Revolucionari@
«Después de tantas injusticias, violencias, hambrunas, guerras y todo tipo de dramas y tragedias la humanidad se merece ser feliz. Querido lector, ¿qué vas a hacer hoy para ayudar a la humanidad que hay en ti y al resto de la humanidad que te acompaña fuera para dar un pasito más hacia la sabiduría, hacia tu propia sabiduría al servicio tuyo y de los demás …? ¡Venga, no busques más excusas para no descubrir dentro de ti la sabiduría que te pertenece, inicia el viaje interior a conocerte, a encontrar tu propia luz y a iluminar a la humanidad con ella.»
La Danza de la Vida. Carlos Gonzalez.
Después de tiempo y trabajo junto a padres, madres, maestros, profesores, personas que trabajan por y para ese cambio educativo que cada día se torna más necesario acudiendo a cursos, congresos, encuentros relacionados con este tema, me gustaría compartir contigo qué he visto en estas personas, que me permite y me ayuda a creer y confiar en que este cambio en la educación, es ya una realidad, no hay marcha atrás. Y ¿sabes por qué? Porque cada vez somos más. El mundo se está llenando de revolucionari@s.
¿Sabes cómo son las personas Revolucionarias?
Son personas que han recuperado su Poder personal y lo que esto supone: pasar de víctimas del sistema, de las circunstancias, de los demás, incluso de ellos mismos y se han convertido en personas Responsables de su vida, de cómo viven lo que les sucede, de su actitud ante las circunstancias. Y esto inevitablemente, te empodera. Es un poder que sale de dentro, de nuestras entrañas. Estas personas han descubierto que la verdadera revolución está dentro de cada uno de nosotros y nosotras. Han puesto patas arriba su mundo, han dejado de poner la mirada fuera, de cuestionar lo externo y han comenzado un camino hacia dentro. Creando un caos dentro de sí, cuestionando lo incuestionable, sintiendo lo prohibido, despertando al dolor de la lucidez, haciéndose preguntas sin que importen tanto las respuestas, encontrando respuestas para hacer nuevas preguntas, salir de lo fácil, de lo automático, para vivir en la cuerda locura de los sueños que se persiguen.
Despertando al dolor de la
lucidez
Y han comprendido que este poder personal no se piensa, ante todo, se Siente cuando estamos presentes. Cuando nos liberamos de pensamientos que nos llevan al futuro o al pasado y que traen emociones que nos paralizan. Es en el momento presente donde existen todas las posibilidades, donde están todas las respuestas. Es desde esa presencia desde donde podemos acompañar a nuestros hijos y alumnos en cada momento. Desde esta libertad que nos libera de etiquetas, juicios, cargas que vamos poniéndonos en el día a día, emociones que surgen de creencias tan arraigadas y que hacen que aparezcan emociones que nos desequilibran y nos convierten en personas reactivas. La presencia nos invita a la receptividad. A sentirnos y conectar con el sentir de nuestros hijos, alumnos. Y para esto no hacen falta herramientas, tiempo extra, nuevos contenidos curriculares, tan sólo necesitamos poner atención y foco, activar nuestro observador y respirar de forma consciente. La herramienta más importante con la que contamos no ya como padres, madres, maestros, sino como seres humanos, es nuestra respiración consciente. Cuando sientas que no está aquí, que es tu mente la que está dirigiendo tu vida, para, observa(te) y tan solo Respira. Centra tu atención en el momento de la exhalación, estás aquí, en el momento de las posibilidades, del todo, del vacío, presente.
Han creado una nueva visión del niño. Ya no son recipientes vacíos que llenar, hojas en blanco donde escribir. Los niños y niñas son seres humanos íntegros, completos y como padres, madres, maestros… debemos acompañarles a que descubran lo que ya son, lo que ya tienen y necesitan para su felicidad. Acompañarles a descubrir su poder, que al igual que tú y que yo, también habita en ellos. Y aprender de ellos, porque son maestros en el arte de vivir presentes y desde ahí surge la magia de al intuición, de ver la vida como si cada día fuese una nueva aventura, con la curiosidad y la ilusión como vehículo que les lleva al aprendizaje a través de la experiencia que surge de experimentar, tocar, moverse, sentir. Y esto supone una conexión que como adultos tenemos casi olvidada: bajar al cuerpo. Desde aquí vamos a encontrar un lenguaje común, que nos sintonizará con ellos. Por eso, en la familia, en la escuela, ignorar la importancia que para los niños tiene sentir su cuerpo, jugar, moverse, bailar, expresarse, es dejarles huérfanos de uno de sus mayores poderes, el de sentir y vivir a través de su cuerpo, del GPS que nos va indicando si vamos bien en el camino de la vida.
Para, observa(te) y tan solo
Respira
Los revolucionari@s confían en el niño, en el alumno. Apuestan por él, trabajan codo a codo con él, le acompañan para que llegue a ser la mejor versión que puede llegar a ser, dejan que SEA. Saben que todos tenemos nuestra propia luz y que tienen un brillo único. Llegar a re-conocer ese brillo es la principal revolución, la única.
«La verdadera revolución no pasa por cambiar la sociedad, pasa por cambiarnos a nosotros mismos»
Y tienen claro que la revolución vienen de dentro de cada uno de nosotros y nosotras, pero que, como dice la filosofía Ubuntu “yo soy porque nosotros somos”. Y necesitamos de todos y todas, de la fuerza de la unión. Son conscientes de que juntos, trabajando en equipo, apoyando, colaborando, aprendiendo juntos, creando y viviendo sueños imposibles, viviendo locuras posibles, caminando hacia lugares comunes que tienen un para qué compartido, así, sin olvidar las risas, la alegría y las lágrimas, ni tampoco la pasión y la emoción, así, van a revolucionar el mundo.
Re-conocer ese brillo es la principal revolución,
la única
Es esa energía que surge de nuestra pasión, del entusiasmo por vivir y alcanzar mis sueños, la que lleva a las personas revolucionarias a la acción. Gestionar de una manera brillante su Rabia. Y es que la rabia es esa emoción que nos ayuda a hacer justicia, a frenar manipulaciones, mentiras. Y lo hacen desde esta emoción serena y a la vez enérgica y contundente que lleva a la acción. Que permite que digamos, así no, este no es lo que quiero para mis niños, para el mundo, y también hace que digamos el así sí. Desde mi ejemplo, desde lo que yo hago, expreso mi rabia. Yo quiero una educación basada en otra forma de ver al niño, mucho más respetuosa, íntegra, humana. Porque las personas revolucionarias se remangan y pasan a la acción. Actúan desde el ejemplo.
“Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”
Eduardo Galeano
Las personas revolucionarias son las que se convierten en auténticos agentes transformadores de su mundo, del mundo.
“Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia»
Proverbio Hindú
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