Sternberg
Desde la psicología cognitiva y psicología social, destacan las investigaciones efectuadas acerca del amor de Robert J. Sternberg, quien propuso la existencia de 3 componentes en su teoría triangular del amor:
- La intimidad, entendida como aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el acercamiento, el vínculo y la conexión.
- La pasión, como estado de intenso deseo de unión con el otro, como expresión de deseos y necesidades.
- La decisión o compromiso, la decisión de amar a otra persona y el compromiso por mantener ese amor.
Estos tres componentes pueden relacionarse entre sí formando diferentes formas de amor: intimidad y pasión, pasión y compromiso, intimidad y compromiso, etc.
Psicología humanista
Desde el punto de vista de la psicología humanista, la definición de amor más delimitada que aporta el humanismo es la de Carl Rogers, también considerada por Abraham Maslow: «amor significa ser plenamente comprendido y profundamente aceptado por alguien». Según Maslow, «el amor implica una sana y afectuosa relación entre dos personas». Partiendo de estas dos definiciones, la necesidad de amor se basa en algo que incita a las personas a ser aceptadas y adheridas a una relación.
Dice Maslow: «La necesidad de amor implica darlo y recibirlo […], por tanto, debemos comprenderlo; ser capaces de crearlo, detectarlo, difundirlo; de otro modo, el mundo quedará encadenado a la hostilidad y a las sombras».
Bernabé tierno, de su libro la fuerza del amor
- No hay dificultad que amor suficiente no pueda conquistar. Ni enfermedad que bastante amor no pueda curar.
- No hay puerta que no se abra con bastante amor, ni brecha que con bastante amor no se pueda cerrar.
- Ni muro que con amor bastante no se pueda derribar, ni pecado que con bastante amor no se logre redimir.
- No importa cuán profundo sea el problema, ni cuán desesperado sea el futuro, ni la monstruosidad del error cometido, con bastante amor todos se resolverá.
Algunas reflexiones sobre el amor
Si solo pudieras amar lo suficiente serías el ser más feliz y más poderosos del mundo.
Emmet Fox
La vida es vida, solamente cuando hay amor.
Gandhi
El amor es la base de la existencia, su esencia y su fin. Solamente por el amor conseguimos conocernos a nosotros mismos, así como comprender el mundo y la vida.
Herivert Rau
El amor es la mejor y más bella de las cosas que no tocamos ni vemos
Decía Helen Keller que las cosas mejores y más hermosas del mundo no pueden verse ni tocarse, pero se sienten en el corazón. Son duda, el amor es la mejor y más bella de las cosas que no tocamos ni vemos.
E. Rod, escritor Frances decía que” en el fondo de cada persona existen tesoros escondida que realmente descubre el amor”. Y se da cuando la comunicación ha llegado a convertirse en una forma de intimidad mas profunda, plena e intima. Esto el autor lo identifica como “comunión” del amor, cuando los que se aman hacen mutuas donaciones de sus más íntimos secretos y deseos.
D. Stern, dice que cabe afirmar que no hay fuerza que mas unifique sinérgicamente los procesos de la personalidad que el amor. La fuerza del amor es, pues, evidente, y hasta para convalidar la verdad necesitamos de él; si amor es imposible alcanzarla.
El amor es la única fuerza que nos hace penetrar en el mundo de los valores, aquello que hace buenas a las cosas, lo cual constituye el objetivo del amor como deseo del bien.
El amor humano se perfecciona y purifica en la medida en que, de forma consciente, se abre a un mayor número de personas, no se agota en la pareja, sino que esta se convierte en benefactora universal, en sembradora de bondad y amor. Bien lo expresa el aforismo latino: “Todo amor necesita contagiarse”.
Victor Frankl, decía que quien ama siempre crea valores, porque ofrece a otros la oportunidad de amar y, por tanto, de madurar, enriquecerse y perfeccionarse con la fuerza del amor. Pero añadía otra consideración no menos profunda y reconfortante, al considerar “Que nadie es inútil en el mundo mientras sea objeto de amor”, pues hasta el ser mas ruin nos ofrece la oportunidad de amarle y, por tanto, de enriquecernos y enriquecerle, de perfeccionarnos y perfeccionarle.
Decálogo de la felicidad en la pareja
- Cultivad lo mejor de vosotros mismos para un mayor crecimiento personal.
- Mostraos siempre tal como sois, sin temor a mostrar la propia fragilidad y vulnerabilidad.
- Sed empáticos al máximo, procurando ver las cosas desde el punto de vista del otro. En esto consiste la verdadera comprensión.
- No pretendáis corregir los defectos del otro sin antes reconocer sus virtudes. nadie es perfecto.
- El mutuo respeto en el presente es la base de la felicidad del futuro. La dignidad de la persona es el mayor valor del hombre.
- La complementariedad no basta; hace falta la afinidad en gustos y objetivos para entenderos plenamente. “lo semejante atrae lo semejante.”
- Mantened la unidad de criterios en la educación de vuestros hijos. No los utilicéis nunca como medios para vuestros fines.
- Tomad la decisión de amaros todos los días. En el amor siempre es posible crecer.
El amor a uno mismo
El amor a uno mismo, la completa aceptación de las propias virtudes y defectos, es el principal motor que impulsa a vivir. Sin embargo, para esos momentos especialmente difíciles en los que no contamos ni siquiera con nosotros mismos, Sandra Ray nos da unos buenos consejos:
- Cuando sientas que no te amas, comienza por amarte tú mismo, y después sal a amar a alguien.
- Cuando sientas que no te aprecian, comienza por apreciarte tú mismo, y después sal a apreciar a alguien.
- Cuando sientas que no se te reconoce, comienza por reconocerte a ti mismo, y después sal a dar reconocimiento a alguien.
- Cuando sientas que no se te toca, comienza por tocarte a ti mismo, y después sal a tocar a alguien.
- Cuando sientas que no se te hace caso, comienzas por hacerte caso a ti mismo, y después sal a hacer caso a alguien.
- Cuando sientas que se te rechaza, comienza por aceptarte tú, y después sal a aceptar a alguien.
- Cuando te sientas solo, encuéntrate, y después sal a encontrar a alguien.
- Cuando te sientas pobre, comienza por darte a ti mismo, y después sal a darle a alguien.
Y entonces encontraras a alguien que te ame, te aprecie, te reconozca, te toque, te haga caso, te acepte, te encuentre y te dé.