LA CALIDAD EDUCATIVA Y LA VOLUNTAD POLÍTICA QUE NOS MERECEMOS

/

CALIDAD EDUCATIVA

La calidad educativa  que nos merecemos

La calidad educativa no solo se debe subordinar a los docentes, la calidad educativa es el Big Bang de la libertad.

El desafío de mejorar el aprendizaje de los estudiantes no se debe relegar a los últimos planos posibles en las campañas políticas; ya que todos los problemas que tenemos son de educación –incluso el de la pobreza–.

El único lugar donde se logre la erradicación de la pobreza debe ser la escuela, una política pública educativa no se debe pensar desde las frías cifras del llamado crecimiento económico; ésta se tiene que pensar desde la inversión económica.

La proporción de niños escolarizados, a nivel mundial, es –hoy en día– mayor que nunca, pero estos números no nos garantizan que más es mejor, falta la calidad.

UN PROBLEMA ESTRUCTURAL

El insustituible diálogo docente-alumno, la insustituible responsabilidad de toda la sociedad, el trabajo colectivo de todos sus integrantes harán que la educación sea de calidad. Los docentes no nos resignamos y continuamos luchando por una calidad educativa óptima.

La calidad de la educación es hoy en día un problema estructural, porque ella NO está generalmente pensada en el origen de toda política educativa. La calidad educativa no tiene génesis, tiene parches y los parches se despegan porque se piensan a la carrera, no hay reflexión.

Cuando alguien dice un alto porcentaje de alumnos de primaria y secundaria NO alcanza niveles mínimos de aprendizaje o que los docentes no son bien pagos y hacen huelgas esto es hablar de calidad educativa. Los resultados educativos están asociados con el origen social de los alumnos y eso NO nos iguala.

El problema radical es que el discurso político y social no se asienta sobre de las políticas públicas  estas son la base de un estado que si le importa lo educativo, sino sobre el supuesto sobre logros mágicos, épicos, por lo tanto, rápidos.

Hay un tiempo, ese tiempo se tiene que planificar no para un gobierno, sino para un estado y para eso necesitamos políticos y sobre todo estadistas.

Calidad significa estar plenamente involucrado, y si el acto educativo es perturbado por labores ajenas a él como alimentar a los niños antes de enseñar, los docentes  y alumnos solo nos involucraremos a medias en la labor de enseñanza y aprendizaje, limitándonos en el sentido del acto y restando oportunidad de crecimiento y autoestima a sus actores.

Como vemos, la discusión siempre estará abierta pero en estos momentos la calidad educativa: es ver que hay muchos problemas, pocas soluciones puesto que la calidad es un espacio de conflicto en el que pugnan los diferentes intereses y poderes por orientar la sociedad, la voluntad política es clave.

La educación para los gobiernos tiene que dejar de

ser primaria y secundaria siempre tiene que ser lo principal

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)