Cien mil años para separarnos
y sólo quinientos para volvernos a reunir
Hoy el profesor de un lado del mundo tiene alumnos de todos los demás. La Historia que les explique o que trate con ellos les respetará o no. La historia que explicábamos en países de un mundo separado tenía sujetos y objetos. Estábamos nosotros y los otros.
En un mundo globalizado, todos somos nosotros. Nadie nos ha enseñado a pensar una historia de sujetos globales. Es algo que tenemos que aprender y ensayar para el futuro de la Humanidad que se prepara en la escuela.
Los principios no son difíciles, aún estábamos razonablemente juntos y todos en África. Pero éramos animales y competitivos, con una conciencia incipiente. ¿Alguien puede defender que había Humanidad? ¿Una Creación constituyente? En el Génesis Caín se duele:
«…Seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará».
Así sucedía. Así sucede aún en algún lugar. La primera banda de Homo sapiens se multiplicó de desdobló innumerables veces y se desconoció. Consta que pronto empezaron a matarse. Pero consta también un respeto incipiente. El redactor bíblico añade: «Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara».
Todos somos nosotros
Hace cien mil años, las especies humanoides «sin señal de Caín» eran innumerables, seguramente. Pero también seguramente, los auténticos sapiens sabían distinguirse.
Hasta ahora los libros de texto hacían una barrera entre una prehistoria muy antropológica y esquemática y una historia muy narrativa y lineal. Hoy la Prehistoria también tiene línea, empieza a ser Historia.
PREHISTORIA
Un nacimiento en África hace 200 mil años.
Una crisis climática y demográfica por explosión del volcán Toba hace 74 mil años.
Un paso por Oriente Medio con hibridación neandertal hace 54 mil años.
Una difusión por Asia.
Un avance por Europa con extinción de los neandertales.
Una llegada a Australia que incluía alguna competencia náutica hace 55 mil años.
Difusión por un Extremo Oriente más ancho por un mar retirado que daba acceso a Japón y otras futuras islas.
Explosión de creatividad artística y tecnológica, tal vez por evolución interna del cerebro o por acumulación de experiencia y aumento de población hace 35 mil años.
Paso a América a través de Beringia hace unos 15 mil años.
Sobrepoblación en Oriente Medio, desglaciación e inundaciones hace 10 mil años.
Extinción masiva de gran fauna y replegamiento hacia la oportunidad agrícola.
Eclosión de poblados y nuevas experiencias de socialización, comercio e industria.
Primera planificación del territorio y aparición de las ciudades y la escritura.
Tenemos un animal creando ecosistemas artificiales en casi todas partes. Mucha tierra de nadie aún, con oportunidades, competencia y recelos, pero también ensayos de cooperación. ¿Es esto una Humanidad? Aparece la política, incluso internacional. Una economía que empieza a ser compleja. Ciudades que organizan el campo y se abastecen de él. Contabilidad, escritura, administración. Primera literatura, arte suntuario. Se configuran ámbitos, pequeños mundos.
Los europeos nos beneficiamos de estar en el extemo de un ámbito que floreció pronto y que irradió gracias a una facilidad geográfica: una zona templada sin grandes obstáculos naturales y aún con pistas: el Mediterráneo. El formidable relieve centroasiático dejó otros dos mundos semicomunicados, China y el sudeste asiático y el subcontinente indio.
América siguió un camino propio totalmente aislada y con las zonas climáticas en su contra. El desierto del Sáhara probablemente creó Egipto y apartó el sur de África. La geografía es inseparable de la Historia, especialmente de una Historia Global. Estamos en la Edad Antigua.
ANTIGÜEDAD
Podríamos decir que la Antigüedad es obviamente común a toda la especie humana, aunque su cronología sea distinta. En Oriente Medio se dio el pistoletazo de salida hace 5.500 años. En el resto de Asia, tal vez, comenzó con mil años de retraso y tal vez un milenio más se demoró en América.
Hay ahí mucho que hablar pues la cronología es lo más significativo en historia. Pero hay algunas coincidencias. El imperio unificado ha coincidido en gran parte con el Imperio Romano. La India de los primeros Gupta, con el imperio macedónico. Los primeros estados fueron conquistadores por naturaleza. Si la naturaleza no lo impedía con fuerza, se tendía al Imperio.
La competencia y la necesidad de recursos era un sistema de suma cero. Uno ganaba al final. Los Quin, los Gupta, los romanos… Los avances fueron espectaculares en la mitad de tiempo que duró el Neolítico. Grandes planificaciones, grandes proyectos de construcción, demostraciones de poder en piedra.
