¿ES POSIBLE INTEGRAR LA EDUCACIÓN PARA LA SOSTENIBILIDAD EN LA DOCENCIA UNIVERSITARIA?

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Desde nuestra experiencia nos atrevemos a decir

que es posible

Creemos que desde cualquier disciplina se puede educar para la sostenibilidad, pero que es necesario un proceso previo de análisis y reflexión de los docentes sobre lo que implica un Desarrollo Sostenible y sobre las posibles conexiones con sus disciplinas.

Nuestro grupo de trabajo consideró importante hacer una valoración previa sobre Desarrollo Sostenible (DS) entre nuestros alumnos, que nos permitiera explorar su conocimiento, actitudes y modos de vida en relación con ello. Partiendo de estos datos nos planteamos diseñar una actividad educativa para trabajar una de las competencias más importantes en el aprendizaje del DS, que es «Pensar en Sistemas».

En este post, queremos compartir esta experiencia con todos aquellos, que como nosotros estén atentos al reto que supone para los docentes educar para el DS.

Contextualización: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos (17 ODS).

El concepto de sostenibilidad es abstracto y en muchas ocasiones difuso y ambiguo, porque no sólo se refiere a lo ecológico –que es lo que la gran mayoría de las personas piensa en primer lugar– sino que integra, además, los aspectos económico y social.

Es decir, hablar de Desarrollo Sostenible, es hablar de estas tres dimensiones: económica, social y medioambiental, incluyendo sus interacciones. Para que cierta medida que se adopte sea sostenible, ha de serlo cumpliendo esas tres características.

Este hecho es complicado de transmitir en la sociedad, no es algo evidente y requiere de cierta instrucción y aprendizaje (UNESCO, 2017). Por eso, pensamos que, desde la universidad, los profesores tenemos cierta obligación de mostrarlo a nuestros alumnos, por ser ellos ya integrantes adultos de la sociedad.

Si dejásemos que los estudiantes perdieran la oportunidad de cuestionarse sus modos de vida y de conocer los recursos existentes que les permitan vivir de modo sostenible, de alguna manera, también nosotros estaríamos contribuyendo a lo insostenible.

Por eso, existe una necesidad de trabajar en la Educación para el Desarrollo Sostenible, que desarrolle el juicio crítico en nuestros alumnos y la capacidad de relacionar sus conocimientos con este tema (Aznar, 2009; Hilligje van’t Land, 2017). Este es uno de los propósitos más importantes de la acción educativa que implementaremos dentro del aula.

Parece evidente que el modelo actual de desarrollo de los países no es sostenible. Una de las consecuencias más dramáticas y evidentes se está produciendo sobre el medio ambiente, siendo el calentamiento global una consecuencia demostrada y por todos conocida.

El hambre en el mundo, las desigualdades entre continentes en cuanto a su desarrollo y la desigualdad de género son otros ejemplos no medioambientales de la no sostenibilidad de nuestro planeta. Los expertos recomiendan modificar nuestros estilos de vida y no apoyarnos tanto en la explotación de los recursos naturales que degradan el medioambiente y destruyen ecosistemas, generando en muchas ocasiones situaciones críticas de riesgo en algunas poblaciones.

Promovida por la UNESCO, se realizó la conferencia de Rio+20 «The Future We Want» donde se elaboró un documento de trabajo en Desarrollo Sostenible a seguir por todos los países del planeta. Este marco común de trabajo quedó plasmado en la Agenda 2030 y en sus 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (SDGs) (UNESCO, 2015), que se han desarrollado para mejorar nuestras vidas y proteger nuestro planeta.

Para facilitar la puesta en marcha, cada uno de los 17 SDGs contempla targets específicos, con planes de acción e indicadores que facilitan que puedan ser evaluados. Todos ellos han de ser desarrollados hasta el año 2030 y suponen un reto que nos implica a todos.

Motivación para nuestro proyecto: resultados del estudio piloto sobre conocimientos, actitudes y modos de vida sostenibles

La motivación para embarcarnos en el proyecto, la obtuvimos de las evidencias preliminares extraídas de un cuestionario que fue diseñado para valorar las percepciones, hábitos, conocimientos, actitudes, estilo de vida y comportamiento de la comunidad universitaria de la Universidad Europea de Madrid (UEM).

La muestra fue de 102 personas de nuestra universidad que se seleccionaron al azar, un 75% eran estudiantes y el 25% no estudiantes. La muestra estuvo equilibrada en género, el 55% fueron varones, y con respecto al lugar de origen alrededor del 75% eran españoles y el 25% procedían de otros países. La edad media fue 21 años (rango 18-61).

