Gemelos
¿juntos o separados en el cole?
Ser gemelo, y lo hablo por vivirlo en mis propias carnes,
es una experiencia muy positiva
No tengo ningún recuerdo infantil o juvenil que no fuera con mi hermano gemelo. Nuestra relación, desde pequeños, siempre ha sido de complicidad, cercanía, diálogo y confianza. No hubiese entendido si nuestros profesores nos hubieran separado para ir al cole a aprender cosas para la vida, que es para lo que realmente se debe ir al colegio.
Luciano y yo fuimos al colegio de la Señorita Chita con apenas 3 añitos, y allí en la escuela-cueva de La Montañeta de Tamaraceite, aprendimos a leer y escribir, a estar sentados en clase y a jugar, pero sobre todo a “acompañarnos” en un proceso, el educativo, en el que hay luces y sombras y todos podríamos poner multitud de ejemplos sobre ello. Nuestra vida escolar, juntos, fue sobre ruedas hasta 7º de EGB, lo que ahora es 1º de ESO, cuando me di cuenta que para qué estudiar si ya lo hacía mi hermano.
Aprendí de sopetón que por la vida no se puede ir “de gorra” y las notas había que ganárselas. Y aprendí, vaya que aprendí. Para mí la separación en 2º de BUP fue muy dolorosa, tener a tu gemelo en un curso superior y que todo el profesorado te comparara era muy duro para mí. Pero fui encajándolo más o menos bien los primeros meses hasta que me dije, yo también puedo.
Y así fue. Empecé a volar solo, aunque siempre tenía el apoyo de mi hermano fuera del aula. El siguiente año aprobé todas las asignaturas y nunca más repetí curso alguno, llegando a terminar dos carreras universitarias.
A mi modo de ver es discriminatorio separarlos
por la única razón de haber nacido juntos
Otro caso sería que se demostrara que les conviene por razones pedagógicas debidamente argumentadas. Debe haber un consenso sobre todo en infantil, ya que ni el centro ni el profesorado conoce a los niños, por lo que la decisión de los padres debe ser tomada en cuenta y a mi modo de ver, determinante a la hora de acceder a la escuela.
Los estudios que avalan la separación no tiene,
en muchos casos, “sustento” científico
Si me preguntan a mí, por experiencia como gemelo, padre y docente, y si no hay razones pedagógicas o psicológicas que lo avalen, diría que se cumpla la frase «lo que Dios ha unido al nacer, que no haya director o centro que lo separe». La escuela es la que debe poner los medios para que este alumnado que nació el mismo día y de la misma madre, alcance el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional y que corresponde a las misma asegurar los recursos necesarios, y si el recurso es la misma aula, pues la misma aula, tampoco se pide más.