Pero todos esos imperios eran frágiles. Y el nomadismo aún era una forma relativamente atractiva y competitiva de vivir. La batalla entre nómadadas y sedentarios no acabó en realidad hasta el siglo XVIII, tal vez el XIX en algunos lugares.
EDAD MEDIA
El período que ya no es tan universal es nuestra Edad Media. Muy significativa para nosotros, ¿significó algo en alguna otra parte? ¿A qué podemos llamar Edad Media? Tal vez, a una crisis de crecimiento de las civilizaciones. A un penúltimo tour de force entre sociedades sedentarias y nómadas.
Las primeras civilizaciones muestran su fragilidad ante enemigos naturales como las epidemias, los desequilibrios ecológicos que ellas mismas crean y enemigos humanos, esencialmente nómadas. Pero invariablemente, en todas partes, la presión demográfica y los beneficios de la inteligencia acaban seduciendo a todos los nómadas y de los desastres surgen nuevas oportunidades.
Visigodos, vándalos, hunos, árabes, turcos, jurchen, mongoles, araucanos o zulús pueden vencer temporalmente, pero el nómada no conseguirá nunca la creatividad y la acumulación de recursos que permite la civilización. Puntualmente puede crear innovaciones destacables como la domesticación de caballos y camellos o la silla de montar, puede conquistar, pero acabará siendo sedentario tarde o temprano.
El ostrogodo Teodorico legislará, Guillermo el normando fundará una administración inglesa ejemplar para su época, el mongol Kublai Khan será un emperador chino corriente y Babur, mongol y descendiente de Tamerlán, fundará en la India la dinastía en la que Shah Jahan hará construir el Taj Mahal, símbolo de belleza y equilibrio en el arte universal.
Si el mundo volviera a sufrir una Edad Media, es muy probable que resurgiera más sabio y fuerte, pero esa sería otra historia.
EDAD MODERNA
Y de nuestra Edad Media surgió nuestra Edad Moderna que se convirtió en la modernidad de todo el mundo, la que posiblemente pronto representará mejor Asia que Europa o América mismas. Son los 500 años en que el ser humano se ha reencontrado en todas partes y se ha reconocido a sí mismo. La época que nos produjo la extrañeza que provocó una nueva sabiduría.
Pero también la que nos mostró unos horizontes tan vastos que nos infundieron una euforia de falta de límites que dio en el capitalismo. La violencia y el comercio seguían complementándose para la obtención de recursos, pero el espacio y el tiempo corrían a favor del segundo. La rueda de creatividad, desenfreno y crisis se aceleró. La política y la guerra se retroalimentaron en una escalada en que pareció que todos podían conseguir todo lo que se propusieran hasta que se puso de manifiesto que el mundo entero estaba ocupado por alguien dispuesto a no ceder.
Eso pasó aproximadamente entre 1914 y 1918. Los ingleses comienzan allí la contemporaneidad. Pero entretanto, las oportunidades fueron tantas para tantos que surgió la idea de que tal vez todos tuvieran derechos y empezó la era de las revoluciones.
Europa aún reconocía cierta superioridad a China en el siglo XVIII. Pero el XIX ya es el de las guerras del opio y los tratados desiguales. El sistema europeo de competición y ciencia sistemática se llevó el gato al agua y nos ha llevado a una Edad Contemporánea llena, tensa y peligrosa en la que sólo podemos crecer hacia dentro (nanotecnología y mundo digital) o hacia fuera (espacio exterior).
EDAD CONTEMPORÁNEA
Todo lo demás depende ya sólo del comercio y los pactos. La Edad Contemporánea es la de la construcción del Estado moderno representativo, pero tal vez, a mi entender, sólo puede conducirnos a la construcción del Estado Universal, de la Ciudadanía Universal (con la forma que sea) y una democracia creíble. Y, posiblemente, todo pase por alguna clase de puesta en común de los recursos estratégicos del planeta bajo algún arbitraje universal, al estilo de la CECA europea. A mi entender, la alternativa a eso es sólo el conflicto, la guerra y una recesión a la que, tal vez, podría llamarse Edad Media tecnológica.
Pensar así la Historia escolar es algo totalmente nuevo que necesitaría mucha reflexión. El esfuerzo en replanteamiento y formación sería enorme. Yo pienso, no obstante, que valdría la pena porque representaría a todos nuestros alumnos y crearía las bases de una nueva manera de pensarnos como seres humanos. Lo intentaré en próximos artículos.