Inclusión Escolar de los inmigrantes marroquíes
En el C.E.I.P. San José Obrero de Sevilla
El término inclusión se ha impuesto, a lo largo de la historia curricular y legislativa, a otros conceptos que han ido perdiendo el sentido y la razón de ser en la escuela: hablamos de exclusión, marginación, integración, segregación.
Podemos decir que en muy pocos años hemos dado un salto cualitativo enorme en cuanto a la atención al alumnado diferente, hemos girado ciento ochenta grados abandonando el tratamiento y concepción de la educación especial como educación marginal.
En la actualidad, predomina un modelo integrador; el paradigma basado en el déficit y en el que se imponía la segregación y la exclusión ha dado paso a modelos educativos inclusivos basados en una cultura de la escuela enfocada hacia la diferencia y, por tanto, con una organización de centros más abierta y receptiva a las necesidades individuales, promoviendo el mantenimiento de la diversidad, las relaciones entre los grupos y el sentido de pertenencia a un determinado entorno escolar.
LA ESCUELA INCLUSIVA
La escuela inclusiva debe desarrollarse en el currículo, en el plan de centro, y sustentarse en la necesaria aceptación de que la diversidad de los alumnos enriquece y no es una lacra para el desarrollo de los mismos; por tanto, necesita de un contexto en el que la cooperación y la innovación metodológica deben ser la base de los aprendizajes.
Hablamos de proyectos integrados, de escuelas que desarrollan programas basados en las tecnologías de la información y la comunicación y avanzan hacia tecnologías del aprendizaje y del conocimiento, de participación de las familias, de grupos de trabajo interactivos, en definitiva hablamos de una escuela nueva con planteamientos ricos en las relaciones de la comunidad educativa y en una organización y funcionamiento de los centros más activa y receptiva con la diversidad.
“Inclusión no es asimilación, no es un acto de integración o subsunción de la diferencia en la cultura dominante de la escuela. La construcción de una escuela inclusiva constituye una tarea profundamente subversiva y transformadora”
Aiscow, 2004
MODELOS DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD
Podemos reconocer cuatro modelos de atención a la diversidad según Arroyo (2010): Asimilador, de compensatoria, multicultural e intercultural.
Desde la experiencia sabemos que estos modelos se pueden referenciar como pasos necesarios en una evolución lógica hacia la inclusión del alumnado; así, en nuestro centro, avanzamos un poco más y consolidamos el modelo inclusivo en una escuela incluida en el entorno del colegio.
El modelo asimilador
Facilita las relaciones entre alumnos inmigrantes y autóctonos, pero elimina las diferencias propias de la cultura de la minoría.
El modelo de compensatoria
Permite al alumnado que se incorpora al centro conservar sus rasgos culturales, pero adolece de crear lazos entre los diferentes colectivos. El programa de Mantenimiento de la cultura de origen tuvo en un principio esta filosofía, pero en un breve tiempo se vio obsoleto e improcedente.
El Modelo Multicultural
Facilita el mantenimiento de esa diversidad cultural y las relaciones, pero si no se aplica con todos los alumnos, ni fomenta las relaciones interculturales, puede desembocar en la segregación.
El Modelo Intercultural
Parte de la Teoría de la Diferencia. El alumnado mantiene su identidad cultural y se relaciona con compañeros de otras culturas diferentes.
El Modelo Inclusivo
Es consecuencia lógica de la aplicación y el desarrollo de modelos centrados en la diferencia, están abiertos a todo el alumnado y por tanto va más allá de la integración y la normalización del alumnado que necesita de refuerzos o apoyos educativos.
MODELO INCLUSIVO
Para trabajar con este último modelo en la escuela se necesitan cambios profundos en la cultura escolar, se hace prioritario un enfoque democrático y conciliador donde todos los actores de la comunidad educativa tengan un papel relevante y se identifiquen con el proyecto del centro, participando como miembros de pleno derecho en el mismo, solo así podremos hablar de Escuela Incluida.
Los principios básicos de una organización inclusiva según L. Melero (2004) serían:
La diversidad del alumnado como valor añadido y no como un defecto.
El Respeto a las diferencias individuales. El aula es una comunidad de aprendizaje y convivencia donde se comprende que todos pueden aprender, cada uno a su ritmo y estilo.
El Fomento de metodologías que favorezcan la autonomía en los aprendizajes y el desarrollo de estrategias de “aprender a aprender”.
Además, al entender la inclusión como proceso, en la planificación del centro se tiene que facilitar la incorporación del alumnado de nuevo acceso al organigrama de funcionamiento del mismo. Para ello se diseñará un Plan de Acogida abierto y enfocado a todo el alumnado y a las familias que llegan nuevas al colegio. En nuestro caso el inicio de la mediación se realiza por la dirección del centro conjuntamente con algunas Ong´s . En esta tarea han participado mediadores y agentes de ACCEM ,CODENAF, y otras entidades.