Se exploró la dimensión relativa a Opinión y Conocimiento sobre DS. Los resultados de este estudio mostraron que el 81% tenía interés en obtener más información sobre el tema. Alrededor del 90% de los encuestados opinaban que se necesitaba más información tanto para aumentar su conocimiento de DS como para implementarlo en su vida cotidiana.

El 75% contestó que podría hacer algo más o mucho más para vivir de forma sostenible, mientras que el 25% no estaba interesado o no sabía. Aproximadamente el 20% no había oído hablar de DS ni conocía las fuentes de gases de efecto invernadero.

El 30% no sabía que el éxito del DS depende de nuestro comportamiento, actitudes y estilo de vida. El 77% dijo no conocer las acciones sobre DS promovidas por la UNESCO.

En estas preguntas, las mujeres siempre muestran mayor conocimiento y opiniones más favorables hacia el DS. Por ejemplo, las mujeres muestran más conocimiento sobre las fuentes de gases de efecto invernadero que los hombres. Según la edad, las personas más jóvenes han oído hablar más de DS, así como también conocían mejor las acciones implementadas por la UNESCO.

En la dimensión de Acciones y Actitudes Sostenibles se pedía que se valorara el grado de acuerdo del 1 (totalmente en desacuerdo) al 5 (totalmente de acuerdo), con aspectos como: aprender sobre DS por uno mismo, realizar voluntariado, reciclar, reutilizar y reparar, donar, no malgastar, ahorrar agua, ahorrar energía, usar trasporte público y utilizar los recursos de manera responsable allá donde se va. Los resultados muestran que la mitad de las preguntas obtienen medianas de 4 y la otra mitad de 3. Se observan diferencias significativas por género, siempre con puntuaciones más altas en mujeres en aproximadamente la mitad de las preguntas de actitudes.

Estos resultados, aunque muy preliminares, alientan la idea de brindar más información sobre la sostenibilidad a los estudiantes y sirven de motivación para implementar cursos internos, seminarios o acciones educativas para la comunidad universitaria sobre temas importantes relacionados con los 17 objetivos de DS (salud, igualdad de género, cambio climático …).

Acción educativa en el aula

Nuestro grupo de trabajo de profesores del área de salud de la UEM vemos la importancia de crear conciencia y mejorar el conocimiento dentro de la comunidad universitaria mediante acciones educativas, pero también somos conscientes de que la Educación para el Desarrollo Sostenible es un tema muy complejo y necesita un fondo teórico, basado principalmente en la Didáctica.

La Didáctica, que maneja competencias específicas para trabajar este aspecto tanto en su enseñanza como en su aprendizaje, nos ayudará a diseñar la acción educativa adecuada para trabajar con nuestros estudiantes y a utilizar las metodologías más adecuadas.

En una primera experiencia hemos apostado por trabajar en los estudiantes la competencia  de «Pensar en Sistemas», es decir, integrar el conocimiento de los contenidos de las asignaturas que impartimos con los aspectos que constituyen el Desarrollo Sostenible.

Esta competencia se puede desarrollar mediante el uso de «Mapas Conceptuales», a través de los cuales el estudiante piensa y aprende nuevos conceptos, relacionándolos con los que ya conoce (Novak and Gowin, 1984; Fernandez-Marquez, 2015; Navea, 2017).

En la actualidad estamos en la fase de diseño de la actividad, con el objetivo de encontrar una estructura que pueda ser utilizada por los estudiantes de distintas asignaturas y titulaciones, y que esperamos poder compartir pronto.


Bibliografía

Aznar Minguet, P., & Ull Solis, M. A. (2009). Education in basic competences for sustainable development. The role of university. Revista de Educación, 219-237.

Fernández-Márquez, E., Vázquez-Cano, E., López-Meneses, E. (2016). Los mapas conceptuales multimedia en la educación universitaria: recursos para el aprendizaje significativo. Campus Virtuales, 5 (1), 10-18.

Hilligje van’t Land, Frédérique Herzog (2017). Higher education paving the way to sustainable development: a global perspective. Report of the 2016 IAU Global Survey on Higher Education

Navea Martín A., Varela Montero I. (2017). Mapas conceptuales para aumentar el rendimiento académico en los estudiantes de Enfermería. Educación Médica Superior, 31(2)

Novak, J. D., & Gowin, D. B. (1984). Learning how to learn. Cambridge University Press.

UNESCO (2017). Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Objetivos de aprendizaje. Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura.


Autores

Asunción Hernando, Margarita Rubio, María Sanchez.

Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud. Universidad Europea de Madrid.

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