CONVERSACIONES
El poder de las conversaciones en la Escuela
Hacia una Pedagogía Conversacional
Muchos problemas de efectividad y sufrimiento que enfrentan las escuelas están relacionados con incompetencias que presentamos en la forma de conversar y relacionarnos. Es posible encontrar comunidades escolares, donde el trabajo altamente competente en lo técnico se dificulta en la coordinación de acciones y la colaboración, problemas donde actores relevantes no hablan entre ellos, culturas de rumor o resignación que hacen imposible aprovechar las oportunidades que ofrece el futuro para el aprendizaje de los estudiantes.
Por otra parte, cuando se pregunta por el éxito de las innovaciones que lleva adelante una escuela, las respuestas son coincidentes: las conversaciones que sus actores son capaces de diseñar y llevar a cabo. ¿Cuáles son sus características? Conversaciones poderosas, expansivas, abiertas e integradoras. Se conversa de lo que hay que conversar y todos conversan con todos.
Martin Buber, el gran filósofo austriaco de la primera mitad del siglo XX, afirmaba que los seres humanos desarrollaban su existencia en permanentes conversaciones y estas se daban en tres niveles: conversaciones consigo mismo; conversaciones con los demás y conversaciones con Dios o el misterio de la vida. A juicio de Buber (1923), las conversaciones son el acontecimiento fundamental de la vida misma.
Lo primero que podemos afirmar entonces es que las conversaciones nos ocurren, nos habitan, nos inundan. Como seres sociales, nuestra vida es fundamentalmente una práctica conversacional. Ellas están siempre presente en todos los ámbitos vitales. Son la clave para comprender cómo somos los seres humanos: Seres conversacionales. Todo lo que hacemos lo hacemos conversando. En definitiva, somos nuestras conversaciones.
LENGUAJE, CUERPO Y EMOCIONES
Las conversaciones constituyen una red dinámica de relaciones que los seres humanos sostienen unos con otros, en las que se encuentran e interactúan colocando en juego una triple dimensión: lenguaje, cuerpo y emociones (Maturana, 1990).
Diversas investigaciones cualitativas desarrolladas en centros escolares mediante la práctica del coaching educacional y ontológico (Rivera, 2013), nos entregan una serie de elementos a considerar en este campo. La primera es que la escuela es una red conversacional que se sostiene sobre actores conversacionales que interactúan permanentemente conversando (Flores, 1996) con el propósito de conseguir determinados resultados.
Aprender a conversar entonces es un imperativo, el elemento basal que sostendrá el éxito o fracaso de todo proceso de cambio, mejora, innovación o transformación educativa. Dime como y de que conversas y te diré las posibilidades de tu innovación.
DEFINICIÓN
Hacia una definición de Conversación
Pero, ¿qué son las conversaciones? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de conversaciones? ¿Cuál es la carga emotiva que esta palabra posee? ¿Qué papel ocupan las conversaciones en la vida de los seres humanos, en sus relaciones, en su vida cotidiana y en las decisiones trascendentes? ¿Qué impacto tienen estas en la escuela? ¿Cómo se conversa en mi escuela? ¿Se conversa? ¿De qué se conversa? Incluso podríamos preguntarnos: ¿de qué se conversa cuando no conversamos de aquello que deberíamos conversar?
Las conversaciones pueden ser definidas como una interacción entre dos o más personas que a partir de un espacio y tiempo construyen una relación de mutua transformación (Maturana, 1999) y que como resultado de la misma, no serán los mismos una vez concluida la conversación.
Cada vez que se inicia un proceso conversacional, para que este sea definido como tal, requiere que se cumplan dos condiciones básicas, que llamaremos requisitos de «Apertura» o de «Doble Apertura»:
La apertura o disposición a transformar al otro(a) con mi palabra. Cada vez que entramos en una conversación lo hacemos con el compromiso y la convicción que con nuestro hablar podemos afectar, influir e incluso cambiar al otro.
La apertura y disposición a dejarme transformar por el otro, por su palabra, mediante la escucha. Cuando dos o más personas deciden iniciar una conversación, tienen certeza de cómo entran en ella, pero desconocen completamente como saldrán de ella, porque entramos en un territorio inexplorado pero que se construirá bajo la responsabilidad de los participantes.
La inexistencia de cualquiera de estas condiciones básicas, imposibilita una conversación que por su naturaleza es un espacio de construcción y transformación de los participantes y de la propia relación (Echeverría, 1994).
Si sólo me interesa hablar a mí y no tengo interés alguno en saber que le ocurre al otro, estamos en presencia de un monólogo. Si no quiero hablar y sólo recepciono pasivamente lo que el otro quiere señalarme, entonces hablamos de un sometimiento (resignación).
GÉNESIS
¿Qué generan las conversaciones?
Podemos señalar que mediante las conversaciones, hacemos cosas (Austin, 1971), la conversación es una acción que genera resultados. ¿Cuáles con estos?
