INERCIAS

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COMO UNA ESPIRAL

¿Cuántas veces en la vida has sentido que tu vida es como una espiral y que cuando estás en la parte de abajo, todo sale mal? Sin embargo, otras veces te sientes en la cresta de la ola y parece como si casi sin esfuerzo, todo te saliera bien.

RACHAS

«La vida son rachas«, nos decían nuestros padres cuando éramos pequeños. ¿Qué es la inercia? En física, la inercia es la resistencia que opone la materia a modificar su estado de movimiento, incluyendo cambios en la velocidad o en la dirección del movimiento.

Como consecuencia, un cuerpo conserva su estado de reposo relativo o movimiento rectilíneo uniforme relativo si no hay una fuerza que, actuando sobre él, logre cambiar su estado de movimiento. 

Aplicado a nuestro día a día, podríamos decir que cuando uno se encuentra en una espiral ascendente el viento parece soplar siempre a su favor, y al que todo le va mal, cae en picado. Pero realmente, en algún momento esa racha cambia de polo, y hay que saber asumirlo, tanto para bien como para mal. La situación de bienestar o malestar no es eterna.

«Es un poco esa inercia positiva que tenemos, que la verdad es que nos estamos acostumbrando a ganar y eso es muy positivo y tenemos que seguir trabajando de la misma manera y tenemos que seguir compitiendo los partidos así»

Fazio (cuando era jugador del SevillaFC, España)

BAJO SU HECHIZO

Una emoción es un sentimiento muy intenso producido por un hecho, una idea, un recuerdo, etc. Las emociones no son algo que podamos controlar, aparecen y ya está.

Un estado de ánimo es una actitud o disposición emocional en un momento determinado. No es una situación emocional transitoria. Es un estado, una forma de permanecer, de estar, cuya duración es prolongada y destiñe sobre el resto del mundo psíquico.

Las emociones aparecen en nosotros queramos o no. No podemos hacer nada para evitar la aparición de una emoción. Lo que si depende de nosotros es lo que hacemos con ella, y el tiempo que permanecemos «bajo su hechizo». Un estado anímico negativo influye de la misma manera en todo lo que hacemos. Un estado anímico positivo, influye de manera beneficiosa en todos los ámbitos de nuestra vida.

En el deporte se suele nombrar dichos estados anímicos con la palabra «inercia». Y es que el mantenimiento en un estado anímico concreto condiciona todo lo que nos sucede. Cuando un equipo se ve involucrado en una racha de varios partidos perdidos su estado anímico se va deteriorando, y se crea la llamada «inercia negativa», la cual a su vez, dificulta las acciones necesarias para ganar los siguientes partidos.

«No puedo decir que el resultado sea justo o injusto. En general no es lo ideal lo que pasó, pero no perder es importante, sobre todo para detener una inercia negativa»

Tomás Boy (Entrenador del Cruz Azul, México)

LA PARTE MAS PRÁCTICA

Cuando un equipo está acostumbrado a ganar títulos, su estado anímico habitual es positivo. Esto hace que las malas rachas no provoquen una inercia negativa de manera instantánea y que en muchas ocasiones, sin hacer las cosas de la mejor manera, los buenos resultados se sigan consiguiendo. Esto sería lo que llamamos la «inercia positiva».

Si hemos abandonado el hábito de ir al gimnasio a entrenar, lo que más nos costará es «arrancar». Sin embargo, una vez llevemos una semana haciendo el «esfuerzo» de coger nuestra mochila e ir a entrenar, la propia inercia hará que eso que al principio es un verdadero esfuerzo y sacrificio se haga de manera casi automática.

Cuando estamos involucrados en una inercia negativa lo primero que debemos averiguar es el motivo. La táctica empleada puede que ya sea conocida por los rivales, y aunque queramos mantener nuestra identidad, puede que tengamos que llevar a cabo algunos cambios. En algunas ocasiones, debemos abandonar momentáneamente la creatividad y centrarnos en la parte más práctica de nuestra actividad.

PROLONGAR LA INERCIA POSITIVA

Por el contrario, cuando me veo inmerso en una inercia positiva debo hacer todo lo posible por prolongarla lo más posible en el tiempo. No frenes cuando estás acelerado. Esos momentos de inercia son ideales para desarrollar la creatividad e innovar tanto táctica como técnicamente.

«Recuerda que lo mejor del deporte, como de la vida, es que los fracasos no son para siempre. Mientras que lo peor es que las victorias tampoco lo son. Es imposible caminar por la vida sin que nos sucedan cosas. La menar en la que nos enfrentemos a ellas y le demos solución determinará nuestro futuro, nuestros fracasos y nuestros éxitos. Los fracasos son parte de los procesos de aprendizaje, las victorias son la recompensa a nuestro trabajo (y a nuestros errores previos). Ser conscientes de en que parte de la espiral estamos en cada momento nos ayuda a prolongar las inercias positivas o a cortar las negativas.»

Jesús Sánchez-Camacho Matilla

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