Educación disruptiva

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Educación disruptiva es un término que podemos personificar en un sujeto prototípico, la «pulgarcita» de Michel Serres.

«Hay quien trata de repetir aquellas categorías consideradas como universales durante siglos para intentar explicar la práctica política que viene, y me temo que muchas de éstas ya no sirven. A un ritmo vertiginoso todo ha cambiado y todo se reinventa. Michel Serres piensa que incluso ha nacido un nuevo ser humano:

«la pulgarcita», que se comunica tanto con los pulgares como con el resto de instrumentos tradicionales. Pulgarcita y pulgarcito viven en una sociedad en red, están creando un orden nuevo y se quedarán atrás los viejos gruñones que no lo entiendan. La derecha no lo acierta a comprender, pero muchos representantes de la izquierda clásica tampoco.

Las actuales estructuras, las instituciones vigentes, las jerarquías y las diferencias son dinosaurios moribundos: nace un consenso que las juzga obsoletas cuando no indecentes».

José Ignacio González

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Nuestra sociedad ha demostrado que ha sabido sobreponerse a innumerables adversidades. Hoy por hoy, los problemas que la acucian son de sobra conocidos: «crisis», «desempleo», «recortes», «corrupción».

Pese a todo, como en otras épocas, sabremos levantarnos. Ahora bien, el momento actual supone una coyuntura diferente; puesto que no podemos «levantarnos» –así, sin más– para mejorar lo que ya existe. Necesitamos provocar una ruptura (causada entre otras iniciativas por un nuevo modelo inspirado en la educación disruptiva) con respecto al estado de cosas anterior.

En este sentido, debemos ser «rompedores»; pero no para destruir, sino para crear un nuevo modelo de educación disruptiva.

Como se ve, se trata de una extraordinaria concepción de la educación disruptiva, cuyo contenido puede que guste a muchos –aunque pocos hayan intentado llevarlo a la práctica–. Y es, exactamente a eso, a lo que me refiero cuando hablo de «ruptura»: de transitar nuevos caminos a los que nunca, antes de la educación disruptiva, nos habíamos acercado:

  • Aprendizaje inclusivo.
  • En abierto.
  • Ubicuo
  • Personalizado

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Aprendizaje personalizado en la educación disruptiva

El aprendizaje personalizado se puede llevar a cabo donde, cuando y como se quiera. Es inherente a la educación disruptiva. Por esta razón, las modalidades de aprendizaje «formales», «no formales» e «informales» no son modalidades «parceladas», como hasta hace poco tiempo; sino que, hoy por hoy, se «mezclan» como partes integradoras de un nuevo concepto de educación: la «Educación Disruptiva».

Uno de nuestros trabajos de investigación acerca de los diferentes tipos de aprendizaje y modelos de pedagogía, culminó, allá por el año 2004, con la publicación: «Bases para un e-learning-inclusivo» (Juan Domingo Farnós), cuya difusión ha tenido cierta relevancia a nivel internacional.

En él, enunciábamos ya que, al integrar en nuestra concepción de educación disruptiva las variables «no formal» e «informal», la responsabilidad sobre la gestión del proceso educativo debía recaer sobre la figura del aprendiente; con lo cual la cadena cultural de transmisión de conocimiento que llevamos arrastrando durante siglos «se rompe». Ciertamente, nuestro modelo debe cambiar, y debe hacerlo de manera disruptiva, es la característica diferencial de la educación disruptiva.

Para iniciar el cambio, necesitamos nuevos «liderajes» que se desliguen de las jerarquías, nuevos adalides que estén dispuestos a cruzar «líneas rojas» y que, por medio de la «transversalidad» y la «redarquía», lleguen a «impactar» en la sociedad –de una manera divergente, sí, pero cada uno en lo mejor que sabe hacer–.

El modelo de educación disruptiva persigue el «aprendizaje personalizado» –poniendo siempre el acento sobre la excelencia. Para este cometido, resultan de gran interés las características del e-learning y la web 2.0, porque favorecen la motivación y obvian, por completo, el modelo jerárquico de enseñanza-aprendizaje tradicional.

Pese a todo, si queremos «deslocalizar» los aprendizajes, de momento no nos queda más cauce que el de la educación formal o prescriptiva; ya que el «sistema» no nos da otra opción. A día de hoy, en educación confluye una combinación de contextos, finalidades y modalidades (tanto pedagógicas como organizativas), que se relacionan en el uso de las TICs.

Dicha combinación se concreta en diferentes iniciativas: algunas, conocidas por los sistemas formativos y educativos; otras (incipientes), están aún por germinar; pero todas indican desarrollos interesantes, tanto a nivel conceptual como práctico, en el e-learning.

