¿CÓMO HACER PERDER EL TIEMPO A NUESTRO EQUIPO PARA QUE NOS ODIE?

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“No es el cambio lo que produce dolor,

sino la resistencia al cambio”

Buddha

Normalmente, hemos ido entre todos sacando ideas, pensamientos, reflexiones, experiencias; pero hoy toca que seamos todo lo contrario. El punto de sacar todo lo malo que podemos llegar a ser.

¡Vamos a ser miserables! ¡Somos los que pasamos los problemas, “marrones” a los demás!

¿Nos estamos volviendo locos o qué?

¿Alguna vez hemos visto una de esas películas donde la figura del villano está en la parte superior, es tan malo, que hasta ridículo parece?

Escena:

El villano hace “algo” como por ejemplo, se planta delante de un hombre hambriento, luego delante de él, tomar un bocadillo, lo escupe delante de él, y lo tira a la basura, una acción puramente maliciosa, ¿verdad? ¿Casi cómica, de dibujos que nosotros hemos visto una y otra vez en las pantallas? ¿Ridículo verdad?

Probablemente nos digamos a nosotros mismos: “Vamos, en realidad nadie lo hace. Son los guionistas quienes lo están narrando. ”

¿Hacer creer? ¿Hacer crecer a los demás?

La triste realidad es, que aunque nunca hayamos visto a nadie hacerlo con los alimentos o el agua, esto ocurre en más sitios de los que pensamos, en más sitios de este mundo llamado Tierra, “líderes” (entre comas por decirlos de alguna manera) y gerentes, dirigentes hacen cosas similares a nuestros equipos todo el tiempo.

Este comportamiento está garantizado para causar resentimiento y drenar toda nuestra credibilidad y respeto. Si nos mantenemos haciendo constantemente este comportamiento, incluso podremos obtener que nuestro equipo nos odie.

Es muy sencillo y fácil de hacer.

Sólo… hemos de hacer… lo siguiente.

Perdamos el tiempo, provoquemos la pérdida de tiempo en toda la gente que nos rodea.

Pensémoslo.

Es posible que las siguientes acciones se den: el no privar a un hombre hambriento de una comida o robar un caramelo a un niño, pero ¿robaremos a nuestro equipo de su recurso más preciado?

Nuestro tiempo

Éstas son algunas de las acciones para sacar el tiempo más comunes:

No compartamos la información, dejamos que la gente pierda la mitad de un día para aprender algo que podríamos haberles dicho con anterioridad.

Tenemos varias personas trabajando en la misma tarea sin decirles, haciendo que los equipos estén duplicando esfuerzos digamos les lo siguiente: “No confío en vosotros” o “No tengo ningún tipo de respeto hacía a ti ni hacia nadie”

No hagamos caso de los horarios de los demás, convoquemos las reuniones sin previo aviso, y sólo cuando nos convenga para nosotros, el mensaje es claro “Nuestro tiempo y trabajo no son más importantes, pero el nuestro es seguro que lo es aún más“.

Nos presentamos en la reunión sin ningún tipo de preparación, con un poco de suerte el azar, algo se nos ocurrirá de improvisación, amenacemos con los puntos de producción si la demanda de algo sube en la carga de trabajo hacía nuestro equipo, para ver si están preparados, pero sabemos que no lo están.

No pensemos en el futuro, nada gritamos “tu tiempo no es importante“, como hacer que alguien rehaga todo su trabajo porque no se toma el tiempo para pensar en lo que realmente se necesita.

Procrastinamos el trabajo, tanto en los puntos de producción pre establecidos, ya que sabemos que su insuficiencia para resolver un problema o conseguir algo hecho, crea dificultades adicionales para nuestro equipo.

La repetición sin resultados, cumple sobre el mismo tema una y otra vez sin comprometernos con la acción productiva, la repetición de hacer lo de siempre, si ha funcionado, aunque ahora no funcione, ya funcionará de nuevo, sigamos haciendo lo mismo todos los días.

Pidamos la opinión de los demás y luego los ignoramos, total nosotros somos los que decidimos.

Cuando exigimos seguir los procedimientos que no tienen resultados positivos demostrables, puntos de producción dobles, si el procedimiento no existe más que para nuestro propio sentido de poder.

Todas las decisiones que tomamos pasan por nosotros, hasta las pequeñas acciones.