Crean realidades
Las conversaciones tienen un poder infinito de creación y construcción de realidades: Cuando conversamos, ocurren «determinadas cosas» que no hubiesen ocurrido si tal o cual conversación no se hubiera efectuado.
Totalidad
Cuando conversamos lo hacemos como una totalidad, no sólo con el lenguaje. Conversamos con todo nuestro ser: Esto significa que la conversación tiene una tríada indisoluble: cuerpo, lenguaje y emociones.
Identidad
La manera como conversamos con otros y nosotros mismos, determina como somos. Las conversaciones nos otorgan identidad ante los otros y con los otros.
Construyen relaciones
Cuando queremos conocer personas y establecer vínculos con quienes no los tenemos, abrimos conversaciones que nos permiten conectarnos, es decir, construir relaciones.
Establecemos compromisos
Dependemos todos unos de otros a través de promesas que se sostienen en otras promesas que nos hacemos entre todos para asumir compromisos que a su vez configuran nuestra vida social. Somos personas fiables porque somos capaces de cumplir nuestros compromisos, los que se construyeron mediante conversaciones.
Diseñamos el futuro
Cada vez que tenemos problemas, sueños, proyectos e iniciativas que tienen que ver con el futuro, iniciamos conversaciones con otros para diseñar nuevas posibilidades, futuros diferentes y mundos distintos (Flores, 2015), Cuantos viajes y emprendimientos surgieron a partir de simples conversaciones.
Sin embargo muchos problemas de efectividad, malestar y sufrimiento que enfrentamos los seres humanos están relacionados con incompetencias que presentamos en la forma de conversar y relacionarnos con otros.
Una escuela que aprenda a conversar
Es posible entonces pensar que podemos “aprender a conversar” mejor. ¿Cómo? A través de conversaciones que expandan la capacidad de acción de los distintos actores y por ende de la escuela. Para que esto ocurra debe considerar a lo menos:
Que construya promesas, es decir, acuerdos basados en el fiel cumplimiento de lo solicitado-ofertado y acordado sobre la base del respeto a la palabra empeñada. La credibilidad de los seres humanos tiene que ver con el valor de la palabra.
Que fomente la participación de todos los actores, donde todos tienen algo que decir, proponer, preguntar, declarar, conversaciones integradoras, donde no hay respuestas correctas o incorrectas.
Que indague y pregunte, es decir, donde exista una legítima preocupación por el otro, para conocerlo y saber que piensa y siente. Una indagación que sea superior y anterior a la proposición.
Que coloque énfasis en la retroalimentación, como base del acompañamiento. Entendemos retroalimentación como la capacidad de entregar-recibir juicios positivos-negativos sobre el desempeño.
Que promueva la escucha del otro, como una doble apertura: a la transformación personal producto de lo que otro me declara, pero también como una transformación del otro producto de lo que uno declara.
Que re-signifique el valor de las declaraciones que las personas realizan y que transforman la realidad construyendo mundos distintos. Declaraciones de perdón, agradecimiento, quiebres, afirmaciones (Sí) y negaciones (No) producen cambios significativos en las personas y el entorno.
Aprender a conversar es una imperiosa necesidad en las organizaciones en general, pero de vital importancia en la escuela y en los educadores en particular, y debiese transformarse en una especialidad de los educadores de hoy porque una pedagogía conversacional es una pedagogía transformadora (Freire, 2002).
Cuando de verdad conversamos (hablar y escuchar) ocurren cosas que de otra manera (sin una conversación) no hubiesen ocurrido y al hacerlo concretamos las innovaciones, cambios y transformaciones que aspiramos en la escuela, siendo la principal, la de nosotros mismos.
Referencias Bibliográficas
Austin, J.L. Cómo hacer cosas con palabras. Palabras y acciones. Paidós Studio 22. Barcelona 1991.
Buber, Martín. Yo y Tú (1995) Caparrós Editores, Colección Esprit. Traducción de Carlos Díaz, Madrid, 2ª Edición.
Echeverría, Rafael (1994) Ontología del Lenguaje, JC Sáez Editores, Santiago de Chile
Flores, F. (1996) Inventando la empresa del siglo XXI. Dolmen Ediciones, Santiago de Chile.
Flores, F. (2015) Conversaciones para la acción y ensayos seleccionados. Edic. Independiente M. Flores Letelier, Santiago de Chile.
Freire, P. (2002). Pedagogía de la esperanza. Un re-encuentro con la pedagogía del oprimido. Ed. Siglo XXI Editores. 5ª Edición, Buenos Aires.
Maturana, H. (1990) Emociones y lenguaje en educación y política. JC.Sáez Editores. Santiago de Chile.
Maturana, H. (1999). Transformación en la Convivencia. JC Sáez Editores, Santiago de Chile.
Rivera, Miguel (2013). Modelo de formación en competencias directivas genéricas ontológicas en el marco de los estadios de desarrollo organizacional, (821-834) en Liderazgo Pedagógico en los Centros Educativos. Congreso Internacional sobre Dirección de Centros Educativos, Universidad Deusto, España.