Desde el Equipo Directivo se informa de nuestro sistema educativo y de los planes, proyectos y programas que llevamos adelante, sobretodo del plan de apertura (aula matinal, comedor, actividades) fundamental para facilitar la conciliación familiar. Además se les asesora sobre horarios, normas del centro y se les muestra las instalaciones. Siempre asesorados por las Ong´s en caso de no hablar nuestro idioma.
Desde las Ong´s se les acerca al barrio, las infraestructuras y servicios sociales, se les informa sobre posibles ayudas, se les presenta a los vecinos.
En cuanto a los alumnos al incorporarse a las clases se les asigna un alumno guía o dos según el dominio de nuestro idioma. Este alumno mediador le guiará en las tareas rutinarias del centro y lo iniciará en nuestro idioma, además conjuntamente con el tutor presentará a los compañeros de su grupo.
DESDE EL PRIMER MOMENTO
El Equipo de Refuerzos y Apoyo intervendrá desde el primer momento. Este Equipo, coordinado con el Equipo de Orientación Educativa, valorará las necesidades de este alumno y promoverá los recursos para su atención individualizada, realizando los horarios conjuntamente con la jefatura de estudios.
El equipo docente, el tutor, la jefatura de estudios y la coordinadora del Equipo de Apoyo diseñaran finalmente una adaptación curricular y social para intervenir con este alumno.
Es evidente que sin un cambio de metodología, en la organización del aula y de los espacios, difícilmente podremos ayudar a la incorporación de este alumnado de una manera eficaz.
Todo el profesorado debe estar implicado en el refuerzo positivo, en colaborar en la inclusión socioeducativa de estos alumnos para no otorgarle etiquetas negativas, dándole a cada uno su espacio y respetando sus ritmos de aprendizaje.
Por último buscar la colaboración de las familias, permitiendo que entren en el centro, que participen en el trabajo escolar junto a sus hijos en tareas donde se trabaje en grupos interactivos.
No debemos olvidar nunca su procedencia, sus costumbres, su idioma, su nivel de competencia curricular, esa es la única manera de mostrar acercamiento hacia el alumno, de trabajar la empatía para lograr la inclusión del alumnado.
ALUMNADO DE ORIGEN MARROQUÍ
El alumnado de origen Marroquí en nuestro centro
A partir de 1997, comienza una etapa de asentamiento caracterizada por la reagrupación familiar (Martín y Castaño, 2004). La llegada de esta segunda generación de familias al barrio hace que en nuestro centro, en el curso 1998-1999, se matriculen los primeros alumnos de origen marroquí.
Estos niños y niñas fueron los
primeros extranjeros inmigrantes en llegar al colegio
Estos alumnos no dominaban nuestro idioma, las familias tampoco. No obstante al contar con familiares que ya llevaban un tiempo en nuestro país, la adquisición del idioma no fue un hándicap para su incorporación a las tareas del centro, aunque aún no teníamos los recursos suficientes ni las estrategias adecuadas para darles una respuesta inmediata a sus necesidades.
En el curso 2004-2005 la población de alumnado marroquí matriculado llegó a 35 niños y niñas. En este curso contábamos ya con una profesora de compensación educativa y una profesora de ATAL a tiempo parcial. En el Decreto 167/2003, ya se recoge la figura de las ATAL (Aulas Temporales de Adaptación Lingüística), descritas anteriormente en el Plan Andaluz de Educación de Inmigrantes, en el 2001.
PROGRAMA DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL
De este modo se regula la organización y funcionamiento del Programa de Educación Intercultural, de las ATAL y de los profesores/as adscritos. Especial relevancia dentro del programa anteriormente mencionado, ocupan las Aulas Temporales de Adaptación Lingüística, que viene a organizarse en dos grandes modalidades: las ATAL itinerantes y fijas.
Este refuerzo de profesorado posibilitó que se le atendiera de manera específica y avanzaran visiblemente en la adquisición del idioma autóctono. Paralelamente las familias habían dejado de ser inmigrantes transeúntes convirtiéndose en residentes y adquiriendo el español como segunda lengua, lo que favoreció que estos alumnos hablaran rápidamente nuestro idioma y, por tanto, avanzaran en la consecución del currículo mejorando notablemente los aprendizajes.
En el curso actual, 2016-2017 el número de familias de origen marroquí se ha estabilizado, contamos con 32 niños y niñas en infantil y primaria. Ninguno de ellos necesita apoyo de ATAL ni de la profesora de compensatoria, por lo que la inclusión es una realidad que se vive y se siente en nuestras aulas.
En la gráfica apreciamos la evolución del alumnado matriculado en el centro en los últimos años