¿POR QUÉ EL FLIPPED CLASSROOM ES MUY COMPLICADO DE APLICAR EN ESPAÑA?

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Hace tiempo que oí hablar de flipped classroom (de ahora en adelante FC) y me pareció una metodología muy interesante y que puede ayudar a la adquisición de un aprendizaje significativo por parte de los alumnos, ya que somos quienes estamos construyendo dicho aprendizaje.

Podemos entender el FC como «un modelo pedagógico que transfiere el trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula y utiliza el tiempo de clase, junto con la experiencia del docente, para facilitar y potenciar otros procesos de adquisición y práctica de conocimientos dentro del aula».

Tras leer varias opiniones y artículos, me he dado cuenta de que todos hablamos de lo maravilloso que es el FC, de las ventajas, de todo lo que podríamos conseguir y de ejemplos con grandes resultados.

¿EN ESPAÑA?

Antes de nada, quisiera señalar que estoy a favor de esta metodología innovadora, pero estos comentarios me suenan muy utópicos.

A continuación, me gustaría plantear una serie de argumentos que pueden crear controversia, que hacen referencia a «Por qué el FC es muy complicado de aplicar en España».

Deberes

En resumidas cuentas, el FC supone el visionado de vídeos, lecturas y actividades respecto a un tema que le permita al alumno asimilar esa información para después compartirla en clase. Es decir, esta instrucción tiene que tener lugar en casa. Tarea para casa. ¿Deberes?

¿Creéis que en un país donde los padres y madres de alumnos se han manifestado para eliminar los deberes se puede implantar una metodología que requiere que los alumnos lleven a cabo un trabajo de investigación en casa?

Metodología innovadora que fomenta las nuevas tecnologías, pero que, al fin y al cabo, requiere de un trabajo previo del niño en casa, como los deberes de las metodologías tradicionales…

Conexión a Internet

Pongamos que el tiempo de investigación e instrucción individual o colectiva por parte de los alumnos se hace en el aula, en horario lectivo.

Otro de los inconvenientes es la pésima conexión a Internet en muchos de los colegios (digo en muchos y no en todos porque no se puede generalizar).

Hablo desde la experiencia. En un colegio dentro del programa de RED XXI promovido por la Junta de Castilla y León y categorizado con un nivel 4 en TICs (el más alto), la conexión a Internet era mala. ¿Qué ocurriría si quisiéramos aplicar esta metodología en los centros?

Falta de recursos en casa

Otro caso: La conexión a la red del centro es excelente, ¿qué ocurre en los hogares de niños desfavorecidos? Aunque no lo creamos, hoy en día, hay hogares en los que los niños no tienen conexión a Internet ni un dispositivo electrónico para hacerlo en áreas con WiFi.

También he oído comentar que el FC favorecía a los alumnos con necesidades específicas de aprendizaje, pero, en cuanto a los niños de hogares desfavorecidos… en este caso, ¿estaríamos atendiendo a la diversidad?

Imaginemos que no tenemos ninguno de los problemas anteriores…  Los padres aceptan que los niños tengan tarea en casa, todos disponen de conexión a Internet en sus hogares así como de dispositivos electrónicos y el centro, también.

Adaptación

¿Serían nuestros alumnos capaces de adaptarse a esta nueva metodología? Siempre se ha dicho que la nueva generación es la generación de los nativos digitales, que nacen con la tablet debajo del brazo pero, hay investigadores que no lo ven así.

En un artículo llamado «No, tu hijo no es un nativo digital» señala que el haber nacido rodeados de ordenadores no significa que dominen las herramientas, ni que entiendan cómo se usan sus datos en Internet, ni que sepan cómo construir su identidad digital o proteger su privacidad.

En el artículo, se hace referencia a que el uso de las tecnologías por parte de los niños y adolescentes se limita principalmente a usar las redes sociales como Youtube o Instagram o programas para descargarse música y películas.

¿Serían nuestros alumnos capaces de utilizar con criterio Excell, Dropbox o Prezi?

¿Son capaces de buscar la información correcta, crearse unos criterios de búsqueda, filtrar, contrastar y crear su propia información o se limitarían a aceptar el primer artículo que leyeran en Wikipedia?

¿Están los alumnos formados digitalmente?

¿Estamos desarrollando la «Competencia Digital» que tan en boga ha estado y que tanta importancia le da la LOMCE?

Muchos dirían que sí, que «el niño es el que sabe». Me gustaría recuperar un comentario de Esther Arén Vidal, inspectora Jefe del Cuerpo Nacional de Policía: «El niño no es el que sabe, es el que más utiliza Internet, pero no tiene ni idea».  

Tras este problema de falta de formación de los alumnos, vamos a añadirle la falta de formación de los padres y de los docentes. En el artículo anterior sobre la inexistencia de los nativos digitales, se habla de la falta de conocimiento de los padres y yo añado la de los maestros y profesores.

Probablemente, haya muchos padres y maestros que entiendan y controlen las nuevas tecnologías y que dediquen parte de su tiempo libre en formarse y aprender (prueba de ello somos nosotros), pero hay muchos otros que no. Entonces, ¿cómo vamos a desarrollar una metodología basada en el uso de las TIC cuando la brecha digital de nuestro país cada vez es más insalvable?

INTEGRACIÓN ADECUADA

Antes de finalizar mi comentario, me gustaría volver a señalar que estoy a favor de la integración ADECUADA de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento (TAC) y las Tecnologías para el Empoderamiento y la Participación (TEP)  y metodologías basadas en su uso en los centros educativos, pero creo que nuestro país aún tiene un largo camino que recorrer para que esta innovación se haga realidad.

Y tú, ¿qué opinas?

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