Interrumpimos y queremos ser escuchados en el momento que nosotros decidimos, cada vez que, por supuesto, hay momentos en los que las interrupciones son necesarias, pero si es un hábito para nosotros, estamos en buen camino para ser los primeros de la “clase”, somos bandidos del tiempo, nos gusta robar el tiempo y nuestro mensaje positivo que queremos que reciban nuestro equipo será el siguiente: “yo soy más importante que tú.”

Exigimos llegar a todos en un momento determinado, pero no iniciamos la sesión de trabajo hasta treinta minutos más tarde.

Decirle a alguien que conocerá a una persona y luego no se la presentamos (sin la cortesía de la comunicación).

Pedirle a alguien que nos haga un favor “personal” o “profesional” y luego a los 15 segundos ya estamos insistiendo en su respuesta.

Digamos que una reunión terminará en un momento determinado y luego ir provocando que la hora se retrase constantemente

Insistir en implementar planes que son completamente ignorantes de lo que la gente hace realmente.

Tenemos un problema, estamos atascados o realmente no sabemos cómo solucionarlo, o simplemente no tenemos ganas de hacer ese trabajo arduo y monótono, si tenemos una buena posición, es fácil de hacer, se lo decimos a otro que lo haga, o esperamos que el tiempo pase para que de forma “mágica”, alguien la haga dado que nosotros no la hemos querido hacer.

Pasamos el “marrón” directamente a la otra u otras personas, incluso sólo para los de nivel “expertise”, les pedimos que nos ponga en copia a todos para ver como avanzan en el trabajo, para luego decir que hemos sido nosotros y lo costoso que nos ha resultado hacerlo.

El tiempo y el valor

El tiempo de una persona es su único recurso verdadero y cada uno de nosotros tenemos la misma cantidad de tiempo cada día, ni más ni menos.

Falta de respeto hacía el tiempo de las demás personas, con demasiada frecuencia, hace que estemos faltando el respeto de forma continuada.

Si perdemos el tiempo, perdemos la acción, perdemos el respeto, y perdemos los valores tanto profesionales, personales como el propio valor de la organización.

Por el contrario, si respetamos el tiempo de las persona, se genera una comunicación, valor de respeto por ellos, les trasladamos que son personas con igual valor. A largo y corto plazo aumenta la productividad, la gente trabaja mejor y nada es urgente ni es para ayer.

Pongamos fin a estas situaciones de “criminalizar” las acciones de pérdidas de tiempo.

Si leemos a través de la lista de “acciones de cómo sacar el tiempo a los demás” veremos que todo ha sido que hemos realizado un “guiño” de lo  que no es hacer bien las cosas, es el momento de la reforma, de quitar el miedo en las organizaciones, de querer hacer bien las cosas.

Sé que no le robamos un caramelo a un niño o negamos a alguien de su comida.

Al igual que con otras cuestiones de respeto humano, cuando la hemos “cagado”, empecemos con una disculpa sincera.

Un ejemplo libremente de usar (pero sólo si somos sinceros y realmente después actuamos en él):

“Hola,  nombre de la persona o equipo, cuando _____________ estaba equivocado. Me disculpo. En el futuro vamos hacer…..ser más respetuosos, con nuestro tiempo. Vamos a aprender a hacer esto, apreciamos o aprecio que nos hagas conocer cuando estamos metiendo hasta el fondo, o metiendo la pata. Gracias por vuestra paciencia conmigo, con nosotros en esto…”.

Seleccionamos un elemento de la lista y empezamos a trabajar sobre de él:

Contra aire, viento, fuego y agua, pongamos fin a nuestras reuniones en un tiempo.

Escuchar y responder para crear una retroalimentación conjunta.

Pensemos en el futuro, a largo plazo antes de dar asignaciones o antes de delegar tareas.

Vayamos a las reuniones más preparados, al grano, con objetividad.

No interrumpamos a los demás, a menos que realmente sea de vital importancia.

Entendemos entre todos la idea, lo que queremos hacer.

¿Qué otras acciones de pérdidas de tiempo hemos cometido o hemos sido víctimas de? ¿Cómo respetamos el tiempo de los demás?

Sé que muchos cuando hemos leído al principio del artículo, habremos pensado, madre mía, si esto nos ha ocurrido o lo hemos oído alguna vez, esto sucede, ha sucedido y tristemente continua sucediendo. Pero al final, todo depende de nosotros, de poner este 1% para intentar cambiar las cosas.

“No hay más distancia que la que

tú te impones ante lo que quieres”.

Ulises Sánchez

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