En efecto, los territorios del e-learning representan una serie de «meta-contextos» en los que se articulan diferentes recorridos de aprendizaje. Cada uno de estos itinerarios conlleva la suma de tres variables (que son –en sí mismas–, pistas sobre nuevas áreas de innovación):

  • Finalidad.
  • Interés.
  • Enfoque.

Las TICs y la educación disruptiva

Como venimos diciendo, el desarrollo de las TICs promueve la creación de nuevos escenarios de aprendizaje (alternativos a la EDUCACIÓN FORMAL) para obtener información,  transformarla en conocimiento y poder compartirla –i.e.: poder «conectar» con otras personas–. Podemos buscar la base del «aprendizaje colaborativo» en:

  • Los planteamientos de Vygotsky al aprendizaje social.
  • La teoría social-constructivista.
  • El conectivismo más moderno.

El marco teórico se basa en el principio de que el proceso de aprendizaje es continuo y no puede quedar limitado por:

  • Normas estandarizadas (e.: por currículos)
  • Espacios delimitados (escuelas, universidades)
  • Ambiente de aula.
  • Edad del estudiante.

Por todo lo anterior, el «Aprendizaje informal»:

  • Tiene lugar durante toda la vida.
  • Sin límites espacio-temporales.
  • De manera ubicua.
  • De manera independiente a materiales estructurados.

Este modelo difícilmente nos conduciría a una certificación (según la cultura del título que tenemos hoy), pero refleja la realidad del auténtico aprendizaje. Veamos:

  • La sociedad educativa: las instituciones y los miembros de la sociedad participan, de manera activa y colaborativa, en un proceso educativo continuo y permanente.
  • La comunidad educativa: los nodos educativos se desarrollan entren las instituciones educativas y los miembros de la comunidad, mediante la colaboración y la comunicación en torno a intereses comunes.
  • La comunidad de aprendizaje: dentro de un grupo estructurado, se implementa un proceso de aprendizaje colaborativo, basado en una dinámica que  promueve sinergias y complementariedad sobre la acción colectiva, que se sustenta sobre el pensamiento crítico, y que está arraigada en un entorno compartido.

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Social learning

El social learning (i.e.: ‘Aprendizaje Social’) es un concepto que hace referencia a un tipo de aprendizaje que tiene lugar mediante la observación, la conversación, o el cuestionamiento. Sin ellos, la educación disruptiva no sería posible, ni viable.

Estos parámetros pueden desarrollarse en un ambiente informal o formal; y,  a veces, incluso, sin que el alumno sea consciente.

Por tanto, el Aprendizaje Social se centra en las necesidades del individuo. En una interacción de Aprendizaje Social, un participante podría preguntarse:

«¿Qué es lo que * yo * necesito saber y quién sabe cómo responder a esto con rapidez?»

Así es cómo se consume el conocimiento, o, dicho de otro modo, así es cómo, en la mayoría de los casos, aprendemos «de» y «con» los «expertos». Es por ello que el Aprendizaje Social de la educación disruptiva resulta difícil de rastrear, pues supone aprender:

  • En la naturaleza.
  • A través de conversaciones.
  • De los medios sociales.
  • De las tecnologías de aprendizaje 2.0.

Comunidades de práctica y educación disruptiva

Las «Comunidades de Práctica» son, en cambio, grupos de personas con un interés común que se centran en la colaboración y el intercambio de información en beneficio de la colectividad.

De esta manera, en una Comunidad de Práctica se da más importancia a la mejora del grupo, que a la de un solo individuo. Así, en una Comunidad de Práctica, un participante podría preguntarse:

«¿Qué puedo compartir con el grupo o cómo podemos resolver un problema juntos?»

Posiblemente, en estos modelos, el área de «COMPUTACIÓN MÓVIL» sea el elemento más disruptivo, ya que nos permite «mezclar» la visión conservadora («de toda la vida») que predomina sobre educación; con iniciativas sociales que, de alguna manera, responden mejor a la situación real de la educación disruptiva en la sociedad de hoy.

Ante esta realidad, cabe replantearse los conceptos de ESPACIO y COMUNIDAD. Y dentro de la educación disruptiva, se hace necesaria una revisión del concepto clásico de la evaluación escolar.

  • ¿El ESPACIO ha perdido su valor, o, más bien, se le ha dotado de significados infinitos y de múltiples posibilidades?
  • En cuanto a la COMUNIDAD, nosotros, como individuos, podemos participar en numerosas comunidades, construidas en torno a diferentes temas, pero ¿qué pasa con la calidad de dichas comunidades?

¿Qué significan hoy los términos «espacio» y «localización»?, ¿cómo las tecnologías móviles han reinventado la forma en que nos relacionamos con el mundo que nos rodea? Parece que hay abundancia de opiniones –utópicas y distópicas– sobre la materia; pero, en realidad, cada persona lo experimenta de forma diferente.

