EL TEATRO NO PODÍA FALTAR
Todos sabemos lo mucho que la cultura occidental le debe al teatro grecolatino. En Grecia nació, específicamente en Atenas, con el culto al dios Baco, dios del vino. Para los romanos, las representaciones eran Ludi, es decir, juegos, entretenimientos, y diversiones, al igual que los espectáculos que se presentaban en el circo y anfiteatro, en los días de juegos públicos, asociados la mayoría de las veces, a fiestas religiosas (Ludi Romani, Ludi Apollinares…); vinculados al tiempo de otium estuvieron siempre dedicados a alguna divinidad. En una sociedad en la que abundaban las manifestaciones colectivas, el teatro no podía faltar.
La adaptación didáctica de obras clásicas a la población estudiantil y su posterior representación teatral en los festivales juveniles, suponen un encomiable esfuerzo de energía y vitalidad por parte del alumnado y del profesorado, que contribuye a dar a conocer las raíces y los valores de la cultura occidental, impulsa y conserva viva la tradición de la cultura clásica y humanística, valorando la influencia del teatro clásico en la historia de la literatura y en el panorama teatral actual.
CALIGAE TEATRO
Que Caligae Teatro se dedique exclusivamente a trabajar obras griegas y latinas no es una casualidad: somos los verdaderos herederos del mundo clásico y deseamos que nuestros alumnos aprendan a conocerlo, y a respetarlo, además de responder a una de las urgencias más sentidas de nuestro tiempo, la convivencia.
Por eso, este año, después de Lisístrata y Tesmoforias, hemos abandonado temporalmente a Aristófanes y hemos vuelto al genial Plauto: Anfitrión, la única comedia de tema mítico en toda la Comedia Nueva griega, una parodia del nacimiento de Hércules, fruto de una de tantas aventuras extramatrimoniales de Júpiter, padre de los dioses.
Demostrando su clara prueba de inmortalidad es el hecho que sigue siendo objeto de traducciones y teniendo cabida aún hoy en los repertorios de muchos grupos de teatro clásico.
Podéis imaginar, cari comites, el esfuerzo que nos supone a todos el llevar a escena este tipo de obras, pero año tras año, Caligae Teatro se afana en que se difunda este género entre esos alumnos que lo consideran aburrido. Para este cometido nuestros actores y actrices memorizan su texto, trabajan su personaje, ensayan cada semana; pero, sobre todo, enriquecen el texto y hacen que autores clásicos sean valorados por esos potenciales espectadores que también son alumnos y que esa creatividad literaria tan característica en Plauto salga reforzada por sus aportaciones: juego de palabras referidos a materias del curriculum, a asuntos políticos y sociales…
También las redes sociales cumplen su cometido: nuestros actores y actrices se sirven de ellas para que blogueros y youtuberos influyentes entren en los ensayos y todos conozcamos qué comentarios se han virales o quienes han sido trending topic en los últimos días. Con todo esto conseguimos que la comedia que ya per se tenía vigencia se acerque a los intereses, las motivaciones de nuestros jóvenes.
Este Anfitrión que, a principios del mes octubre, pusimos en manos de los actores y actrices, después de unos meses, se está convirtiendo en el texto, no solo del comediógrafo latino sino también de cada uno de los que conformamos Caligae teatro. Estoy convencida de que Plauto estaría muy satisfecho con el trabajo, esfuerzo y compromiso de estos estudiantes que encuentran tiempo para ensayar y sobre todo para CREAR.