Ahora, el deseo –que es más fuerte que el miedo– nos dice que merece la pena que lo intentemos.
WORKOUT
Os propongo algunas cosas que podemos hacer todos los días y que a mí me ayudan a motivarme:
AL LEVANTARME
1
Agradecer lo que soy, lo que hago y lo que tengo. Pedir felicidad. Meditar y reflexionar sobre el foco, nuestro sueño, la meta que queremos conseguir y los motivos por lo que lo estamos haciendo. Podemos acompañarlo con una oración. Escuchar a nuestro corazón.
2
Hacer un plan del día: escribir lo que vamos a hacer.
3
Ejecutar el plan.
AL ACOSTARME
4
Revisar lo que he hecho y repetir 1.
Para terminar os quiero decir que tod@s tenemos que encontrar fuentes y recursos para avanzar, encontrar esa chispa, esa fuerza para no estancarnos y poder superar la desgana de la pereza y todas las inercias que nos impiden hacer lo que tenemos que hacer.
Para que hagamos lo que hagamos tenga sentido para nosotros y nos ayude a cambiar y mejorar el mundo en el que vivimos.
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