Poco a poco, con el paso del tiempo, nuestra percepción del espacio ha cambiado, y, por ello, se hace necesario implicar las tecnologías emergentes –y no emergentes– en nuestra concepción del aprendizaje –desde libros hasta smartphones–.

Por otro lado, no hemos de perder de vista que podemos aprovechar las Comunidades de Aprendizaje para lograr diferentes objetivos de formación. El método predominante consiste en la creación de conocimiento colaborativo, gestión y distribución.

La comunidad puede fusionar las cualidades del individuo y de la sociedad a través del diálogo y la construcción de relaciones.

Educacion disruptiva en el siglo XXI

La naturaleza colaborativa de las comunidades de aprendizaje permite el intercambio de conocimientos, táctica que, por lo general, conduce a la realización acelerada de los objetivos de aprendizaje. Otra seña de identidad de la educación disruptiva.

El aumento de rendimiento en las evaluaciones se fomenta a través del intercambio de recursos, mejores prácticas y la capacidad de las comunidades de aprendizaje para proporcionar relaciones de tutoría a través de:

  • La interacción de nuevos usuarios.
  • Usuarios de nivel medio.
  • Y usuarios avanzados.

Todos ellos tienen cabida en un planteamiento de educación disruptiva. Además:

  • El establecimiento temprano de Comunidades de Aprendizaje en la educación disruptiva en línea ayuda a acortar distancias y a desdibujar las diferencias entre el mundo físico y el virtual.
  • Cuando las personas se dan cita en un espacio en línea con el propósito de hablar, aprender, compartir información o colaborar en proyectos; los miembros de dichas comunidades de aprendizaje deben satisfacer las necesidades de los otros «alumnos» a través de la participación proactiva.
  • La premisa del aprendizaje a través de las comunidades se basa en que lo que importa es la forma en que aprendemos, y esto requiere entradas interactivas y robustez de todos los miembros. La eficacia y la eficiencia de las comunidades de aprendizaje deben ser evaluadas periódicamente, y los resultados deben ser usados para mejorar y actualizar estas comunidades –de manera personalizada– con la implicación de todos los miembros.
  • Los métodos directos de evaluación –por ejemplo, «que el trabajo del estudiante demuestre una cualidad específica, como la creatividad, el análisis o la síntesis»– son la base de su sistema evaluativo. Para algunos, esto implica que la evaluación es imposible, para otros, se devuelve, de manera natural, la responsabilidad de evaluar a los dueños de su formación, a los APRENDIENTES, premisa de la educación disruptiva.

Learning is the work

El «Learning is the work» y el «aprendizaje ubicuo» aparecen por todos lados –queramos o no–, no queda ya mucho recorrido para lo que hoy llamamos ESTUDIAR.

La vigencia de este término está llegando a su fin y, por eso, intentamos que las personas puedan entender nuestras propuestas de refundación educativa y social con respecto a la educación disruptiva.

La nueva forma de aprendizaje se compone de los siguientes cinco principios:

  1. El trabajo es el aprendizaje y el aprendizaje es estar trabajando.
  2. Proporcionar maneras de estar conectado en un entorno «social» abierto y colaborativo de aprendizaje.
  3. «Liderazgo» significa ‘compartir en todo momento’, ‘estar compartiendo innovación’ y ‘provocando disrupción’.
  4. La innovación es parte del trabajo diario de todos.
  5. Se debe crear una nueva cultura de aprendizaje para toda la vida (en la que cada usuario-aprendiz es dueño de su carrera y su desarrollo personal).

Primeras repercusiones

La Multinacional ADIDAS GROUP ha hecho uso de estos planteamientos que acabamos de exponer sobre educación disruptiva. Los comenzaron a utilizar para implementar un plan de formación para sus empleados en 2011.

Parece claro que, cada vez «somos más», y hay ciertos grupos de relevancia que han orientado sus trabajos hacia este modelo de aprendizaje, la educación disruptiva; ejemplo de lo que decimos son:

  • La nueva Ley de EDUCACION SUPERIOR en el REINO UNIDO.
  • La Universidad de Cambridge.
  • El ya citado ADIDAS GROUP.

Lo creas o no, el siguiente vídeo tiene más de diez años y sorprende comprobar la vigencia que aún desprende. Además del emocionado recuerdo que nos provoca recordar a nuestro querido Eduard Punset, quizá el mejor divulgador de la Ciencia que ha tenido España.

Recordando uno de sus programas, La manera disruptiva de aprender, terminamos. Preconizaba, perfectamente, qué iba a ser la educación disruptiva de la que hablamos hoy. ¿Te lo vas a perder?

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